Si una imagen vale más que mil palabras, el nuevo récord histórico alcanzado el viernes por el Dow Jones tras la esperada intervención del presidente de la Reserva Federal Jerome Powell en el simposio anual de Jackson Hole podría servirnos como representación o símbolo de la tercera semana de agosto, una semana que empezó con cierta corrección tras la decepcionante cumbre entre Trump y Putin en Alaska y que ha terminado con fuertes subidas de todos los activos, tras el que pasará a la historia como el último discurso de Powell en Jackson Hole, dada la nula probabilidad de que sea reelegido cuando en mayo expire su cargo.
La vehemente reacción alcista de los bonos, del oro, del bitcoin, del ether, y por supuesto de las Bolsas, con las grandes tecnológicas a la cabeza, a las palabras de Powell es sin duda el elemento de reflexión más importante que nos deja una semana en la que los índices no han tenido grandes variaciones. El Nasdaq ha caído un 0,6% en la semana y el S&P ha ganado un 0,3%, siendo las estrellas en EE. UU. el ya mencionado Dow Jones, con un avance semanal del 1,5% y el Russell 2000 de empresas de pequeña capitalización que ha subido un 3,3% en la semana, en ambos casos gracias al tirón alcista del viernes.
Pero ¿qué dijo realmente Powell para que el ether, que había hecho un amago de corrección al principio de la semana, subiera durante el discurso un fulminante 15% hasta 4.885 dólares, sobrepasando su anterior récord histórico de todos los tiempos de noviembre de 2021, o para que las acciones de Nvidia subiesen de golpe un 5%, las de Tesla un 4%, y las de Meta, Amazon o Alphabet un 3%? ¿dijo algo nuevo o sorprendente? La verdad es que el discurso de Powell fue en general más bien anodino, y lo pronunció en un tono monótono, limitándose a recordar una vez más que la disrupción provocada por los aranceles podría generar consecuencias indeseadas tanto en la subida de la inflación como la del desempleo, complicando así los dos objetivos de la Fed, que son mantener la estabilidad de precios y promover un elevado nivel de empleo.
Pero Powell se esforzó, y ahí está la clave de la reacción alcista, en dejar claro a todos, y además sin ningún género de dudas, que la Fed bajará los tipos en su reunión del próximo 17 de septiembre. Y los mercados interpretaron, correctamente, que la larga mano de Trump va a pesar mucho a partir de ahora en las decisiones de la Fed, sin necesidad de esperar a que Powell salga en mayo del año que viene. En definitiva, las palabras de Powell acabaron de convencer a los mercados de que la suerte está echada (the fate is done), y de que estamos a las puertas de una importante rebaja de tipos de interés a partir del próximo 17 de septiembre. Esta interpretación viene avalada por el reciente nombramiento, el pasado 7 de agosto, del principal asesor económico de Trump, Stephen Miran, como miembro del Consejo de la Fed con derecho a voto en el Comité de Mercado Abierto que decide sobre los tipos de interés, y asimismo viene avalada por la presión que está haciendo Trump para que Lisa Cook dimita de su puesto de Consejera de la FED. Lisa Cook está siendo investigada internamente por una posible actuación incorrecta al solicitar una hipoteca, y en el caso de dimitir liberaría otro puesto cuyo titular sería también designado por Trump.
Por si hubiese dudas, y como queriendo dejar aún más claro que a partir de ahora la Fed será una terminal más de las políticas monetarias expansivas diseñadas por el Secretario del Tesoro Scott Bessent y por Stephen Miran, el “trumpismo” ha organizado una cumbre paralela en Jackson Hole en torno al otro gran instrumento que Bessent desea utilizar para inyectar liquidez al sistema, a saber, el bitcoin y las “stablecoins”. Esa cumbre ha tenido lugar entre el 18 y el 21 de agosto, empezando dos días antes del encuentro de los banqueros centrales, bajo el nombre Wyoming Blockchain Symposium, en el hotel Four Seasons de Jackson Hole, contando también con el apoyo del Center for Blockchain and Digital Innovation de la Universidad de Wyoming. En ella se han reunido 350 personas, entre ellas Eric Trump, el “cripto-friend” presidente de la SEC Paul Atkins, los dos miembros de la Fed favorables a las posiciones de Trump, Michelle Bowman y Christopher Waller, este último candidato “in pectore” a suceder a Powell como presidente de la Fed, y una serie de inversores y empresarios del mundo cripto. Como diría Marshall McLuhan, el medio es el mensaje y en este caso no hace falta entrar en el contenido del encuentro para entender el mensaje, a saber, la tokenización de todo tipo de activos como objetivo último, dentro de la estrategia de liquidez total, como avanzábamos en el comentario del pasado 11 de agosto.
No deja de ser curioso que lo más interesante del encuentro de banqueros centrales de Jackson Hole haya sucedido en realidad fuera del recinto de ese encuentro. Por un lado, en el simposio paralelo de blockchain y por otro lado en la reacción de Wall Street y de los mercados de activos en general. Lo que nos ratifica en la idea que venimos manejando en los últimos comentarios de que el “rally” de este verano, aunque ciertamente tiene soporte en los buenos resultados empresariales del segundo trimestre (más de un 80% de las compañías batiendo las estimaciones, y aunque también tiene cierto apoyo en los datos macro económicos que alejan el escenario de recesión, está, ante todo y sobre todo, movido por la abundante liquidez y por la expectativa de que esa liquidez sea aún mayor en el futuro.
En esta misma línea, las noticias económicas y empresariales que hemos conocido a lo largo de la semana pasada no justifican por sí solas el clima de euforia con el que han terminado la semana los distintos mercados de activos. Es cierto que los PMIs preliminares de agosto que se han publicado muestran un buen tono tanto en EE. UU. como en la zona euro, pero las actas de la reunión de julio de la Fed, publicadas el pasado miércoles, muestran la preocupación de muchos de sus miembros por el impacto de los aranceles sobre la inflación y sobre el crecimiento futuros. Y ese impacto ya se está viendo, por ejemplo, en el PIB de la principal economía europea, Alemania, que se ha contraído un 0,3% en el segundo trimestre, el triple de lo previsto, contrastando con el crecimiento del 0,3% del primer trimestre. El informe del Bundesbank lo achaca al efecto de los aranceles sobre la producción industrial y las exportaciones.
En EE. UU. los datos de empleo apuntan a la baja y eso impacta sobre el consumo futuro, y aunque el PIB del segundo trimestre, cuya segunda lectura se publicará el jueves próximo, fue del 3% anualizado, en parte se debe a las importaciones adelantadas al primer trimestre por los aranceles, por tanto, habrá que esperar a ver el crecimiento normalizado en lo que queda de año. En cuanto a la inflación, en Japón hemos visto como se mantiene en julio por encima del 3%, bajando la general al 3,1% desde el 3,3% de junio, pero manteniéndose la subyacente muy alta, sin cambios, en el 3,4%, siendo así que el mercado esperaba una moderación hasta el 3%. El viernes 29 se publica el deflactor de gastos personales (PCE deflator), indicador de inflación clave para la Fed, y veremos si en EE. UU. la inflación también se resiste a bajar pese a la moderación del consumo.
En cuanto a resultados empresariales esta semana hemos visto como los de las grandes cadenas minoristas americanas (Target, Home Depot, Lowe, Walmart...) apuntan a un cierto aplanamiento del consumo y a un estrechamiento de márgenes empresariales por los aranceles. En particular la mayor cadena minorista del mundo, Walmart, ha caído más de un 3% en la semana, tras presentar unos beneficios por debajo de lo previsto y reconocer su que los aranceles presionan sus márgenes al crecer los costes “cada semana” cuando tienen que reponer inventarios ya con los aranceles incorporados, según dijo la propia empresa al comentar sus resultados.
En definitiva, tras Jackson Hole y tras la capitulación de Powell, las Bolsas tienen nueva gasolina monetaria, y va a ser difícil que bajen, por lo menos hasta la reunión de la Fed el 17 de septiembre. Otra cosa es que puedan subir mucho más a partir de estos niveles, para lo que haría falta algún catalizador adicional, que no se ve muy bien de donde podría venir. Las grandes tecnológicas podrían ser ese catalizador necesario para una nueva subida, con Nvidia a la cabeza, si los resultados trimestrales que presentará el miércoles 27 tras el cierre del mercado sorprenden positivamente al mercado
Esa va a ser una de las claves de la semana última de agosto, siendo las otras el ya mencionado PCE deflator y los informes respectivos de la Conference Board , el martes, y de la Universidad de Michigan, el viernes, sobre el sentimiento del consumidor norteamericano.
Más allá del combustible inmediato que Powell dio el viernes a las Bolsas, cuyo efecto debería llegar hasta el 17 de septiembre o incluso un poco más, la gran pregunta es si el modelo proteccionista y desglobalizador que pretenden Trump, Bessent y Miran puede funcionar de verdad en un mundo futuro irreversiblemente globalizado y dominado por la inteligencia artificial. Iremos hablando de este tema en sucesivos comentarios.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Artículo originalmente publicado en r4.com. El presente artículo de opinión no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben. El inversor que tenga acceso al presente artículo de opinión debe ser consciente de que los instrumentos a que el mismo se refiere pueden no ser adecuados para sus objetivos específicos de inversión, su posición financiera o su perfil de riesgo ya que éstos no han sido tomados en cuenta para la elaboración del presente artículo de opinión, por lo que debe adoptar sus propias decisiones de inversión teniendo en cuenta dichas circunstancias y procurándose el asesoramiento especializado que pueda ser necesario. Los datos han sido elaborados por el autor / es con la finalidad de proporcionar información general a la fecha de elaboración y está sujeto a cambios sin previo aviso. Este artículo está basado en informaciones de carácter público y en fuentes que se consideran fiables, pero dichas informaciones no han sido objeto de verificación independiente por cualquiera de las entidades del Grupo Renta 4 por lo que no se ofrece ninguna garantía, expresa o implícita en cuanto a su precisión, integridad o corrección.
Artículo originalmente publicado en r4.com. El presente artículo de opinión no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben. El inversor que tenga acceso al presente artículo de opinión debe ser consciente de que los instrumentos a que el mismo se refiere pueden no ser adecuados para sus objetivos específicos de inversión, su posición financiera o su perfil de riesgo ya que éstos no han sido tomados en cuenta para la elaboración del presente artículo de opinión, por lo que debe adoptar sus propias decisiones de inversión teniendo en cuenta dichas circunstancias y procurándose el asesoramiento especializado que pueda ser necesario. Los datos han sido elaborados por el autor / es con la finalidad de proporcionar información general a la fecha de elaboración y está sujeto a cambios sin previo aviso. Este artículo está basado en informaciones de carácter público y en fuentes que se consideran fiables, pero dichas informaciones no han sido objeto de verificación independiente por cualquiera de las entidades del Grupo Renta 4 por lo que no se ofrece ninguna garantía, expresa o implícita en cuanto a su precisión, integridad o corrección.
El Grupo Renta 4 no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el artículo. El inversor tiene que tener en cuenta que la evolución pasada de los valores o instrumentos o resultados históricos de las inversiones, no garantizan la evolución o resultados futuros.
Cualquier entidad integrante del Grupo Renta 4 o cualquiera de las IICs o FP gestionados por sus Gestoras, así como sus respectivos directores o empleados, pueden tener una posición en cualquiera de los instrumentos, directa o indirectamente, o en cualesquiera otros relacionados con los mismos; pueden negociar con dichos valores o instrumentos, por cuenta propia o ajena, proporcionar servicios de asesoramiento u otros servicios al emisor de dichos valores o instrumentos, a empresas relacionadas con los mismos o a sus accionistas, directivos o empleados y pueden tener intereses o llevar a cabo cualesquiera transacciones en dichos valores o instrumentos o inversiones relacionadas con los mismos, con carácter previo o posterior a la publicación del presente artículo de opinión, en la medida permitida por la ley aplicable. Asimismo, pueden proporcionar comentarios de mercado, verbalmente o por escrito, o estrategias de inversión a los clientes que reflejen opciones contrarias.
Este artículo no puede ser: (1) copiado, fotocopiado o duplicado en ningún modo, forma o medio (2) redistribuido o (3) citado, sin permiso previo por escrito. Ninguna parte de este artículo de opinión podrá reproducirse, llevarse o transmitirse a aquellos países (o personas o entidades de los mismos) en los que su distribución pudiera estar prohibida por la normativa aplicable. El incumplimiento de estas restricciones podrá constituir infracción de la legislación de la jurisdicción relevante. El sistema retributivo del autor/es del presente artículo de opinión no está basado en el resultado de ninguna transacción específica de banca de inversiones.
Renta 4 Banco, S.A., es una empresa domiciliada en Madrid, Paseo de la Habana, 74, 28036 Madrid, teléfono 91 384 85 00. Es una entidad regulada y supervisada por el Banco de España (BdE) y por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) respecto a los servicios de inversión y auxiliares.