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Evolución del poder adquisitivo y la senda de la desigualdad

Al hilo del aniversario de la introducción del euro y en su momento la afirmación del Banco de España que la inflación resultante había sido mucho menos de lo percibido me pongo a redactar esta entrada. Siempre desconfío de las agencias de propaganda, digo gubernamentales y varias (léase Bancos Centrales, FMI, agencias de calificación, etc.), no hay más que dar un repaso sobre sus grandes éxitos en predicciones, pronósticos e informes de todo pelaje y condición (y algunos con pelaje de cordero con un lobo feliz dentro…). Haciendo unos cálculos rápidos no llego a comprender bajo ningún concepto  el 36,8% de inflación calculado en todos estos años (aun descontando la vivienda que no aparece en el ipc).

En el epígrafe, se incorporan la evolución de los gastos corrientes (agua, electricidad, calefacción...), los gastos de conservación (compra de muebles, reparaciones, etc.) y también la evolución de los precios en alquiler, pero en ningún caso de los de la adquisición de la misma.

Gastos


Planteémoslo a la inversa, imaginemos una familia con un sueldo de 200.000 pesetas antes de la introducción del euro, pasando 1.200 euros  posteriormente. El poder adquisitivo con esos 1.200 euros en ese momento y actualmente difieren radicalmente. Si añadimos que según la estadística  la actualización de salarios se ha situado en un 33% deberíamos haber perdido solamente un 3,8 % de poder adquisitivo (según dichos datos el salario debería haber pasado a 1.596 euros, pero así a primera vista y a nivel general no me suenan esos aumentos). Pero en resumen, cojan ustedes mismos los  productos que más les suenen (incluyendo un café en el bar de la esquina) e intenten recordar su precio y el actual. Así mismo no se olviden de sumar la variación de precios en la adquisición de una vivienda, así como la factura fiscal y sus alegres variaciones (impuestos directos e indirectos incluidos, amén de tasas y varios). 


Una vez realizado el experimento, cualquiera descubrirá que o bien se ha dejado algún dato en el proceso (cuando no cuadren las cifras) o bien alguien está partiéndose de risa en algún lugar ante semejante genialidad de chiste. Pero en este caso es como las imágenes de alguien estozolándose sólo suelen tener gracia en el que las ve, no en quién se pega el trompazo…

Y si ya extrapolamos el ejemplo al mundo bursátil veremos también que algo no acaba de cuadrar. Imaginen Uds. que les planean comprar un negocio  y por tanto deben decidir si lo adquieren o no. Existen diversos métodos para ello, uno de ellos es la valoración en base al flujo de beneficios que dicho negocio va a obtener en los próximos años. La base de dicho planteamiento es sencilla, algo (supuestamente) vale lo que es capaz de generar. Supongamos además que en una compañía podemos diferenciar entre activos que forman parte del proceso de producción y otros que no (así como los beneficios anteriores no distribuidos, es decir, reservas). Lo lógico en ese caso sería valorar por un lado la capacidad de generación de beneficio y otra ese activo ajeno al proceso productivo. Una de las opciones más usadas era la valoración equivalente a 4 ó 5 años de beneficio actualizando rentas vía cálculo van y TIR .

Ejemplo en números

Empresa X

Activo total: 2.000 de los cuales 400 corresponden a un activo en suelo agrícola (vamos a suponer que el precio de dicho activo en balance corresponde a su precio de mercado actual).

  • Beneficio medio 5 años: 250

Todos los beneficios de años anteriores han sido distribuidos vía dividendos una vez alcanzados los mínimos legales establecidos de dotación a reservas.
Ante dichas cifras una posible valoración de la compañía sería 1.650 u.m (400 del activo más 250 por 5). 
Traslademos este ejemplo a la bolsa considerando que el valor del patrimonio neto de una compañía sería en nuestro ejemplo empresarial el valor del activo ajeno al proceso productivo (partiendo de la lógica que el patrimonio neto se va a mantener en caso de que dicha compañía tenga beneficios en un periodo determinado de tiempo) y por otro lado las ganancias anuales se destinan íntegramente a dividendos al accionista. El valor elegido es la todopoderosa Google (Alpahabet), veamos sus números (siendo cantidades aproximadas)

  • Número de acciones: 689.238.589,00
  • Patrimonio neto: 134.103.000.000,00
  • Valor patrimonio/acción: 194,57
  • BPA medio : 19,47 (contando desde 2011 a 2015)
  • BPA * 5 : 97,35 
  • Valor de la acción : 291,91 $
  • Cotización actual: 807,88 $

Tendremos pues que suponer, que una vez abandonada la lógica en una gasolinera, la diferencia de precio se encuentra en los intangibles, es decir saber de todos nosotros  más que unos mismos…

Este ejemplo se puede utilizar en cualquier acción para ver más o menos dónde se encuentra

P.D.: Y a la referencia  que siempre suelo desconfiar de los informes oficiales, leí el otro día que según el Foro Económico Mundial (WEF) la desigualdad y polarización social marcarán la próxima década. Lo considero preocupante (más allá de mi propia opinión sobre este tema) porque cuando las autoridades comienzan a hablar de un problema de calado suele ser porque el mismo está a punto de desbocarse o se halla ya desbocado, de fiesta hasta arriba de alcohol y sustancias estupefacientes…


Así que enlazando con el inicio de la entrada sobre la evolución del poder adquisitivo estamos avanzando alegremente en la senda de la desigualdad y la fractura de la pirámide social resultante de la finalización  segunda guerra mundial y el contrapeso de dos bloques económicos antagónicos. Y la historia nos ha repetido machaconamente que el germen de los más devastadores conflictos surgen  de las grandes desigualdades.  Así que en resumen nuestro egoísmo, avaricia y nuestra propia genética (con el gen del conflicto y la guerra)  nos empujan sin remedio  hacia el próximo conflicto bélico a escala mundial, y como ya dije en otra alguna entrada ojalá tarde 100 años más…

 

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