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Geopolítica o el viaje a ninguna parte

Quizás el título de esta entrada no se corresponda con la realidad, y por desgracia, sí se trate de un viaje con un destino concreto aunque (y en mi opinión) poco agradable. Con cierta periodicidad aparecen publicados informes de las principales agencias de inteligencia describiendo el panorama actual y su posible evolución. Todos suelen coincidir en que nos adentramos en un entorno inestable con borrascas y anticiclones por doquier. Y sí, alguna vez ya he comentado que los informes de las agencias gubernamentales me parecen poco consistentes, imprecisos y con la misma fiabilidad que un mono hasta arriba de denubil con una escopeta de ferias (sirva de ejemplo la fiabilidad de las previsiones de FMI, Banco Mundial, BCE, etc.) Y cómo ejemplo también podemos poner las elecciones de los dirigentes de estas mismas instituciones, póngase aquí varios ejemplos desde la Reserva Federal a nuestra coronilla coronada como vice del BCE en premio a la táctica económica y política del avestruz…Por por una vez coincidiré en que estoy de acuerdo en las previsiones generales que indican inestabilidad global. Aunque en este punto yo sería (y seré en esta entrada) más realista (¿un pesimista con un optimismo irredento?) en lo relativo a la situación actual. Y no sólo en geopolítica, sino también en geoestrategia, geoeconomía (y todas las geo que Uds. quieran, cual herboristería new age venida  a más…).

FMI

Pero primero para empezar daremos un pequeño repaso acerca de la geopolítica y la  historia. La misma palabreja suena a círculos cerrados de eruditos de Harvard. Pero la realidad es que la geopolítica siempre ha estado presente en nuestra historia (como seres humanos y cenutrios de primer orden). Aunque el término se acuñó en 1900 (pueden Uds acceder a la wiki pedia para conocer más detalles, la lectura no hace daño salvo  que te regalen un libro de la biografía de Belén Estebán o similar) La definición más acertada sería la búsqueda de influencia y las relaciones que se establecen entre diferentes fuerzas enfrentadas (o bien con intereses comunes y colaboradoras) en un determinado tablero (desde un escenario concreto a un escenario global). Y como decía ha estado presente a lo largo de la historia desde las civilizaciones del antiguo oriente (con sus alianzas, imperios, conquistas), el antiguo Egipto de los faraones (manteniendo su reinado con múltiples acuerdos con otras naciones a pesar de que existían otros imperios con más medios y recursos que podían poner en jaque la supervivencia de las diferentes dinastías), Roma (con sus conquistas, alianzas y su pax romana), el Imperio Español, y para mí el mejor ejemplo de geopolítica con el Imperio Británico (el mayor Imperio desde el punto de vista geográfico en diferentes continentes, el más extenso en un territorio contiguo fue el de los Mongoles con Gengis Kan).


La primera parada para entender (o al menos vislumbrar el devenir de la segunda parte del siglo XX) deberíamos buscarla en la finalización de la segunda guerra mundial y la consolidación de dos bloques antagonistas y protagonistas de la guerra fría. La existencia del bloque comunista  y el miedo al contagio del mismo en la parte occidental contribuyó de forma esencial a la creación y consolidación por parte de la socialdemocracia (sí, esa que hoy ni está ni se le espera  por desgracia) del llamado Estado del bienestar por la concesión de numerosos derechos (sanidad, salarios, etc.) por parte de la élite dirigente. Situación que se rompió drásticamente con el segundo acontecimiento que marco el devenir actual con la caída de muro de Berlín y la imposición de la visión neoliberal auspiciada por Reagan y Tachter (sí, ese presidente cuyas decisiones tomaba Nancy, y esa alegre urraca cuyos vástagos se dedicaban al comercio de armas por cuenta de los contactos de mamá).  La caída del muro parecía sostener la hipótesis de que una nueva pax americana era inminente con EEUU como potencia unipolar y la inviabilidad (apariencia) de conflictos entre grandes potencias. Con el paso del tiempo hemos descubierto que no eran salvo vanas ilusiones, castillos de arena en el fondo del mar (como cantaban unos galegos con pelo largo) dando lugar a un panorama incierto y de una complejidad extraordinaria por varios factores y situaciones:

 

EEUU: Con el advenimiento del  peluquín divino y sus promesas de América primero y volver a subir al tren de la prosperidad a los olvidados de la globalización hemos asistido al desmoronamiento de una política exterior clara y coherente por parte de los USA (menuda jaula de grillos tiene el señor Trump en la Casa Blanca). También al auge de los movimientos populistas y de extrema derecha en todo el mundo al ver que es posible ganar elecciones con programas disparatados y claramente populistas de por medio.  En el aspecto económico más de lo mismo, grandes promesas pero la realidad por ahora una reforma fiscal dirigida a las capas más desfavorecidas de la población (nótese la ironía, menuda reforma te ha salido eh pillín) y un nuevo deal inversor de cartón piedra (los fondos ya los aportarán las entidades locales y privadas, lo de pillín se queda corto). Sin contar el futuro efecto de  la reforma fiscal en los ingresos y el déficit (con el obamacare como principal damnificado)y la elección del dirigente de la reserva Federal.


Oriente Medio: posiblemente el tablero geopolítico más complejo (aunque al mismo tiempo interesante) en el que estamos asistiendo a la reedición de la guerra fría pero con más actores invitados luchando por la supremacía en una región clave para el futuro global. La guerra de Siria es el tablero en el que asistimos a los movimientos de cada participante en esta guerra (cruel y genocida con la población como ocurre siempre, aunque Asad y demás carniceros y genocidas se saldrán de rositas como siempre). Rusia, Irán, Turquía, los kurdos, USA, Israel y Arabia Saudí, suníes y chiíes, alianzas imposibles (Israel y arabia Saudí para frenar a Irán) conforman un lienzo de finos trazos y resultados imprevisibles. Del resultado de esta partida de ajedrez saldrán vencedores que cambiarán el mapa geoestratégico de la región y por ende del orden mundial (con fortalecimiento de unos y debilitamiento de otros)


África: Como bien dicen todos los informes un lugar sin solución. Pero sin solución ni oportunidades para la población que allí vive, no para las grandes corporaciones. Aquí China se ha adelantado al resto y ha comprado ya media áfrica y las reservas de materias primas a futuro.


Rusia: deriva autocrática (de democracia tiene bien poco) hacia un país empobrecido, corrupto, con una elite oligarca dominante y unas diferencias abismales entre las clases altas y las bajas. Con los diferentes movimientos llevados a cabo desde Moscú se busca consolidar a ojos del país la creencia de que vuelve a ser la superpotencia que puede rivalizar con EEUU por ser el gendarme global (y ya de paso barrer bajo la alfombra los problemillas de corrupción, desigualdades, falta de libertades, etc.)


China: el gigante asiático está en todas partes aunque alejado de los focos bélicos. Han ampliado su área de influencia a nivel mundial y están avanzando  a pasos agigantados en convertirse en el principal actor económico mundial a futuro. Cabe por saber cómo resolverán la reconversión de su economía hacia una economía basada en el mercado interno y el control de su bolsa y reservas de divisas.


Europa: La vieja Europa, la guardiana y adalid del conocimiento y la historia, el experimento político más atrevido de la historia se  desangra por sus costuras. El Breixit,  la existencia de países con inestabilidad política, los movimientos antieuropeístas que ostentan la gobernabilidad  (caso de Hungría por ejemplo), el futuro presupuesto europeo son factores que lastran el papel de Europa y condicionan su futuro como agente mundial de primer orden.


Nueva carrera armamentística: Como en un deja vu volvemos a hablar de cabezas nucleares, nuevos integrantes de ese club poco selecto de países con armamento nuclear. Dicha carrera armamentística no es más que otra muestra de este nuevo orden mundial inestable y plagado de riesgos e incertidumbres (aunque también oportunidades de mejorar en algunos aspectos)
Movimientos políticos: el populismo y los movimientos supremacistas, identitarios y xenófobos avanzan sin control reeditando la situación vivida en la vieja Europa en el periodo entreguerras. Y sin que existan opciones en los bloques tradicionales (conservador y socialdemócrata) que puedan frenarlos salvo haciendo suyos parte de los argumentos de dichas formaciones. Y por desgracia movimientos tradicionales como la socialdemocracia son incapaces de adaptar sus argumentos e idearios a la situación actual para dar solución a nuevos problemas.


Nueva era tecnólogica: Al igual que en la revolución industrial cambió nuestro mundo de forma drástica, la revolución tecnológica actual (y la que está por llegar) está cambiando nuestra sociedad y la forma de interrelacionarse (a nivel personal y gubernamental). Robotización de puestos trabajo, inteligencia artificial, espionaje, ataques cibernéticos, control de la población (por ejemplo las gafas que se están probando en china por la policía para reconocer y tener información de cada viandante) son algunos ejemplos. El futuro en este campo abre multitud de escenarios distintos con cientos de interrogantes en cada uno.. 


Aspecto económico: Como ya he comentado en entradas anteriores estamos en un escenario económico radicalmente distinto a cualquier otro conocido y que se escapa de los límites de las teorías económicas tradicionales. La globalización, la interrelación entre países y zonas geográficas, la inyección de ingentes cantidades de dinero al sistema para tapar los agujerillos anteriores (a ver cómo se reconduce la política monetaria), las guerras de divisas (soterradas) son nuestro día a día. A eso debemos añadirle el hecho más significativo, los efectos que  la caída del muro de Berlín y la victoria del liberalismo emanado desde la Escuela de Chicago ha conllevado. El capital es la única religión verdadera y sus sumos sacerdotes infalibles. Como resultado un agravamiento de las diferencias entre las clases alta y el resto de la sociedad, adelgazando y empobreciendo las clases medias y bajas. Más millonarios (concentración de lal 99% de la riqueza mundial en el 1% de la población) y más desigualdades como futuro recurrente.


Alteración estructura piramidal de la sociedad: al hilo del  punto anterior el nuevo orden económico mundial conduce a una alteración de la pirámide social, aumentando la base la misma y reduciendo las calases medias. Y como bien sabemos por la historia las grandes desigualdades son el detonante de grandes cataclismos sociales.


Crecimiento demográfico y limitación de recursos: en los informes más pesimistas se establece que con el crecimiento actual de la población y la necesidad de materias primas que conlleva dicho crecimiento hacen que a nuestro planeta azul le queden unas decenas (bastantes) de años aguantando a nuestra especie antes de provocar nuestra extinción

 

Conclusión: Todos los factores anteriormente descritos podrían ser ejemplificados a través de un símil bastante efectivo, el movimiento de las placas tectónicas. Al igual que debajo de nuestros pies la corteza terrestre no para de moverse creando en determinados momentos grandes tensiones que se liberan a través de terremotos  o maremotos, todos los factores descritos en esta entrada están actuando de la misma manera, silenciosa pero efectivamente. El futuro no parece muy halagüeño a la vista de todo lo anterior, pero quién sabe, igual nuestra especie es capaz de encontrar una solución a todos los interrogantes y desafíos que nos aguardan (y ya de paso fabricar el Delorean para viajar en el tiempo)…

P.D.: Desde el punto de vista bursátil la lógica impone que sigamos asistiendo a subidas (con movimientos puntuales de pánico) hasta que se dé el detonante de la próxima crisis (que en este caso no sería más que agravamiento de la anterior que nunca se fue del todo). Como detonante de la misma puede ser desde conflictos internacionales, a burbujas de monedas virtuales ayudadas por el exceso de efectivo por el mundo (deudas asociadas y demás, no tanto por el importe de las mismas que es una ilusión, como por la gestión de las mismas). En todo caso como buenas opciones de inversión las empresas que dominan el big data, las de materias primas (no tiene por qué ser el petróleo) y las de reciclaje. Una buena opción puede ser Xiaomi cuando salga a bolsa.

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