Ante el desplome de la bolsa española, los inversores pueden buscar nuevas salidas para rentabilizar sus ahorros, como operar en valores de la bolsa europea. Puede hacerse a través del EuroStoxx 50, el índice bursátil europeo que agrupa a las compañías más importantes de los países que componen la eurozona (Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, y España). Además, es posible también invertir a través de los mercados bursátiles que hay en las plazas europeas.
A través del EuroStoxx 50, el inversor puede contratar desde "telecos" (France Telecom, Alcatel, Nokia o Siemens), a los grandes grupos financieros del continente (Fortis, BNP Paribas, Credit Agricole o Deutsche Bank), pasando por los valores más relevantes del selectivo europeo como Danone, Allianz, Basf, E-ON, L,Oreal, Munchener Rueckver o Unilever, por citar tan sólo unos ejemplos. También están presentes los valores españoles de mayor capitalización: Banco Santander, BBVA, Iberdrola, Repsol y Telefónica, es decir, los "blue chips" del mercado bursátil nacional. Para calcular el EuroStoxx 50 se utiliza una fórmula en la que se incluyen las 50 compañías que lo componen, se atiende a su capitalización bursátil, su precio por número de acciones, y se aplica un coeficiente de ajuste, para asegurar que las operaciones corporativas que se produzcan no alterarán el valor del índice. Su composición se revisa una vez al año, normalmente en septiembre. Se ajusta por dividendos y por ciertas operaciones financieras en las compañías del índice, como ampliaciones de capital, escisiones, etc.
Otro modo de operar en la Bolsa europea es invertir en los mercados bursátiles que hay en todas las plazas del continente. Los índices más importantes son: Dax (Alemania), CAC 40 (Francia), FTSE 100 (Reino Unido) o S&P (Italia), en donde se producen más operaciones diarias de todo el continente, y en los que se incluyen las más importantes compañías de cada país.
Cómo operar
La contratación de valores bursátiles en otros mercados europeos sigue la misma mecánica que en España, aunque hay algunas diferencias que pequeños y medianos inversores deben tener en cuenta a la hora de dar sus órdenes de compra y venta de acciones. Por ejemplo, en aquellos mercados o valores internacionales en los que no hay conexión automática, o en los casos en que no sea posible utilizar dicha conexión, el proceso de tramitación de órdenes se realiza manualmente. Esto supone que la transmisión de la orden al mercado puede sufrir algún retraso y que la recepción de ejecuciones puede producirse hasta 24 horas después, con las consecuencias que puede acarrear tal demora en la inversión.
Respecto a la liquidación de las órdenes de bolsa internacional, si requieren cambio de divisa (las efectuadas en la bolsa londinense) y se marcan como ejecutadas antes de las 14:15 horas, se liquidarán ese mismo día. Las que no requieran cambio de divisa se liquidarán el mismo día, siempre y cuando la ejecución sea marcada antes de las 19:15 horas; la liquidación del resto de órdenes tendrá lugar al siguiente día hábil.
Hay otras particularidades en la contratación de la renta variable europea, como en el caso de las órdenes de compra pendientes de ejecución. Si ésta se procesa mediante conexión automática, la retención practicada se levantará al final del día en que la orden expira. Si se procesa manualmente, la retención se mantendrá un día más al existir la posibilidad de que la ejecución llegue al día siguiente. Otras limitaciones de los mercados europeos que pueden modificar la orden que el inversor mande desde España pueden ser, por ejemplo, que en Alemania el "broker",de forma discrecional, rechace una orden cuando su precio límite esté alejado del precio real de mercado. Asimismo, y por norma general, toda orden inferior a 100 acciones solo podrá negociarse al mercado; en caso de que tenga un precio límite, será rechazada por el intermediario financiero. En Francia, por otro lado, y también de forma discrecional, se rechaza una orden cuando su precio límite está alejado del precio real de mercado.
Las tarifas del mercado europeo
Hay varias posibilidades para realizar el pago de estas operaciones bursátiles, aunque no todas las entidades bancarias ofrecen la posibilidad de contratar este servicio internacional, y otras sólo operan en determinados mercados europeos. La tarifa más generaliza es la que permite contratar este servicio entre 20 y 25 euros, según la entidad con quien se contrate la cartera de valores. Esta comisión incluye el corretaje y los gastos de mercado, pero no los gastos de correo que son 0,29 euros aproximadamente. Además, algunos bancos y cajas disponen automáticamente del importe de las ventas realizadas para que el cliente pueda realizar nuevas compras.
Otra fórmula que desarrollan los intermediarios financieros es aplicar un porcentaje sobre el importe de la operación -generalmente entre un 0,10% y 0,20%-, con un mínimo que oscila entre 25 y 45 euros, en el que se incluye la comisión de corretaje. Otras entidades, por el contrario, para órdenes de hasta 15.000 euros cobran un importe fijo de 6 euros de media, sin olvidar la comisión del "broker", que tiene un importe variable del 0,30% sobre la operación realizada, con un importe mínimo que se sitúa entre 40 y 60 euros.
Tratamiento fiscal
La fiscalidad que se deriva de las operaciones bursátiles realizadas en los mercados europeos es exactamente la misma que la de las llevadas a cabo en España, es decir un 18%. La razón estriba en que Hacienda tiene un convenio para no pagar un doble impuesto y abonarlo sólo en el país de residencia, en este caso España.
De esta manera, el incremento patrimonial tributa de la manera siguiente: si las acciones fueron adquiridas con una antelación de hasta un año, el incremento tendrá la consideración de renta regular, integrándose en la base imponible del sujeto pasivo. En el caso de las acciones adquiridas con una antelación de más de un año y hasta dos años, entonces el incremento tendrá la consideración de renta irregular. Se aplicará el tipo mayor, referido tanto a la escala de gravamen general en la parte estatal como a la escala autonómica en la parte autonómica.
Ventajas e inconvenientes
Operar en el mercado bursátil europeo tiene una serie de ventajas, aunque también inconvenientes, que el usuario debe sopesar antes de realizar una inversión.
Ventajas
- El inversor puede acceder a valores de gran importancia y capitalización que no se encuentran representados en el Mercado Continuo español.
- Se pueden aprovechar las oportunidades de compra que aparecen en regularmente en estos mercados.
- La mecánica para realizar estas operaciones es tan sencilla como la utilizada en la renta variable española.
- Son cada vez más los bancos y cajas de ahorro que están desarrollando estos servicios, con tarifas cada vez más competitivas.
Inconvenientes
- Son valores más difíciles de controlar, y su seguimiento debe hacerse a través de la prensa económica especializada.
- Contratar este servicio es caro.
- Hay que conocer el comportamiento y análisis de la compañía en cuestión, así como el de su sector y la realidad financiera del país en donde cotiza.
- No todas las entidades financieras ofrecen este servicio.
Artículo publicado en consumer.es