Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error. Y es que a veces construir una cartera demasiado complicada es la verdadera razón del error. Hazlo de la manera que te sea más cómoda y fácil. Algo a tu medida y donde puedas minimizar los riesgos y las sorpresas. Por eso en este artículo vamos a contarte cuatro estrategias simples de gestión del riesgo de tu cartera.
¿Qué es la gestión del riesgo en bolsa?
La gestión del riesgo es el proceso de identificar, analizar y responder a los factores de riesgo para evitar o minimizar el impacto de posibles pérdidas del valor de nuestros activos.
En el contexto del mercado de valores, la gestión del riesgo se refiere a las estrategias y procedimientos que los inversores utilizan para proteger sus carteras de las pérdidas. Existen numerosos enfoques para la gestión del riesgo, algunas de estas estrategias comunes incluyen la diversificación, la descorrelación de los activos, o la limitación del capital en riesgo.
Al comprender y aplicar estas técnicas, los inversores pueden contribuir a mitigar los riesgos asociados a la inversión en bolsa. A continuación vamos a ver 4 estrategias de gestión del riesgo para tu cartera de acciones.
1.- Invertir en empresas que conozcas
Peter Lynch es un inversor, gestor de fondos de inversión y filántropo estadounidense. Como gestor del Magellan Fund de Fidelity Investments entre 1977 y 1990, Lynch obtuvo una media del 29,2% de rentabilidad anual, duplicando sistemáticamente el índice bursátil S&P 500 y convirtiéndolo en el fondo de inversión con mejores resultados del mundo.
¿Y cuál es su consejo para invertir con éxito? Invertir en empresas que conozcas y en productos que utilices a diario.
Pero, ¿podría considerarse esto una estrategia?
Realmente sí. Sin duda, algo con lo que tú tienes un contacto habitual, te da unas nociones bastante claras del éxito de dicho producto y de la empresa que lo fabrica. Cierto es que no conoces los entresijos internos. Como también es cierto a veces aparecen variables muy difíciles de haber tenido en cuenta con anterioridad. Pero dentro de todo, es mejor conocer y ser usuario de los productos en los que inviertes que no serlo.
Por ejemplo, tú ¿qué usas? ¿Mac o PC?
Los que usan Mac son tan “forofos” como los que utilizan PC. La única diferencia es que Mac, en sí, ya es una marca. Mientras que PC es algo muy genérico y no todas las marcas tienen las mismas características.
¿Te gusta Mac de Apple? ¿Por qué? ¿Coca-Cola o Pepsi? ¿Por qué te gusta exactamente? ¿Gillette o máquina eléctrica? ¿BMW o Benz? ¿Honda o Yamaha? ¿Qué te parecen sus nuevos productos?
Estas y otras preguntas, vale la pena que te las hagas cuando se te ocurra comprar activos de alguna compañía.
Imagínate que en breve una marca de motocicletas o de computadoras - ordenadores - saca un nuevo producto al mercado del cual todo el mundo habla.
Esto sin duda es un indicador muy certero. También podría ser un videojuego como el esperadísimo GTA Vl de Rockstar Games (AKE-TWO INTERACTIVE SOFTWARE), si te gustan los videojuegos, sabrás de que te estoy hablando.
Recuerda que solo son esas empresas que todos conocemos, sólidas y robustas, las que llegan a convertirse en tenbaggers.
Invertir en acciones con EXANTE
2.- Diversificación
Algunos se lo juegan todo al rojo -o al negro-. Pero para los que queremos activos fiables, seguros y rentables, establecemos estrategias seguras que nos aporten tranquilidad.
¿Cómo? Lo más básico es diversificar y no poner todos los huevos en la misma cesta. Da igual que creas que ese determinado activo es exactamente el que va a subir como la espuma.
Si resulta que te equivocas, el batacazo puede ser de órdago. Así que, más vale prevenir, que lamentar después. Diversificar es la manera de minimizar riesgos. Ahora veamos de qué manera se puede diversificar las inversiones.
Ejemplos de diversificación sería invertir en distintos tipos de activos: depósitos, divisas, acciones, deuda pública, commodities, criptomonedas...
Diversificación por empresas:
Consiste en distribuir el capital total que se desea invertir entre distintas empresas en lugar de destinarlo a una única compañía. Por ejemplo, en vez de invertir 20.000 euros en acciones de Inditex, se puede invertir paquetes de 5.000 euros en 4 empresas distintas del mismo IBEX 35.
OMNIA TEMPUS HABRENT o Diversificación temporal:
Dentro de la diversificación, esto significa hacer una serie de inversiones periódicas frente a una inversión puntual.
En otras palabras, es la clásica inversión de aportar un capital inicial considerable y después proceder a hacer aportaciones mensuales, con la idea de beneficiarse del interés compuesto a largo plazo.
Así, conseguimos balancear nuestro precio medio de compra que neutraliza, lo que neutraliza los vaivenes del mercado y evita comprar en un pico.
Y es que como sabemos existen 5 tipos de trading
- Scalping o trading de minutos
- Daytrading o trading intradia
- Swing trading (operaciones semanales)
- Position trading o Value investing (inversión a largo plazo)
Y es que como sabemos, en muchas ocasiones el largo plazo tiende a ser nuestro mejor aliado. De hecho, si cogieramos una secuencia histórica de inversión desde 1926 hasta 2018 (antes de la pandemia), nos saldría que mientras si practicamos trading intradía nuestras posibilidades de pérdidas son del 46%, frente a las del 54% de beneficio, a largo plazo, por ejemplo 10 años vista, nuestras probabilidades de obtener beneficios se dispararían al 95%.
No obstante, si aún así estamos dispuestos a soportar cierto grado de riesgo debido a los mayores potenciales beneficio, podríamos destinar un 20% a operaciones arriesgadas en intradía, otro 20% sería a corto plazo (anual o semestral), mientras que el 60% restante iría dedicado a inversiones a cinco años vista.
Hacer trading con EXANTE
Diversificación por sectores:
Cada uno de los sectores que conforman el mercado actual presenta unas características y un comportamiento específico ante los distintos ciclos económicos. Este criterio de diversificación ofrece la posibilidad de compensar el impacto negativo que pueda generar un sector determinado sobre el conjunto de la inversión. Efectivamente, en los sectores influyen distintas variables, como por ejemplo, el impacto del precio del petróleo - o del gas - o cuestiones de estacionalidad o de geopolítica. Diversificar por sectores es reducir el riesgo de una manera muy eficaz. Ejemplos de sectores:
1- Sector Salud
El sector de la salud está formado por acciones de empresas involucradas en una variedad de industrias relacionadas con la salud, desde productores farmacéuticos hasta dispositivos médicos y proveedores de servicios de atención médica, así como acciones de biotecnología y compañías de seguros. Ejemplos de grandes empresas de atención médica incluyen a Johnson & Johnson, Pfizer, UnitedHealth Group y Roche Holding.
2- Sector de Materiales
El sector de los materiales incluye empresas dedicadas a la fabricación de materiales de construcción, productos químicos, papel, vidrio, empresas especializadas en la fabricación de papel y productos forestales, y empresas metalúrgicas y mineras. Algunas de las compañías de materiales más grandes del mundo incluyen DuPont, Basf y The Sherwin-Williams Company.
3- Sector Inmobiliario
El sector inmobiliario incluye empresas que desarrollan o administran bienes inmuebles. Este sector también incluye sociedades de inversión inmobiliaria (REIT), que son empresas que compran múltiples activos generadores de ingresos, como edificios de oficinas y hoteles. Algunas de las compañías inmobiliarias más grandes incluyen American Tower, Simon Property Group, Prologis y Crown Castle.
4- Sector de consumo básico
El sector de consumo básico incluye empresas involucradas en alimentos, bebidas y tabaco, así como productores de artículos para el hogar y productos personales. Dado que se trata de bienes y servicios que los consumidores necesitan, independientemente de su situación financiera actual, los bienes de consumo básico se consideran un sector defensivo. Las mayores empresas de consumo básico incluyen a Walmart, Procter & Gamble, Nestle y The Coca-Cola Company.
5- Sector de consumo discrecional
El sector de consumo discrecional, también conocido como consumo cíclico, incluye empresas involucradas en las industrias minoristas, de comercio electrónico, hotelera, de artículos de lujo y de ocio y viajes. A diferencia de los bienes de consumo básicos, estos bienes y servicios son generalmente aquellos que los consumidores quieren, pero que no necesariamente tienen que tener. Las mayores acciones de consumo discrecional incluyen Tesla, Toyota, Nike, Booking y Home Depot.
6- Sector de Servicios Públicos
El sector de servicios públicos incluye empresas que brindan a los clientes servicios públicos, como agua, electricidad y gas. Dado que los servicios públicos se consideran esenciales para la vida diaria, el sector de los servicios públicos también se considera generalmente como un sector defensivo. Algunas de las empresas de servicios públicos más grandes incluyen NextEra Energy, Duke, American Electric Power y The Southern Company.
7- Sector Energético
El sector energético comprende empresas involucradas en la exploración, producción, refinación y venta de recursos energéticos, incluidos el petróleo y el gas natural, así como empresas que prestan servicios a estas industrias. El sector energético incluye algunas de las compañías energéticas más grandes del mundo, como Exxon Mobil, Chevron, Cameco y Saudi Aramco.
8- Sector Industrial
El sector industrial puede incluir empresas que están involucradas en una amplia gama de industrias, incluida la construcción e ingeniería de maquinaria industrial, aeroespacial y de defensa, y equipos eléctricos. Algunas de las empresas industriales más grandes del mundo incluyen Boeing, Honeywell, Caterpillar, United Parcel Service y Union Pacific.
9- Sector de servicios de comunicación
El sector de servicios de comunicación incluye proveedores de servicios de telecomunicaciones, como redes de telecomunicaciones inalámbricas, y también comprende empresas de medios y entretenimiento, incluidas empresas de radio y televisión más antiguas, así como empresas más nuevas de medios interactivos e Internet. Ejemplos de grandes empresas de servicios de comunicación incluyen Alphabet, Facebook, Tencent y Disney.
10- Sector Financiero
El sector financiero incluye una amplia gama de empresas financieras, desde bancos de inversión hasta bancos comerciales, compañías de seguros y proveedores de servicios financieros, así como empresas de gestión de activos y corredores financieros. El sector financiero incluye algunas de las compañías financieras más grandes del mundo como Visa, JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Berkshire Hathaway y Bank of America.
11- Sector de Tecnología
El sector de la tecnología incluye múltiples subsectores e industrias, desde productores de semiconductores hasta proveedores de software y hardware, así como acciones de Internet y computación en la nube. El sector incluye empresas con algunas de las capitalizaciones de mercado más grandes del mundo, como Apple, Microsoft, Nvidia, Adobe y Amazon.
Diversificación geográfica:
A pesar de que la economía se encuentra cada vez más globalizada e interconectada, el comportamiento financiero de cada país sigue presentando sus propias particularidades y tendencias. Dividir el capital en distintas regiones geográficas permite diluir el riesgo de que en una de las regiones se produzca una desaceleración. A nivel de inversión, el mundo está dividido en regiones, entre ellas Norteamérica, Latinoamérica, Europa, zona Euro, África, Asia Pacífico o Japón.
Invertir en índices bursátiles puede ser una muy buena idea si se entiende de política internacional y de macroeconomía.
Diversificación conjunta
Pero tal vez la mejor estrategia de cobertura frente a la incertidumbre y el riesgo sea mezclar todo tipo de diversificaciones. Por ejemplo, si se compra una empresa de un sector en España, podríamos proceder a comprar otra empresa de otro sector diferente en otro país o incluso área económica.
Pero es que además, una vez hecha dicha tal diversificación, podemos comprar un ETF indexado a un índice para empezar a hacer pequeñas aportaciones mensuales y beneficiarnos lo antes posible del largo plazo. Y este hecho nos lleva inherentemente a la siguiente estrategia en cuestión
3. - Invertir en acciones “descorrelacionadas”
Esta estrategia es otra opción. Se podría utilizar la mitad del capital disponible y dividirlo en dos partes. Una estaría destinada a índices de determinados países - o zonas geográficas - y la otra parte, a empresas de sectores con poca relación los unos con los otros. Por ejemplo:
- Emergentes + Energías
- Europa + Comunicación
- Américas + Servicios públicos
De esta forma, al invertir en acciones o ETFs descorrelacionados conseguimos diversificar el riesgo ampliamente, porque si cae determinado sector, país o índice, no tiene porque afectar al resto de nuestras inversiones en otros campos.
Por ejemplo, si en 2021 hubiéramos invertido en alguna FAANG y al mismo tiempo en una empresa extractora de litio, tras las caídas de 2022, se hubiera obtenido fuertes retrocesos en el sector tecnológico, pero rentabilidad positiva en el sector del litio, lo que sin duda hubiera atenuado la caída del valor total de nuestra cartera.
Invertir en aacciones FAANG
No obstante, empezar a realizar esta estrategia requiere cierto grado de autoconocimiento y control personal, ya que debemos elegir que es lo que pretendemos primar, rentabilidad en el corto plazo, asumiendo una gran cantidad de riesgo (y en muchas ocasiones llevándonos a las pérdidas), o rentabilidad a largo plazo de forma sólida y poco volátil.
4. - La regla del 5%
La regla del 5% es una filosofía que dice que un inversor nunca debe de estar arriesgando más del 5% de su cartera.
Pero, ¿cuál es el riesgo de una cartera? ¿Acaso significa que no debemos de invertir más del 5% de nuestros fondos? En absoluto.
La regla del 5% de riesgo en cartera significa que la posición que estamos arriesgando de cada uno de nuestros activos invertidos no superará nunca el 5% de nuestro capital destinado a la inversión.
¿Y cómo se puede asegurar tal nivel de protección? A través de los stoploss. Cada vez que abramos una posición, tendremos que saber el punto exacto en el que vamos a fijar nuestro stop de pérdidas. Y el capital que queda entre el punto de entrada y el punto donde está fijado el stop, es el capital que verdaderamente está en juego, el capital en riesgo, que según esta regla, nunca debería ser un 5% superior a todo el montante que tenemos destinado para la inversión.
¿Y por qué un porcentaje tan ajustado del 5%? Sencillamente por una razón, y es que cuanto más se pierde en bolsa, a la larga, más difícil es de recuperar. Es decir, si arriesgamos y perdemos un 5%, después necesitaremos algo más de ese 5% de beneficios para volver a quedarnos igual.
Sin embargo, si perdemos un 30%, nuestra rentabilidad exigida para volver al punto de partida deberá ser del 42%. Y si perdemos el 70% de nuestra cartera, necesitaremos recuperar un… 233% ¡Más que doblarnos!
Con todo, esta estrategia nos indica que una gestión del riesgo mínimo, implicará unas pérdidas mínimas, pero la posibilidad de recoger altos beneficios, pues una vez hayamos liberado dicho riesgo, tan solo deberemos dejar correr los beneficios hasta que cambie la tendencia. Siempre ajustando nuestro stoploss a un 5% del capital invertido.
En definitiva, aquí hemos visto cuatro formas diferentes de gestión del riesgo: Invertir en aquello que conoces, diversificación, “acciones descorrelacionadas” y la regla del 5% del capital en juego. Y tú, ¿con cuál te quedas? o ¿prefieres combinarlas todas?