La tecnocracia se ha entendido como "gobierno de los técnicos" y los ideólogos le han puesto al movimiento tecnócrata el glamoroso objetivo de "bienestar humano" que se supone que se optimiza mediante el análisis científico y el uso extendido de la tecnología con logo plagiado a los coreanos. En la práctica es mero gobierno de "administrativos" que no voltean a ver el bienestar humano, sino el de sí mismos, un sistema que está condenado a desaparecer.
Si miramos lo que nos vendieron como tecnocracia, no vemos ni técnica, ni ciencia, ni tecnología, ni bienestar humano. Sólo vemos administrativos cuyo trabajo es gestionar la propia existencia de la oficina administrativa.
Miramos a aquel administrativo que en sus funciones tiene la compra de artículos de oficina, el pago de la nómina, el pago del jardinero, el manejo de alquiler del edificio, las reparaciones del edificio, reembolsos y gastos de viáticos, etc. Si maginamos que una oficina hiciera sólo eso, veríamos que consume mucho dinero sin aportar absolutamente nada a nadie más. Es simplemente un administrativo gestionando su propia existencia.
Hubo un tiempo pasado en que había dos estratos de trabajadores, los sin educación que trabajaban como operarios, y los estudiosos que realizaban una labor "intelectualmente superior" de trabajo de oficina administrativa. Exactamente ¿qué hace un administrativo?
Si pensamos en trabajo puramente manual, lo que hace es registrar, clasificar y resumir las operaciones para interpretar sus resultados. En los 1980 eran apenas una caja negra de contenido desconocido en un diagrama de Michael Porter, en una época donde los "modelos de negocios" hacían que cualquiera que tuviera una manera de representar negocios en forma de esquema pudiese vender un libro y hacerse gurú de negocios sin ser gerente.
Ese trabajo manual no es un problema si tienes 20 clientes, pero si tienes 40 mil, la información tardará meses en procesarse, de modo que un informe gerencial se convierte en un dictamen forense que te dice lo que ya viste meses atrás. ¿Te imaginas lo que sería invertir con datos de varios meses atrás?
El ego del administrativo hacía que vieran a los operarios por encima del hombro, con cierto desprecio, como inferiores. El éxito en la vida era llegar a ser administrativo. Así era en esos tiempos. Es que se requería de mayor educación y nivel intelectual para registrar, clasificar y resumir las operaciones para interpretar sus resultados, o al menos eso creían.
También dicen que los administrativos son "tomadores de decisiones" y nos vendieron que ellos sabían decidir mejor que los demás. Les pagaban más porque eran "expertos". No era necesariamente porque hicieran bien su trabajo.
Pero ya hoy las computadoras vinieron a tornar lo manual en automatización, porque a un ordenador le importa lo mismo que tengas 20 registros o 20 mil. El ordenador vino a registrar, clasificar y resumir las operaciones para interpretar sus resultados a tal escala que un escuadrón de administrativos no podrían igualar en desempeño el proceso de reportería que un ordenador común te puede dar hoy... ¡¡Sin errores!!
¿Cual es el coeficiente intelectual de un ordenador? Realmente un ordenador no es inteligente, sino que sigue un algoritmo específico, y siendo así de tonta, la máquina puede superar al administrativo en desempeño.
De esta manera en la tecnocracia administrativa manual, de aquellos administrativos con ego alto, no veíamos ni técnica, ni ciencia, ni tecnología, ni bienestar humano en una oficina que gestiona su propia existencia.
Es que si abrías una sede en distintas provincias o países, cada sede debía tener al administrativo que gestionaba la existencia de cada sede. ¿Cuánto valor agrega gestional la existencia del administrativo? Desde hace más de 30 años se reconoce al administrativo como "gastos indirectos" u "overhead" que es esencialmente un gasto indeseable, pero un mal momentáneamente necesario.
Hasta cierto punto era bueno que existiera, porque así los desplazados por las máquinas podrían tener más espacio de empleo en la economía al pasarse los estudiados a una oficina, dejando vacías las sillas fente a las máquinas de la planta industrial que si representaban costos directos de producción. Dicho de otra manera, el administrativo es gasto improductivo que contrasta con el sentido de superioridad del administrativo. Es que tener oficina propia era como tener tu propio salón palaciego, un lujo que los operarios no tenían. Pero hoy hasta los CEOs usan cubículos porque así se comunican mejor y se enteran mejor de lo que ocurre.
Eran tiempos pasados donde al vestir con tuxedo eras importante, y si vestías pantalones vaqueros eras ordinario. Pero luego eso cambió, porque Steve Jobs vestía vaqueros en las presentaciones, y Jeff Bezos se vistió de caja fuerte en la TV (sólo él conoce la combinación). Y así el vestuario dejó de diferenciar a los de arriba y los de abajo. Todavía en los 1990 en los medios en EUA confundían el atuendo común de Bezos con su capacidad para elevarse a las alturas. Al verle, decían que su éxito era temporal. Y la temporalidad se extendió mucho tiempo.
¿Qué era exactamente o que hacía superior al administrativo? Al final no eran tanto sus estudios como su atención al detalle y la capacidad de ordenar y organizar información, una capacidad que el ordenador tiene.
El trabajo administrativo pasó de países desarrollados a países pobres, donde se sistematizó y luego se automatizó. Curiosamente el trabajo adminstrativo no requirió de personas tan estudiadas, sólo que supieran hablar y leer, y con un entrenamiento efectuaban la tarea. Es que las empresas desentrañaron la caja negra administrativa, botando el mito de superioridad aria de administrativo sobre el operario.
El administrativo es el empleado que está más lejos del cliente, más lejos de poder ayudar o negociar con otros, no es gasto productivo sino indirecto, mal necesario. ¿Qué es exactamente lo que hace superior al administrativo frente al operario o el vendedor? ¿Adonde está el bienestar humano que nos prometieron con la tecnocracia administrativa? Un banco es hoy una tecnocracia pura. No producen nada. Se componen de gente que convence a otros para que firmen, otros que cobran, y otros que procesan datos. Está claro por que en Davos al anunciar la cuarta revolución industrial se habla de empleos administrativos perdidos. Curiosamente la tecnología vino a terminar con la tecnocracia administrativa.
¿Cuáles empleos vendrán en su lugar? Mientras haya automatización, habrá gente automatizando (informáticos y matemáticos), pero en realidad lo que agregará valor será que puedas entregar algo real con tus manos que puedas decir que fue una obra tuya. Ya sea que sepas hacer un robot con madera impulsado con un taladro, o un satélite de telecomunicaciones, o una sonda marciana, o un software. Todas esas cosas son reales, funcionan.
En el futuro se perfila algún tipo de "artesanía tecnológica" que será algo similar a lo que el Renacimiento fue para el arte. La artesanía puede ser mecánica (hardware) o en software.
Hay muchas cosas que no han sido inventadas. Y lo más caro en proyectos en la era tecnológica es la mano de obra, de modo que si tu haces algo por tu cuenta, te ahorraste una enorme tajada de los costos.
La tecnocracia parece tener sus días contados. Existen las razones y los medios para acabar con el empleo administrativo. Al final puede ser que hablemos de los administrativos en el futuro como hoy hablamos de los expertos en macramé. La era de la tecnocracia parece querer llegar a su fin pronto.