Este fin de semana hemos conocido la retirada de la candidatura de Larry Summers al puesto de presidente de la FED, lo que ha provocado que los pares que se crucen con esta divisa empiecen la semana con un pronunciado GAP. Esto es debido a que Summers era el candidato que más a favor estaba de la retirada del estímulo monetario.
Llevamos desde principios de año con el debate de la posible retirada del QE ¿Será buena para la economía de EE.UU?¿Cómo afectará a las balanzas comerciales de otros países?¿Gracias a esto podrá reducir Europa su excedente?.
Esta semana se reunen los principales responsables de la política monetaria de Estados Unidos para decidir si se hace o no efectiva la retirada del QE y cúando y cómo se haría.
¿Veremos al Eur/Usd por debajo del 1.30 a finales de año?
Si se inicia el tapering del QE el dólar americano (USD) se apreciará, ya que amuentarán los tipos de interés y será más atractivo para los inversores. Esto implicaría una caída del Eur/Usd, puesto que la paridad entre el euro y el dólar americano se igualaría, con un objetivo cercano al 1.25 según los expertos.
Pero la posible retirada del QE no es la única razón por la que el par puede bajar del 1.30:
La diferencia entre el desempleo de la eurozona con respecto al de EE.UU y el Eur/Usd es la más grande desde la existencia del Euro y ha ido creciendo.
La inflación subyacente de la zona euro y el Eur/Usd han estado divergiendo durante casi todo el 2013.
Los datos sorpresa de la eurozona con respecto a los de Estados Unidos han comenzado a deteriorarse en comparación a los datos que apoyaban al euro durante gran parte del verano.
La balanza por cuenta corriente de la eurozona ha empezado a deteriorarse recientemente, rompiendo así su correlación sobre el euro.
La reducción de las posiciones cortas en el euro según la CFTC (Commodity Futures Trading Commission).
Este último dato es muy importante, la reducción de posiciones cortas en el euro desde la reducción de los riesgos de cola (cisnes negros) OMT (Outright Monetary Transactions) del BCE han podido apoyar al euro a pesar de la baja inflación y del mercado laboral de la zona euro.