Durante este año, y debido a la pandemia muchas acciones han recortado los dividendos y dado que esta estrategia de inversión ha sido una de las peores del año, algunos nos preguntamos si lo pero ya ha pasado y si puede ser una estrategia ganadora para 2021. moda de comprar las acciones por dividendo.
Veámos los datos
Según el conocido estudio de Janus Henderson Global Index la situación actual es la siguiente:
Como vemos la caída es del 14% con disparidad por zonas, donde las zonas geográficas donde mejor han combatido la pandemia como China y Canadá han resistido mejor. En USA hay que tener en cuenta la supresión de las recompras de acciones.
Después de que un tercia de las empresas hayan recortado o suprimido el dividendo principalmente de acciones bancarias, ocio y coches, parece que hemos tocado suelo. Prueba de ello es que incluso sectores muy afectados por las posteriores incidencias de la crisis como el bancario parecen retornar al mismo aunque en menor cuantía.
Si miramos el largo plazo lo acontecido es un mero bache ante la tendencia del crecimiento de los dividendos distribuidos.
Veamos la distribución por sectores:
Parece que lo peor ya ha pasado aunque no será hasta finales de 2021 cuando volveremos a un crecimiento de los mismos.
La pregunta clave es ¿es conveniente anticiparse a este movimiento en las acciones europeas?
Todo depende principalmente del sector bancario que parece aguantar bien en los últimos tiempos gracias a la asunción de muchos de sus tradicionales riesgos por parte de los estados, al incremento del peso de las comisiones y a operaciones corporativas.
Como sabemos los mercados anticipan las noticias y algunos brokers ven subida de la cantidad distribuida de dividendos para el próximo año del 12-15%.
Cuando John D. Rockefeller, el primer multimillonario y filántropo de renombre del mundo, comentó sobre su placer de recibir dividendos de Standard Oil, sin darse cuenta estaba defendiendo las empresas que pagan altos dividendos. Estas acciones no solo recompensan a sus inversores con un nivel de ingresos atractivo, sino que sus otras cualidades pueden traducirse en rendimientos totales superiores al promedio.
Históricamente, las acciones que pagan dividendos más altos han mostrado rendimientos más altos y niveles más bajos de riesgo.
Lo verdaderamente importante es comprobar si las palabras de Rockefeller tienen vigencia hoy en día en un mundo donde las acciones de crecimiento se ven apoyadas por los bajos tipos de interés.
En los próximos meses vamos a escuchar argumentos como:
Una de las razones que explican las características superiores de rentabilidad-riesgo de las acciones con altos dividendos es que un alto nivel de pago de dividendos disciplina la gestión. Si una empresa tiene demasiado flujo de caja libre a su disposición, los gerentes pueden verse tentados a emprender proyectos que destruyen el valor o gastar en salarios o beneficios excesivos.
Otro dato a considerar es que, a largo plazo, los dividendos son el principal impulsor de la rentabilidad de las acciones. Solo unas pocas empresas han podido generar rendimientos a largo plazo superiores a la media solo con los aumentos del precio de las acciones.
Los dividendos también han demostrado ser una buena protección contra la inflación. Los pagos de dividendos históricamente han ido al mismo ritmo que los niveles de inflación. La explicación es intuitiva: en períodos de inflación, la mayoría de las empresas pueden elevar los precios de sus bienes o servicios y, como tal, aumentar las ganancias nominales. Esto luego se traduce en dividendos más altos.
Como en todas las circunstancias hay que separar el trigo de la paja y comprobar que los dividendos se pagan con beneficios ordinarios y son crecientes o por lo menos sostenibles ,ver su pay-out y aquí entramos en las valoraciones.
Altos dividendos con altos pay out pueden ser no sostenibles y aquí recuerdo las acciones de Huarte (constructora española para los jóvenes) que compré con una rentabilidad por dividendo del 13% y que a los dos meses quebró.
Vamos a ver los comparativos con otros nichos del mercado de inversión.
Como vemos el rendimiento de los dividendos en Estados Unidos es comparable al rendimiento de los bonos corporativos estadounidenses y ampliamente superior al de otros mercados.
Las acciones son, por supuesto, una opción de inversión más arriesgada, ya que los inversores pueden no recuperar el capital original que invirtieron. Pero a cambio ofrecen el potencial de apreciación de capital, así como incrementos de dividendos.
Ante las bajas rentabilidades de la deuda pública, y el agotamiento de las fuentes clásicas de ingresos,algunos inversores se decantarán por formas de préstamos directos a empresa y particulares y otros buscarán pasar de renta fija a acciones.
Creo que una cartera de acciones por dividendo tan famosas y estudiadas en USA para completar el retiro tiene sentido siempre que no caigamos en trampas de valor.
Ante un crecimiento previsto y consensuado de beneficios en Europa del 40% y el retorno del valor es conveniente plantearse si esta estrategia está bien valorada tanto absoluta como relativamente.
En Europa con una rentabilidad por dividendo del 2,4% y el bono alemán en negativo, nos hace comprar está tesis de inversión con un margen del 2,6%, cuando los datos históricos nos muestran desde 2000 que la media histórica de este diferencial ha sido del 0,3%.
En la segunda parte examinaremos algunas acciones y fondos que nos pueden servir de ayuda para esta tesis de inversión.