¿Qué podría tener en común el error de
Warren Buffet[1] de no participar en el negocio que su amigo
Tom Murphy ofreció en 1968 llamado
Integrated Electronics (INTEL) con el comportamiento de un pequeño inversor al no tomar en cuenta a otros sectores, países o regiones? ¿Qué similitud hay entre
Santander siendo engañado para invertir con
Madoff y el de un pequeño inversor cayendo en las garras de un vende motos? ¿Qué semejanza existe entre un inversor que confía demasiado en su estrategia y valoración y los
Fondos Quants perdiendo dinero en 2008 por pensar que sus sistemas eran infalibles?
El común denominador de éstos y muchos mas errores cometidos por nosotros y hasta por los inversionistas mas avezados, podría ser los
sesgos cognitivos o en otras palabras, las trampas que nuestra mente nos juega al percibir la realidad. Estos fenómenos son analizados por la psicología y aunque han sido estudiados desde hace varias décadas, sólo después de que la crisis del 2008 reveló las fallas del
homo-economicus comenzaron a ser mas famosos y con ellos la rama que los investiga:
Behavioral Finance/Economics
En esta serie de post resumiré algunos de los
sesgos, que según yo, mas afectan al inversionista porque tal vez conociéndoles mejor y estando conscientes de ellos podremos cometer menos errores.
Defensa del Status Quo
Es la tendencia a mantener decisiones anteriores a pesar de los cambios a nuestro alrededor. Las personas suelen sentirse mas cómodas con su estado actual y son
reacios a los cambios o a conocer y explorar cosas nuevas. Así, los inversores son mas propensos a quedarse con la misma asignación de activos de su portafolio por mucho tiempo, haciendo caso omiso a su edad, aversión al riesgo, retornos,
trampas de valor o a la variación en los porcentajes de asignación por evolución de los precios. El
costo de oportunidad de quedarse en la misma situación por miedo, comodidad o falta de conocimiento es alto, sobre todo si se aferra a acciones o instrumentos independientemente de su desempeño[2]. A veces otros sesgos son culpables de éste como la
Ilusión de Control, la Ilusión de la Percepción Asimétrica o Exceso de Confianza, pero de ellos hablaré en la segunda parte de esta serie. Una forma de reducir este sesgo sería hacer comparaciones con portafolios similares, revisiones periódicas y buscar alternativas parecidas y viables.
Aversión a la Ambigüedad
Somos propensos a rechazar situaciones inciertas y con probabilidades desconocidas, sin dar oportunidad a conocerlas y estudiar mas a detalle. Todo aquello que no es familiar tiende a ser rechazado súbitamente. Es muy parecido a juzgar a primera vista. Este sesgo esta muy relacionado con el anterior porque al no dar la oportunidad a explorar e investigar otras opciones, sólo se reafirma el Status Quo y la permanencia. Rehuimos a decisiones complicadas, difíciles, laboriosos y optamos por lo popular o mas conocido, llevándonos otra vez al Status Quo. El problema aquí es que precisamente lo "conocido y popular" no siempre es lo que mejor funciona en bolsa. Este sesgo puede conducir a procrastinar y postergar decisiones importantes sobre nuestras inversiones, ya que preferimos no complicarnos la vida hoy a costa de nuestro posible futuro. Un ejemplo es seguir con nuestros depósitos bancarios o con nuestro fondo de toda la vida de altas comisiones y bajos resultados o comprando matildes y santanderes para seguir con nuestra asignación predeterminada. Voluntad y curiosidad son necesarias para minimizar este fenómeno.
Sesgo Doméstico
Este sesgo se refiere principalmente a la tendencia de las personas a invertir grandes porcentajes de su portafolio en acciones de la compañía en la que trabajan, pero también puede ser aplicado a aquellas personas que invierten la mayoría de su dinero en empresas nacionales o incluso locales de su misma comunidad. Esto sucede porque estamos dispuestos a apostar más en cuestiones familiares a nosotros que en cuestiones que no lo son, aunque ambas tengan las mismas probabilidades de éxito. La incertidumbre sigue existiendo, pero la descartamos porque sentimos que al ser algo mas cercano tenemos mas control, aunque ésto sea sólo una ilusión.
Aversión a los Extremos
Al ofrecernos varias alternativas descartamos automáticamente o vemos menos atractivas las que tienen Valores Extremos y nos inclinamos por aquellas con valores intermedios. El problema aquí es que las alternativas pueden ser independientes y mutuamente excluyentes y por tanto no tiene sentido comparalas. Además también implicaría que una vez descartados los Valores Extremos, los Intermedios también podrían tener Extremos entre ellos y al realizar este proceso varias veces podríamos estar desechando alternativas muy buenas. Un ejemplo sería ir descartando Fondos o ETFs con base a sus comisiones sin analizar mas variables que posiblemente no estén en los Extremos. Otro ejemplo podría ser descartar automáticamente las empresas con valores altos de PER, omitiendo el hecho que muchas empresas con alto PER son consideradas Growth y pueden ser oportunidades de mediano plazo. Este sesgo no sólo se refiere a Valores Altos sino también a Valores Pequeños. Descartar automáticamente nos puede privar de buenas oportunidades y los Valores Intermedios no siempre son no siempre es la mejor opción.
Sesgo de Disponibilidad
También conocido como
Disponibilidad Heurística. Los eventos mas recientes son los mas disponibles, no sólo por nuestra mente para recordarlos sino por los medios de comunicación. Lo mismo sucede con eventos destacados o vívidos en la memoria como son las crisis. Nuestros recuerdos y sentimientos hacen que nuestras
valoraciones sean exageradas muchas veces y genera un cortoplacismo que da demasiado peso a hechos muy recientes o comparaciones con sucesos anteriores que nos marcaron pero en diferentes contextos. Todo ésto hace que calculemos mal las probabilidades, guiando nuestras expectativas con base a lo que acaba de ocurrir o a lo que recordamos y no con base en lo que sucederá o realmente sucedió. Un ejemplo es el enorme pesimismo que existe tras una caída muy fuerte de la Bolsa y como ese pesimismo dura inclusive cuando la Bolsa rebota. Tal vez este sea el sesgo que mas aprovechan los verdaderos
Contrarians.
Sesgo de Confirmación
Es la tendencia a buscar selectivamente evidencia y ejemplos que respalden nuestras ideas, creencias y expectativas, sin importar si son sólidas porque no las ponemos aprueba, simplemente las aceptamos y tomamos como verdaderas por estar de acuerdo con nuestro pensamiento. Por eso lo mejor que podemos hacer es buscar argumentos que desafíen nuestra percepción, ser nuestros propios abogados del diablo, sopesar las Ventajas y Desventajas de cada alternativa, tomar como premisa que siempre podemos errar y aceptarlo. En pocas palabras seguir el método de Tesis, Antítesis y Síntesis. Así pues, al buscar información de porqué deberíamos comprar una compañía o un ETF, también deberíamos buscar información del porqué no deberíamos hacerlo.
Sesgo Inductivo
El proceso inductivo con base a observaciones particulares infiere principios generales, pero debemos se muy cuidadosos, ya que muchas veces se cae en el error de generalizar simplemente mostrando un par de ejemplos que coincidan con nuestra percepción, ésto nos hace caer en el Sesgo de Confirmación y se convierte en un círculo vicioso. La inducción en las inversiones hace referencia a un proceso bottom-up y por eso es muy importante no brincar a una conclusión rápidamente tomando los datos mas recientes o vívidos, cayendo en el Sesgo de Disponibilidad, sino hacer una muestra representativa y no caer en la Aversión a la Ambigüedad o a Extremos rechazando ejemplos y datos poco conocidos o que contradigan nuestra hipótesis inicial. Realizar un buen proceso inductivo nos puede ayudar a prevenir situaciones como las de 2008, 1987, etc.
Sólo quiero aclarar que los sesgos no son leyes generales del comportamiento de todo inversor por tanto siempre existirán excepciones. En referencia a primeros cuatro sesgos del post, aunque moderarlos podría traer beneficios a nuestras inversiones nada es 100% seguro y en el caso específico de estos sesgos el resultado podría ser ambiguo, en algunas ocasiones podríamos ganar mas dinero pero en otras podríamos perder.