We tend to overestimate the magnitude and speed with which negative factors will erode profitability. [1]
La Inversión en Valor o Value Investing tiene muchas corrientes y muchas formas de ser aplicada. El común denominador siempre es conocer el Valor de la empresa antes de comprar y saber la diferencia entre Valor y Precio. En todas las variantes del Value Investing hay oportunidad de hacer dinero, pero no todo depende del Valor, sino también de escoger la rama que más se ajuste a nuestra personalidad, con la que más cómodos estemos y cuyos principios nos hayan convencido totalmente, porque sólo así seremos capaces de seguirla cuando la duda, el pánico o la euforia quiera mermar nuestra confianza.
Aunque pueden existir muchas combinaciones, las diferentes ramas del Value Investing se podrían agrupar así:
- Deep Value (Net-nets de Graham)
- Activos ocultos y suma de las partes (Holdings, compañías con negocios en varios sectores, etc)
- Compañías de Calidad a precios baratos o justos (al puro estilo del abuelo Buffett o Greenblatt)
- Analizar al Management (que el CEO y el consejo de administración no sólo sean buenos administrando y ampliando el Moat, sino también asignando el capital lo mejor posible para obtener excelentes retornos)
- Clonar a los Super Inversores (el puro estilo Pabrai revisando los 13F)
- Small Cap y Micro Cap (invertir en empresas de pequeña capitalización que tienen poco seguimiento de analistas)
- Situaciones Especiales (spin-offs, OPAs, cancelación de dividendos, eliminada de un índice, etc)
- Empresas apalancadas y en dificultades (turnarounds)
- Inversiones en Valor Internacionales (voltear a ver otros países aparte del nuestro)
Cada corriente del Value Investing tiene sus ventajas y desventajas, sus límites y trucos, y si los conocemos a fondo seremos capaces de mejorarlas, ajustarlas a nuestras necesidades y saber qué es lo que NO debemos hacer. Precisamente de todo esto habla el Libro The Manual of Ideas: The Proven Framework for Finding the Best Value Investments. Es un excelente compendio que examina minuciosamente todas las corrientes que he mencionado, detallando sus pros y cons, analizando por qué funcionan y qué podemos hacer para mejorarlas, o qué No debemos hacer o cuáles son los errores más comunes en los que caemos al aplicarlas.
A diferencia del libro que mencioné la semana pasada que iba enfocado a los novatos, este libro es para inversores serios y curiosos de nivel intermedio (o ya no tan novatos) y avanzado que quieran mejorar su análisis tanto cuantitativo como cualitativo. Es para todos aquellos que quieran encontrar los matices y rarezas escondidas en los rincones del Vaue Investing. El libro ha sido recomendado por algunos de los mejores inversores del planeta y de hecho el prefacio fue escrito por Thomas Gayner, Presidente y CIO de Markel Corporation, de quien Buffett y Munger han expresado su admiración y respeto.
El libro además tiene la genial idea de tener un resumen al final de cada capítulo para hacer más fácil y rápido el repaso de los puntos clave y esto lo hace un genial libro de referencia para futuras consultas, algo así como un diccionario del Value Investing. Dicen que uno puede medir qué tanto ha aprendido de un libro dependiendo del número de notas y subrayados, bueno pues este se ha llevado el record de los últimos años.
Antes de escribir el libro, el autor John Mihaljevic, fundó un servicio con el mismo nombre (The Manual of Ideas) donde frecuentemente entrevista a los mejores inversores y les pregunta sobre sus inversiones y el porqué de ellas, además de consejos, posibles ideas o lugares dónde buscar gangas, screeners, etc. De hecho, inversionistas de la altura de Paramés (de Bestinver) o Howard Marks han recomendado no sólo el libro sino también su Newsletter. Aparte de su servicio de Newsletter (al cual No estoy inscrito), tiene un blog donde gratuitamente expone algunas ideas y cuelga fragmentos de las entrevistas de vez en cuando. Aunque es gratis, no tiene desperdicio, yo he obtenido geniales consejos e ideas de ahí como Luxottica y Porsche. Gracias a todas las entrevistas e ideas que ha extraído de los grandes inversores, el libro está lleno de geniales anécdotas, ejemplos y casos de estudio.
El autor enumera en cada capítulo las herramientas y checklists recomendados para cada método; detalla el cómo y el dónde del que yo ya he hablado. También explica los riesgos y posibles peores escenarios de cada estrategia y qué hacer para disminuir la probabilidad de ocurrencia. Por ejemplo, en el capítulo acerca de clonar las carteras de los Super Inversores, escribe las consideraciones a tomar en cuenta como No dejarnos llevar por apuestas individuales si no sabemos cómo complementa dicha apuesta al resto del portafolio. El autor utiliza varios ejemplos y uno de ellos es el de Soros quien pudo haber comprado alguna empresa pero no sabemos si está cubriendo dicha compra con otro instrumento derivado o simplemente forma parte de una canasta diversificada que se moverá toda en caso de algún evento macro, o si solo la ha comprado para tener derecho a votar en el Consejo de Administración con el propósito de vender la compañía a pedazos o hacerla quebrar para cobrar el dinero del Credit Default Swap. También menciona cómo podemos verificar que la filosofía y forma de operar del Super Inversor sea similar a la nuestra antes de enamorarnos de alguna de sus posiciones, o cómo interpretar las compras/ventas y aumento/disminución de valor en sus carteras.
Algo que me gusto mucho fue cuando explica que Inversión en Valor no sólo implica comprar empresas caídas, odiadas, poco populares o subvaluadas, sino también aquellas que cotizan cerca de su valor justo pero cuyo potencial de valor y crecimiento aún no ha sido reconocido. Y claro, da algunos consejos para identificar estas oportunidades Mungerianas.
A través del libro el lector se dará cuenta cuál es la corriente de Value Investing que mejor le va. Personalmente la rama con la que menos cómodo estoy fue la de los turnarounds y situaciones especiales para las cuales yo preferiría comprar un ETFs, porque soy algo burro para analizarlas. Aunque el autor da algunos consejos para que el pequeño inversor tenga mayores probabilidades de éxito en estos casos, como dije al principio, debemos escoger la estrategia que mejor se adapte a nuestra personalidad y esta no se adapta a la mía. Es una lástima porque se puede hacer mucho dinero aquí.
Una de las enseñanzas que más me gusto fue que antes de hacer la tesis y la narrativa de por qué una Inversión es una buena apuesta, debemos revisar si los datos cuantitativos y cualitativos son realmente buenos. Antes de ver y soñar con las posibilidades y futuras promesas, hay que revisar la realidad y las probabilidades. En vez de comenzar con la conclusión y buscar pruebas para reforzarla, primero debemos comprobar la hipótesis y desafiarla para ver si encontramos alguna grieta.
Me gustaría colgar mis tres frases favoritas, pero ha sido bastante difícil escoger, así que colgaré seis:
When we value a company based solely on readily ascertainable balance sheet values, we run the risk that those values erode over time, negatively impacting future equity value
Unfortunately, when intrinsic value stagnates over time, Mr. Market is in no hurry to revalue an asset, turning it into the feared value trap
We apply the following rule of thumb: If two or more superinvestors own an equity security, whatever value may reside in it cannot be regarded as hidden. Value is also not hidden if two or more superinvestors disagree on the merits of an investment case
Unfortunately, when you focus on the price, you usually don’t know when to buy, and even worse, you usually don’t know when to sell
it is usually easier to dismiss a flawed concept than to prove a valid one, it is generally easier to dismiss unattractive investment candidates than it is to embrace the right opportunity
One of the dangers of tracking superinvestors is our propensity to elevate them to hero status. Superinvestors are neither heroes nor infallible. The specific idea we might be copying could turn out to be the one investment in a superinvestor’s portfolio that becomes a complete write-off. As a result, cherry-picking an investor’s portfolio may be a sound strategy only if the chosen ideas survive our normal idea evaluation process.
Definitivamente The Manual of Ideas es un libro que vale la pena leer cada tres o cinco años.