Most people who think they are investing are speculating. And most people who think they are speculating are gambling.
La semana pasada tuve la fortuna de estar en una reunión con colegas y yo puse sobre la mesa el tema de GOWEX. Después de relatar mis percepciones sobre el comportamiento de las masas, uno de ellos me corrigió y dijo que no es necesario pertenecer a la muchedumbre (crowd) para comportarse igual a ella, que incluso estando totalmente solo en el polo norte una persona puede mostrar comportamientos similares, como son: impulsividad, tomar decisiones por instinto y emociones, comportamientos extremos e irracionales, irritabilidad y falta de escepticismo o autocritica.
Según él, hacer esta distinción nos ayudaría a evitar el contagio incluso cuando los únicos contagiados somos nosotros mismos, ie, a veces actuamos como borregos sin siquiera pertenecer a una manada o sin que ésta exista. Como conozco muy bien a quien estaba hablado no me creí que toda esta teoría fuese inventada por él, así que le pregunté dónde la había leído. Me dijo que lo había leído en un libro publicado en los 90s, me lo recomendó mucho y lo compré para Kindle.
El libro es: What I Learned Losing a Million Dollars de Jim Paul y de hecho lo acabo de terminar. El autor relata el camino de su genial y terrible experiencia como trader de commodities al llegar a la cima y después perderlo todo y terminar endeudado. Aunque Jim Paul es un trader las conclusiones son también aplicables para inversores o cualquier operación en Bolsa y es que los comportamientos que el ser humano expresa cuando sufre este tipo de pérdidas monetarias o cuando tiene una posición perdedora dentro del mercado, son muy similares en todos nosotros. De hecho cuando uno lee el libro siente que le están leyendo la mente o incluso que está reviviendo los momentos de alguna posición perdedora, o al menos eso me ha pasado a mí y al amigo que me recomendó el libro.
Ahora creo recordar que Nassim Taleb ya había escrito alguna referencia de este libro en el Cisne Negro, aunque según las reseñas editoriales de amazon fue en Antifrágil. Después buscaré con tiempo, pero la opinión de Taleb es: One of the rare noncharlatanic books in finance, y la verdad es que ha dado en el clavo porque la mayoría de los libros sobre Bolsa e Inversiones (y tengo que aceptarlo porque yo he escrito reseñas de algunos) hablan sobre lo que uno debe hacer para ganar dinero, pero el problema es que si realmente fuese tan fácil como leer un libro entonces todos ganaríamos dinero y es obvio que eso no pasa. En cambio este libro no habla de las muchas formas que existen de hacer dinero en la Bolsa, que de hecho muchas de ellas se contradicen, sino de lo que hay que hacer para no perderlo y es curioso porque en este tema muchos Grandes Inversores tienen similitudes. Tal vez por eso me ha gustado tanto porque su análisis se enfoca precisamente en las cosas que No debemos hacer y que debemos evitar, pero que desgraciadamente hacemos con frecuencia y a veces sin darnos cuenta.
Uno de los grandes problemas que señala el autor es que somos propensos a personalizar las ganancias y los éxitos, y esto nos lleva a pensar que somos unos genios y que nuestra sola presencia o participación es la causa directa de esas ganancias y éxitos, cuando la verdad es que pudo haber sido suerte o una combinación de eventos y nosotros por casualidad estuvimos en el momento correcto y el lugar correcto. Comenzamos a crear nuestra propia narrativa para racionalizar nuestros éxitos y justificar nuestras pérdidas y una vez que hemos tomado nuestro propio koolaid, es muy difícil desintoxicarnos. Lo anterior explica muy bien porque a veces no es bueno que uno comience ganando la primera vez que invierte, porque nuestro cerebro nos puede engañar y hacernos pensar que somos invencibles y que nuestro análisis es infalible, esto pasa con mayor frecuencia en los mercados alcistas, donde casi cualquier cosa que compremos sube después de un periodo corto de tiempo, por eso dicen: Don't confuse brains with a bull market.
Una buena racha de éxitos no implica que seamos los mejores. Una mala racha de fracasos tampoco implica que seamos los peores. Lo que es mejor o peor es el proceso que utilizamos y la forma en que lo aplicamos. Debemos aprender a distinguir entre suerte y habilidad, aunque a veces la línea no es clara. Del mismo modo que una moneda puede caer 20 veces seguidas en cruz gracias al azar, nosotros también podemos tener una racha prolongada de éxitos/fracasos, por eso lo importante es enfocarse en el proceso de inversión y su correcta aplicación y no ver únicamente los resultados. Lo importante es cómo reaccionamos y manejamos las pérdidas y las ganancias.
El libro es genial porque explora todos los sesgos psicológicos que sufrimos y que ocasionan nuestras pérdidas. La mayoría de las veces no nos damos cuenta que nuestro cerebro nos engaña y cuando alguien nos lo menciona nuestra primera reacción es defensiva porque así estamos programados desde fábrica, pero leyendo la experiencia de un extraño con quien nos sentimos identificados por la situación de sus pérdidas y que además identifica sus sesgos y fallos en retrospectiva, entonces es más fácil que nosotros veamos también los nuestros e iniciemos una auto-evaluación sin estar a la defensiva por la crítica de alguien más.
A todos nos gusta leer historias de éxito, pero esas historias son realmente outliers y la probabilidad de repetirse es pequeña. Si leemos a Bezos (fundador de amazon) nos dirá algo totalmente diferente a Jobs. Si leemos a Buffett, dirá muchas cosas opuestas a Soros. Si leemos a Klarman dirá cosas diferentes a Dalio o Tudor. Y es que en la realidad existen muchas formas de ser exitoso y no hay una receta. En cambio las formas en que uno puede fracasar y tener una vida miserable son realmente pocas y se parecen mucho. Por ejemplo, para educar bien a un hijo o tener un buen matrimonio habrá miles de consejos y opiniones como hijos y matrimonios hay en el mundo, pero si lo que quieres es educar mal a un hijo o tener un mal matrimonio, las opciones se reducen radicalmente. Esto es a lo que Charlie Munger se refiere cuando habla de Invertir, de ver las cosas de atrás para adelante.
Cuando todos te digan lo inteligente eres, te aplaudan, te miren con admiración y todo vaya estupendamente bien, ese es el momento preciso para encender todas las alertas y caminar con pies de plomo. Ese es el momento para hacer una auto-crítica severa y objetiva de nosotros mismos y nuestro proceso. Ese es el momento cuando debemos ser más escépticos de nosotros mismos.
Ni debemos tomar las perdidas personales ni tampoco las ganancias. Ni las perdidas nos hacen brutos ni las ganancias nos hacen genios. Debemos analizar ambas con objetividad y para no dejarnos engañar por nuestro cerebro que usualmente confunde ganancias con genialidad y olvida las pérdidas. Lo mejor es ver las ganancias con confianza pero con sano escepticismo, mientras las pérdidas las vemos como lecciones para mejorar nuestro proceso y aplicación. Si hacemos lo contrario (ver las ganancias pensando que todo lo que hicimos estuvo bien, soy un genio y minimizando la influencia de la suerte) corremos el riesgo de tomar nuestro propio kooliad y dejar que nuestro cerebro nos engañe con mayor facilidad. Si busco cualquier tipo de excusa (por muy válida que sea) para justificar mis pérdidas, entonces corro el riesgo de que mi cerebro intente hacer lo mismo en la siguiente ocasión sin que yo me dé cuenta, incluso si la excusa no es válida porque lo hará de forma automática, y por lo tanto no aprenderé ni haré el intento por mejorar mi proceso. Entre más obstáculos pongamos a nuestro cerebro para disminuir sus engaños que vienen de fábrica, mejor nos irá en nuestras inversiones.
Creo que me he extendido de más con la reseña pero es que realmente me gustó mucho el libro, muchísimo y me ha hecho reflexionar bastante acerca de cómo enfrentar las pérdidas (y mi ego porque a veces parece que van de la mano) y cómo identificar los comportamientos que a veces me convierten en un borrego solitario irracional, porque creedme, todos hemos pasado por esto y lo peor es que a veces no nos damos cuenta.
Mis frases favoritas que han sido demasiadas, por eso escribiré 6 en vez de 3:
So, why a book on losing? Because, there are as many ways to make money in the markets as there are participants but relatively few ways to lose, and despite all the books on how to make money in the markets, most of us aren't rich!
So not only did I think I was neat, but a lot of other people did, too. I thought I was different and somehow better than other people; like I had some sort of Midas touch. I might have thought it was true, but it wasn't. Little did I know that all the times I thought I was good, I had only been lucky… The successes in my life had given me a false sense of omniscience and infallibility. The vast majority of the successes in my life were because I got lucky, not because I was particularly smart or better or different. I didn't know it at this point in the story, but I sure as hell was about to find out.
Why is it is so important to learn how not to lose? Because when people lose money in the markets, they usually look for a new approach how to make money. Obviously, the previous method was defective; it's never the investor's or trader's fault. Given the myriad of how to methods, you could spend a lifetime trying, and failing, to make money with each one because you don't know how not to lose. On the other hand, if you learn why people lose and thereby control losses, profits will follow. Basically, what I found is that there are as many ways to make money in the markets as there are people in the markets, but there are relatively few ways to lose money. When I say lose here, I don't mean that there won't be any losses. You don't win every point in every game in every set in every match in tennis; you win some and you lose some. There will be lots of losses, just as there are losses in any business. Former Citicorp CEO Walter Wriston said that a lender who doesn't have loan losses isn't doing his job. And it's the truth. Trying to avoid taking losses altogether is the loser's curse. But the losses you are trying to avoid are the ones for which you hadn't made allowances, the ones which sneak up on you and the ones which ultimately put you out of business.
Emotions per se cannot be avoided. Emotionalism, on the other hand can, and should, be avoided. Emotionalism is decision-making based on emotions. The entity which best describes emotional decision-making is the crowd.
pearls of trading wisdom are more easily repeated than implemented. Repeating maxims, as if mere verbalization will activate the underlying principles, will not work… Memorizing and repeating cliches is easy; grasping their underlying principles is more difficult.
people's tendency to exit profitable positions and keep unprofitable positions. It's as if profits and losses were a reflection of their intelligence or self-worth; if they take the loss it will make them feel stupid or wrong. They confuse net-worth with self-worth.
There are two kinds of reward in the world: recognition and money. Are you in the market for recognition, congratulating yourself for calling every market move ahead of time and explaining the move after the fact, or are you in the market to make money? Are you more interested in the psychological reward of gold stars than the financial reward of gold coins? Are you trying to be right or to make money? Are you motivated by the prophet motive or the profit motive?[1]
De los 16 libros que llevo leídos este año, sólo 4 han obtenido 5 estrellas (25%), éste es uno de ellos. Me ha gustado tanto que también lo he encargado en tapa dura.
NOTAS:
[1]What I Learned Losing a Million Dollars