Muchos somos los que vemos a Buffett como Maestro a pesar de nunca haberlo conocido en persona, y es que como dice Bill Ackman: “You can still learn a lot from people without ever meeting them.”[1] Sus cartas, sus Q&A con universitarios y sus casos de estudio son realmente una fuente invaluable de sabiduría. El problema, como todo en esta vida, está cuando idealizamos a alguien atribuyéndole cualidades superhumanas más allá de lo posible. Buffett podrá ser un genio de las inversiones y un el mejor Inversor-empresario-activista del mundo, pero al igual que el resto de nosotros, él también es humano y tiene ego, defectos, errores, deficiencias y varios sesgos; aunque muy probablemente sepa distinguirlos y dominarlos mejor que el resto.
Just because Warren thought something 20 years ago doesn’t mean it’s a law of nature., Charlie Munger (2013 Annual Meeting)
La frase anterior resume muy bien el punto principal de este pequeño post. Si realmente queremos clonar parte del éxito[2] del abuelo Buffett, entonces debemos de ir a los hechos y no a lo que nosotros o el resto de la comentocracia (incluido yo) cree que sucedió o debió haber sucedido. Debemos estudiar lo que Buffett realmente hizo (y hace) y no las leyendas urbanas repetidas ad infinitum que abundan por internet y el resto de los medios. Para hacer lo anterior no hay como ir directamente y leer sus cartas, biografías y sobre todo los 10k de BRK.
Precisamente no hacer lo anterior es una de las tantas causas por las que es tan difícil imitar al abuelo Buffett y por las que se le idealiza tanto. Una cosa es aprender del Maestro y otra muy diferente idolatrar al Maestro. Ya lo dijo una vez Margrave y Scoralstom, hay que fijarnos en lo que los tiburones hacen y no tanto en lo que dicen.
Para mostrar lo anterior colgaré un extracto de su carta a los accionistas de 1997. En esta carta Buffett describe tres operaciones no tradicionales en petróleo, plata y una última posición especulativa Macro en Bonos cupón cero.
We had three non-traditional positions at yearend. The first was derivative contracts for 14.0 million barrels of oil, that being what was then left of a 45.7 million barrel position we established in 1994-95. Contracts for 31.7 million barrels were settled in 1995-97, and these supplied us with a pre-tax gain of about $61.9 million. Our remaining contracts expire during 1998 and 1999. In these, we had an unrealized gain of $11.6 million at yearend. Accounting rules require that commodity positions be carried at market value. Therefore, both our annual and quarterly financial statements reflect any unrealized gain or loss in these contracts. When we established our contracts, oil for future delivery seemed modestly underpriced. Today, though, we have no opinion as to its attractiveness.
Our second non-traditional commitment is in silver. Last year, we purchased 111.2 million ounces. Marked to market, that position produced a pre-tax gain of $97.4 million for us in 1997. In a way, this is a return to the past for me: Thirty years ago, I bought silver because I anticipated its demonetization by the U.S. Government. Ever since, I have followed the metal's fundamentals but not owned it. In recent years, bullion inventories have fallen materially, and last summer Charlie and I concluded that a higher price would be needed to establish equilibrium between supply and demand. Inflation expectations, it should be noted, play no part in our calculation of silver's value.
Finally, our largest non-traditional position at yearend was $4.6 billion, at amortized cost, of long-term zero-coupon obligations of the U.S. Treasury. These securities pay no interest. Instead, they provide their holders a return by way of the discount at which they are purchased, a characteristic that makes their market prices move rapidly when interest rates change. If rates rise, you lose heavily with zeros, and if rates fall, you make outsized gains. Since rates fell in 1997, we ended the year with an unrealized pre-tax gain of $598.8 million in our zeros. Because we carry the securities at market value, that gain is reflected in yearend book value.
In purchasing zeros, rather than staying with cash-equivalents, we risk looking very foolish: A macro-based commitment such as this never has anything close to a 100% probability of being successful. However, you pay Charlie and me to use our best judgment -- not to avoid embarrassment -- and we will occasionally make an unconventional move when we believe the odds favor it. Try to think kindly of us when we blow one. Along with President Clinton, we will be feeling your pain: The Munger family has more than 90% of its net worth in Berkshire and the Buffetts more than 99%.
Warren Buffett (Letter 1997)
Si no hubiese mencionado que el texto anterior es un extracto escrito por el mismísimo Buffett, entonces probablemente muchos de sus groupies me hubiesen querido quemar vivo por blasfemar contra él. Y es que en la carta Buffett no sólo está admitiendo estar haciendo una apuesta Macro (algo que comúnmente critica), sino también está utilizando derivados (algo que también critica con frecuencia). Esta es la razón por la cual es mejor estudiar los hechos desde la fuente en lugar de leer lo que otros dicen que Buffett dijo (incluido yo).
Repetir y saberse de memoria las citas del abuelo Buffett y las empresas que tiene en cartera no sirve para nada si no entendemos el contexto y las circunstancias de cuando fueron dichas o compradas, y menos servirán si lo idealizamos dogmática y fanáticamente.
Buffett no es ningún santo y siempre debemos recordar que uno de sus objetivos primordiales es el de hacer dinero para él y sus accionistas. Si tomamos en cuenta su política de no vender nunca un negocio[3], entonces podemos ver que él estará abierto a casi cualquier estrategia para ahorrar o ganar dinero, desde apuestas macro y en derivados hasta estrategias de elusión fiscal.
Muchas veces el abuelo Buffett aconseja que hagamos una cosa, pero él hizo o hace otra. Y es que él aconseja con base a su experiencia , situación personal y a lo que le conviene a él y sus accionistas[4], lo cual puede ser muy diferente a nuestro contexto. No es lo mismo mantenerse billonario a estar en el camino intentando serlo. Debemos recordar que lo que le funciona a él no necesariamente nos funcionará a nosotros. Tal y como he expresado varias veces, debemos adaptar la filosofía y estrategia a nuestra personalidad hasta sentirnos cómodos y tratar de ser la mejor versión de nosotros mismos en lugar de querer ser alguien mas.
Lección:
Las oportunidades pueden aparecer con diferentes envolturas y etiquetas, por lo tanto debemos flexibilizar nuestra filosofía y estrategia, mientras tratamos de mantener una mente abierta y adaptable para así poder identificar el mayor número de oportunidades posibles. No debemos disparar a todas, sólo a las que entendamos bien y brinden un risk/reward favorable.
Y siempre, siempre ir a la fuente y estudiarla.
NOTAS:
[1]Graham&Doddsville Newsletter Winter 2015
[2] Digo” parte del éxito” porque como bien apunta Bogle en las diapositivas del primer link del post, Beethoven nos puede decir cómo escribir una sinfonía, pero eso no significa que lograremos imitarlo.
[3]Cuidado, esto es muy diferente a vender acciones de empresas que mantiene la cartera de Inversión de BRK, de sus filiales y fondos de pensiones.
[4]Tengo acciones de BRK