Vale mas hacer pocas cosas, hacerlas bien y terminarlas , en lugar de hacer muchas y hacerlas a medias o no terminarlas.
Parecer muy ocupado haciendo mil cosas no es sinónimo de estar haciendo las cosas bien ni mucho menos de ser eficiente.
No hay que confundirnos. Lo que la mayoría de las veces hacemos no es dos tareas al mismo tiempo, sino un tarea rápidamente seguida de otra tarea y así sucesivamente.
No tiene nada de malo hacer las cosas rápido, pero eso no es sinónimo de hacerlas de forma correcta y eficiente. Y si lo que tratamos es hacer varias cosas a la vez, entonces debemos combinarlas: tareas que requieran poca o mediana atención con tareas que requieran poco a nada de nuestra atención, y que además sean rutinarias y cuyos errores no tengan impactos importantes. Por ejemplo, lavar los trastos o correr mientras escuchamos un podcast; contestar correos o mensajes de baja importancia mientras nos ponemos al corriente con nuestra serie.
Lo anterior sin olvidar que hay evidencia científica que respalda el hecho de que nuestra atención, desempeño, aprendizaje y capacidad de abstracción disminuye de forma drástica cuando hacemos multitasking y más si lo convertimos en un hábito.
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