Solemos recordar más fácilmente y dar mayor importancia a lo primero que se nos viene a la mente. Generalmente son sucesos e historias impactantes y conspicuos que no representan ni el total de la información ni son una muestra de toda la realidad.
Asumimos que su probabilidad de ocurrencia es alta porque ha sido fácil recordarlo y porque se nos vienen a la mente ejemplos de forma rápida.
Las cosas que recordamos fácilmente o que son familiares y salientes, no siempre tienen mayor probabilidad de que pasen.
Si acabamos de ver que hubo un accidente de avión, pensamos que es más probable morir volando que manejando un automóvil. Esto es incorrecto. Hay mas muertes en coche.
Si vemos un asesinato en las noticias, creemos que es más probable que nos asesinen a morir de diabetes. Esto es incorrecto. Hay mas muertes por diabetes.
Si leemos de un nuevo fraude en las redes sociales, asumimos que es más probable que perdamos dinero de esa forma a perderlo en gastos hormiga innecesarios y por no llevar bien nuestras finanzas. Esto es incorrecto. La mayoría de la gente pierde mas dinero por no planear sus finanzas.
Si leemos sobre el siguiente Cisne Negro por venir o la próxima Burbuja que va a explotar pensamos que todo es malo en el horizonte y el mejor momento para invertir fue hace 10 años, pero olvidamos que los pánicos son algo normal en los Mercados, que muchas Burbujas y Recesiones nunca llegan, y sobre todo, que los mercados tiene esto que Soros llamo Reflexividad y que otros autores llaman la Paradoja del Conocimiento.
Cómo corregimos esto? pues antes de pensar que lo que más rápido recordamos es lo más probable e importante, mejor debemos pausar un momento, buscar información relevante y contraejemplos, ver qué es lo que no se está mostrando y compararlo con una cifra que represente el total de sucesos.