Solemos adaptarnos muy rápidamente a cosas materiales y tangibles, como un auto, un par de zapatos o el nuevo celular. Una vez que la novedad desaparece, lo material vuelve a ser igual de viejo. Pero las experiencias tienden a ser únicas.
Las experiencias las podemos disfrutar antes de que ocurran al imaginárnoslas, y también podemos disfrutarlas mil veces al recordarlas y contarlas, algo que no sucede con las cosas materiales.
Viéndolo desde una perspectiva económica y financiera, la tasa de retorno de las experiencias es mayor que la de las cosas materiales. Las primeras se aprecian y suben de valor con el tiempo, mientras que las segundas pierden valor y se deprecian con el tiempo, además de que nos incitan a estar consumiendo.
Brindo por mas Experiencias!!!