Hoy traemos una reflexión usando esta genial frase del Hidalgo Don Quijote aplicado a la Inversiones y al Análisis de Empresas.
Cuando en las Earnings Calls y/o presentaciones nos quieren endulzar el oído y las expectativas suelen ser muy altas, no hay preocupación alguna y todo irá de maravilla, entonces cuidado!!!
Cuando uno comienza con Valuaciones demasiado y optimistas y de repente aparece un cambio en los fundamentales de la empresa o un shock externo, entonces es muy probable que esas variaciones causen una caída imprevista del Valor y obviamente una caída precipitada en el Precio.
El riesgo reside en comprar algo que está caro y/o cuyas expectativas de crecimiento futuro son demasiado altas, tan altas que es posible y probable que la empresa no cumpla con dichas exigencias, ya sea por culpa propia o por variables exógenas.
Háganse las siguientes preguntas:
- ¿Cómo van a hacer crecer esas ventas y márgenes?
- ¿Está la empresa invirtiendo en capacidad adicional de producción o sólo está cubriendo los costes de mantenimiento (Capex Crecimiento Vs Capex Mantenimiento)?
- ¿Cómo van las inversiones en I&D, las patentes y capital humano?
- ¿Cuánto está reinvirtiendo la empresa para lograr lo anterior y cual es o ha sido el retorno sobre ese capital invertido?
- ¿Cuánto dinero extra (ya sea por financiación o por ampliación de capital) necesitará la empresa para cubrir sus exigencias, deseos o promesas?
- ¿En cuánto tiempo estará el mercado saturado?
- ¿Cuál es el tamaño del mercado objetivo y cuáles son las limitantes o catalizadores para modificar las dimensiones del mismo?
- ¿Está la industria en etapa de consolidación o fragmentación?
- ¿Cuánto tiempo más tendrá la empresa antes de que alguien la alcance o logre copiarla o aparezca una tecnología disruptiva o un competidor con mejores economías de escala?
Todas las preguntas anteriores tienen un precio o tradeoff, ya sea menor FCF, más incertidumbre, diferimiento de beneficios, dilución de capital, mayor apalancamiento, etc. Además, hay que tomar en cuenta si todas estas buenas expectativas ya han sido incorporadas al precio y/o descontadas por el mercado.
Y también podemos aplicarlo en la vida:
Cuando todos te digan lo inteligente eres, te aplaudan, te miren con admiración y todo vaya estupendamente bien, ese es el momento preciso para encender todas las alertas y caminar con pies de plomo. Ese es el momento para hacer una auto-crítica severa y objetiva de nosotros mismos y nuestro proceso. Ese es el momento cuando debemos ser más escépticos de nosotros mismos.