Si en la semana del 4 de abril volvieron las dudas y se saldó con bajadas para los más importantes índices bursátiles, la que hoy día 15 de abril termina, puede saldarse como muy positiva para los mercados de renta variable, tanto en Europa como en EEUU, con subidas de en torno a un 5% en los principales índices.
Desde hace meses vemos que las bolsas dan enormes bandazos que en muchos casos no tienen una justificación clara. Y si hace unas semanas decíamos que esos fuertes movimientos, tan bruscos, no estaban justificados cuando eran a la baja, la verdad es que ahora, en semanas como ésta, en la que hemos vivido esta fuerte recuperación, tampoco vemos una justificación muy clara, aunque “leyendo por ahí”, parece que tres han podido ser los catalizadores de este movimiento de los mercados.
En primer lugar encontramos al petróleo y a la recuperación que han tenido sus cotizaciones. No nos extendemos ahora, porque al final hablaremos del crudo, ya que este fin de semana hay una importante reunión de países productores, cuya resolución tendrá gran importancia la próxima semana.
En segundo lugar, hay que hablar de la batería de datos macro recibidos desde China. El gigante asiático ha presentado una cifra de crecimiento anualizado durante el primer trimestre de un 6,7%, es verdad que en línea con lo esperado y un poco por debajo del último registro, sin embargo, la producción industrial mostró una clara mejoría con respecto a la lectura anterior, con un crecimiento anualizado del 6,8%, en comparación con el 5,4% anterior. Destacables también los datos de balanza comercial, con un crecimiento de las exportaciones del 11,5% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior. Este último indicador añade una evidencia más sobre la estabilización de la segunda economía más grande del planeta.
Buen número de analistas se han atrevido a afirmar que el crecimiento de las exportaciones chinas puede indicar algo más que un factor meramente estacional, pudiendo ser una señal de repunte de demanda, si bien todavía es pronto para concluir que lo peor ha ya pasado para los principales países exportadores.
Por el lado europeo, a destacar el repunte del IPC en Reino Unido, con una cifra de 0,5% con respecto al 0,3% anterior y que coincidía con la lectura esperada. El BoE decidió el pasado jueves mantener los tipos de interés inalterados, en el 0,5%.
Por su parte, desde EEUU hemos recibido datos mixtos, teniendo por un lado la cifra de peticiones de desempleo publicada el jueves, cuya lectura ha sido positiva al reflejar una reducción de 17.000 peticiones durante la semana, mientras que el IPC ha resultado ser ligeramente inferior al dato esperado, con una lectura del 0,1%, frente al 0,2% esperado.
El caso es que, haya sido por lo anteriormente descrito o no, hemos vivido un importante rally en los mercados de renta variable que han llevado sus cotizaciones a zonas próximas a la principal resistencia de corto–medio plazo, donde hoy han puesto el freno, probablemente a la espera de la reunión que llevarán a cabo este fin de semana los miembros de la OPEP en Doha, donde se discutirá un posible recorte de la producción.
Otra vez el petróleo.
Al comienzo de estas líneas hablábamos del petróleo como uno de los catalizadores de las subidas en la renta variable. Y es que uno de los movimientos más llamativos en los mercados ha sido la subida del precio del crudo que se ha vivido desde el lunes 11, gracias a las filtraciones de que Arabia Saudí y Rusia habían llegado a un acuerdo de congelación de la producción, antes de la reunión de los países productores de este fin de semana.
Como vemos en el gráfico que acompañamos, el precio del petróleo acumula ya una subida de más del 60% desde mínimos de enero y se aproxima al nivel de 45 USD/barril, aunque parece haberse parado en la zona de resistencia principal, que en este caso además coincide con la media de 200 sesiones, en espera del resultado de la reunión de la OPEP de este fin de semana.
En cualquier caso el entorno de los 45 USD/barril está en línea con lo que semanas atrás indicábamos que podía ser un nivel razonable y al mismo tiempo beneficioso para la economía mundial, ya que por una parte pondría suelo a los efectos adversos que una caída del crudo provocaría a los principales países productores, así como a las empresas englobadas en el sector (excesiva deuda, fuerte recorte de inversiones y empleo y ventas forzadas de posiciones de los principales fondos soberanos), pero un nivel que podría considerarse razonable para el coste de los países consumidores.
De todas formas, cualquier acuerdo que se geste este fin de semana va a ser difícil de cumplir por los países productores, pero si al menos se observa un acuerdo parcial que de estabilidad al precio alrededor de los citados 45 USD/barril, sería bueno para las bolsas mundiales.
¿Y la semana que viene?
Pues además de la citada reunión de Doha, a corto plazo, de forma ya casi inmediata, hay que fijarse en las publicaciones de resultados empresariales, que han comenzado ya esta misma semana para los valores americanos.
Y más que en la publicación de resultados como tal, (los resultados que se publican no dejan de ser “pasado” y las bolsas lo que cotizan son expectativas), en lo que hay que fijarse es en las guías que puedan dar las empresas respecto a sus estimaciones de resultados futuros.
Por parte de la comunidad de analistas, la bajada de las estimaciones de beneficios ha sido hasta ahora bastante apreciable y por ello pensamos que para que se pudiera confirmar el cambio de tendencia que hemos visto esta semana (es decir, para confirmar que las bolsas pudieran seguir una senda alcista) el sentimiento sobre los beneficios empresariales tendría que mejorar.
Si eso no ocurre, es complicado que los índices salgan de la dinámica de rangos en que están instalados.
Como decíamos, son las empresas americanas las que han comenzado a publicar, y las que lo harán mayoritariamente en los próximos días, por tanto habrá que prestar bastante atención a los movimientos del principal índice de referencia norteamericano, al S&P500, que se encuentra relativamente cerca de sus máximos históricos, también en sus máximos anuales y que por tanto está en unos niveles ya muy exigentes, más teniendo en cuenta que en poco menos de un par de semanas se reunirá la Fed y algo tendrá que decir de los tipos de interés.
Mientras el S&P500 siga en estas cotas no habrá que preocuparse, pero atención si pierde los niveles de 2025 puntos, porque entonces sí que habrá que preocuparse y bastante, además.
El jueves que viene quiénes se reunirán son los miembros del órgano de control del BCE. No esperamos que esa cita ofrezca grandes novedades, pero atención, porque ya sabemos que lo que sí suelen provocar son bastantes movimientos bruscos en los mercados.