TaxDown: La forma más fácil de hacer la declaración de la renta

– Caso TaxDown 

Quiero alertar sobre una práctica que considero abusiva y potencialmente engañosa por parte de la empresa TaxDown, que podría estar afectando a miles de personas. 

En marzo de 2025, se me realizó un cargo automático de 99 € por una supuesta suscripción anual (Plan Live) sin que yo hubiera pasado por ninguna pasarela de pago, ni realizado ninguna acción activa que lo autorizara. No tenía conocimiento de que estuviera suscrita a ningún plan con renovación automática. 

El único aviso previo fue un correo con el asunto “Suscripción a TaxDown”, enviado dos días antes del cobro, que estaba enterrado entre decenas de correos promocionales que la empresa envía de forma habitual. No abrí ese correo porque pensé que era otra promoción. El cuerpo del mensaje, que solo he llegado a conocer porque ellos me enviaron una captura después de reclamar, no contenía ninguna palabra como “renovación automática” ni requería ninguna acción por mi parte. Simplemente decía que “la suscripción se renovaría mañana”. 

Más adelante, pensando que no había pagado nada todavía, hice clic en “Mejora tu plan”, y se me cobraron 140 € más. Es decir, un total de 239 €, por un servicio que supuestamente ya estaba contratado, sin que yo fuera consciente. 

El servicio prestado no incluyó asesoramiento personalizado: simplemente revisaron los documentos que yo misma subí. Y al intentar reclamar: 

Solo respondieron a uno de los puntos que les convenía, ignorando todos los demás. 

Cambiaron constantemente de agente y cerraron hilos de comunicación, acusándome de “fragmentar la información”, cuando yo simplemente respondía a quien me escribía. 

Me aseguraron que escalarían el caso a un superior, pero nunca se pusieron en contacto conmigo.
 

Finalmente, acudí presencialmente a la Agencia Tributaria, donde revisaron mi declaración con los mismos documentos y resultó que debía pagar menos. Es decir, ni siquiera obtuve un beneficio real con TaxDown, pese a haber pagado 239 €. 

Además, informé a la empresa de que tengo diagnosticadas dificultades neurocognitivas (en trámite de reconocimiento oficial), pero en ningún momento adaptaron el lenguaje ni se aseguraron de que hubiera entendido el funcionamiento del servicio. 

Considero que estas prácticas vulneran los derechos básicos de las personas consumidoras y podrían constituir una infracción de la normativa sobre consentimiento informado, protección de datos y contratación digital. 

Ya he iniciado los trámites de reclamación ante la Agencia Catalana del Consumo y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). 

Agradecería que se diera visibilidad a este caso para evitar que otras personas caigan en lo que considero una trampa de automatización opaca y desgaste emocional.


 

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