Esta situación es lógica, pues la vida restante de cada bono ejerce como una especie de apalancamiento que le empuja a producir movimientos porcentualmente más fuertes. El que primero debe de romper de los tres siempre debe ser el Bund, luego le seguiría el Bobl y por último rompería el de dos años.
Ante esta situación podemos plantearnos varias estrategias:
La más conservadora sería esperar la vuelta a la rotura del Bund en el entorno de los 122 puntos y vender futuros. Esta posibilidad tiene una ventaja y una desventaja:
- - La ventaja es que estamos vendiendo algo que ya ha entrado en tendencia bajista confirmada
- - La desventaja es que la orden stop debe de ir obligatoriamente a 123.51, lo cual es mucho recorrido.
Otra posibilidad que tenemos es vender el Bobl a 115.90 en la probable vuelta a esa zona, con un stop más ceñido a 116.31. Esta venta antes de romper es más arriesgada en probabilidad de cumplimiento pero tiene menos riesgo de pérdida porcentual. Lógicamente, internamente esperamos que aunque el Bobl vaya con retraso acabará siguiendo los pasos de su hermano mayor el Bund.
Y por último, podemos vender el bono a dos años en cualquier rebote que se acerque a máximos con un stop ajustado de 0.10 a 0.15 puntos.
Cada operador debe de hacer su elección en el amplio abanico de probabilidad, riesgo y beneficio que ofrecen los futuros sobre los bonos alemanes.
SCHATZ