El diferencial de una hipoteca es un porcentaje que se añade al Índice de Referencia de Préstamos al Consumo (IRPH) o al Euribor para calcular la tasa de interés total que pagarás por tu préstamo. Es decir, es el margen de beneficio que el banco obtiene al prestarte dinero. Cada entidad financiera puede establecer su propio diferencial dentro de su catálogo de productos hipotecarios.
¿Por qué es importante reducir el diferencial?
Un diferencial más bajo significa tener cuotas mensuales más bajas y, a largo plazo, un ahorro considerable en el pago total de la hipoteca. Así, reducir el diferencial es una forma efectiva de aligerar la carga financiera y mejorar tu salud económica.
Lo que hace que este diferencial sea mayor o menor lo determina, entre otras cosas, el riesgo crediticio, de liquidez o de vencimiento de plazos asociado al cliente. Así, cuanto mayor sea dicho riesgo tanto en el producto como de impago, mayor será el diferencial de interés.
Por ejemplo, en una hipoteca será mejor para ti que el diferencial sea más bajo. Por eso, buscar las mejores condiciones en una entidad bancaria puede suponerte un buen ahorro.
¿Cómo puedo reducir el diferencial de mi hipoteca?
Existen varias estrategias que puedes considerar para intentar reducir el diferencial de tu hipoteca.
Negociar con el banco
- Argumenta tu caso: Reúne toda la información relevante sobre tu historial de pagos, tu situación financiera actual y las razones por las que deseas una reducción del diferencial.
- Compara ofertas: Investiga las condiciones que ofrecen otros bancos y utiliza esta información como punto de partida para tu negociación.
- Aprovecha momentos clave: Los momentos en los que el banco necesita mejorar sus resultados o cuando se acerca la fecha de revisión de las condiciones de tu hipoteca pueden ser oportunidades para negociar.
Refinanciar la hipoteca
- Compara ofertas: Solicita varias ofertas de diferentes entidades financieras para encontrar las condiciones más favorables.
- Evalúa los costes: Ten en cuenta los gastos asociados a la refinanciación, como las comisiones por amortización anticipada o los gastos de notaría y registro.
- Asegúrate de que compensa: Realiza un análisis detallado de las nuevas condiciones para verificar si el ahorro a largo plazo justifica los costes de la refinanciación.
Aumentar las cuotas
- Pagar más de lo acordado: Al pagar cuotas superiores a las establecidas en el contrato, reducirás el plazo de amortización y pagarás menos intereses a largo plazo.
- Amortizaciones parciales: Realiza amortizaciones parciales de capital cuando tengas excedentes de liquidez.
Cambiar el tipo de interés
- Pasar a interés fijo: Si las previsiones apuntan a un aumento de los tipos de interés, puedes considerar cambiar a una hipoteca a tipo fijo para protegerte de futuras subidas.
- Pasar a interés variable: Si los tipos de interés están bajos y se espera que se mantengan estables, puedes optar por una hipoteca a tipo variable con un diferencial muy bajo.
¿Cómo podemos bajar el diferencial o la cuota de la hipoteca mediante los otros productos vinculados?
Al contratar una hipoteca, los seguros no son el único producto que puede influir en la reducción del diferencial o en el coste total de la hipoteca. Las entidades financieras suelen ofrecer una serie de productos adicionales que, al contratarlos, pueden bonificar el diferencial inicialmente propuesto. Estos productos suelen incluir:
- Domiciliación de la nómina.
- Domiciliación de varios recibos.
- Contratación de una tarjeta de crédito con un consumo mínimo.
- Realización de una aportación mínima a un plan de pensiones.
La contratación de estos productos vinculados no solo puede disminuir el diferencial de la hipoteca, sino que también puede mejorar las condiciones generales del préstamo, reduciendo así el gasto hipotecario total.
Consejos adicionales
A continuación te mostramos algunos consejos adicionales a tener en cuenta si quieres reducir el diferencial de tu hipoteca:
- Mantén un buen historial crediticio. Un buen historial crediticio te permitirá negociar desde una posición más fuerte.
- Infórmate bien. Lee atentamente las condiciones de tu contrato y consulta con expertos si tienes dudas.
- No te precipites. Compara todas las opciones disponibles y elige la que mejor se adapte a tus necesidades y circunstancias.
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