Preguntarse sobre cómo elegir entre una hipoteca a 20 años y una hipoteca a 30 años es una duda más que común. A fin de cuentas, el período de vencimiento de un préstamo de este tipo es uno de los factores cruciales en la decisión de compra de una vivienda, ya que afecta tanto a las cuotas mensuales que se deben pagar como al coste total del préstamo.
En vistas a dar visibilidad clara sobre este tema y a ser de ayuda para poder elegir entre ambas opciones, presentamos las diferencias entre una hipoteca a 20 años y una a 30 años, así como los criterios que pueden ayudar a elegir entre ambas opciones. Comenzamos.
En vistas a dar visibilidad clara sobre este tema y a ser de ayuda para poder elegir entre ambas opciones, presentamos las diferencias entre una hipoteca a 20 años y una a 30 años, así como los criterios que pueden ayudar a elegir entre ambas opciones. Comenzamos.
Diferencias entre una hipoteca a 20 años y una a 30 años
Al considerar la compra de una vivienda mediante una hipoteca, es crucial evaluar las distintas opciones disponibles para elegir el plazo del préstamo. Dos de las opciones más comunes son las hipotecas a 20 y 30 años. Cada una tiene sus propias ventajas y desventajas, que pueden afectar significativamente las finanzas a largo plazo del prestatario. A continuación, se detallan las diferencias clave entre estas dos opciones de hipoteca.
Distinciones en las cuotas mensuales
Explicado de forma breve, las cuotas mensuales en una hipoteca a 20 años son más altas porque el préstamo debe amortizarse en un periodo más corto.
Total de intereses
En la hipoteca a 20 años, el periodo de vencimiento es menor por lo que existe un menor tiempo para que los intereses se acumulen. Por lo tanto, al finalizar el préstamo, se habrán pagado menos intereses. En otras palabras, el coste total del préstamo se incrementa en la hipoteca a 30 años, ya que se deben pagar intereses durante más tiempo.
Acumulación de capital
Siguiendo el funcionamiento general de las hipotecas, el prestatario aumenta su participación en la propiedad a medida que paga la hipoteca.
En el caso de una hipoteca a 20 años, el prestatario acumula capital en un tiempo más corto, ya que cada pago mensual incluye una mayor proporción destinada al capital en comparación con una hipoteca a 30 años. Por el contrario, una mayor proporción de los pagos iniciales en las hipotecas a 30 años se destina a intereses en lugar de capital.
Este factor puede tener importancia clave para algunos perfiles de prestatario. Es el caso de quienes se plantean vender la casa antes de que el préstamo se pague por completo, pueden verse beneficiados de contar con una hipoteca a 20 años.
En el caso de una hipoteca a 20 años, el prestatario acumula capital en un tiempo más corto, ya que cada pago mensual incluye una mayor proporción destinada al capital en comparación con una hipoteca a 30 años. Por el contrario, una mayor proporción de los pagos iniciales en las hipotecas a 30 años se destina a intereses en lugar de capital.
Este factor puede tener importancia clave para algunos perfiles de prestatario. Es el caso de quienes se plantean vender la casa antes de que el préstamo se pague por completo, pueden verse beneficiados de contar con una hipoteca a 20 años.
Criterios para elegir entre una hipoteca a 20 años y una a 30
Vistas estas características, es preciso saber que no existe la fórmula perfecta ideal para todos los prestatarios. Así, la decisión sobre una hipoteca a 20 años o una a 30 años depende de muchos factores, incluyendo el perfil financiero o situación personal del prestatario, o el contexto macroeconómico en el momento de la firma del contrato.
Así, los siguientes son algunos criterios que pueden servir de ayuda a la hora de elegir el plazo de vencimiento que mejor se ajuste a cada situación:
Así, los siguientes son algunos criterios que pueden servir de ayuda a la hora de elegir el plazo de vencimiento que mejor se ajuste a cada situación:
- Se debe analizar la capacidad de pago respecto a las cuotas mensuales, y si se pueden asumir las cuotas más altas de la hipoteca a 20 años de acuerdo a los ingresos.
- También debe tenerse en cuenta el hacer frente a la tasa de interés de cada tipo de hipoteca, ya que a menudo es más baja para las hipotecas a corto plazo, reduciendo el coste total del préstamo.
- Respecto a los ingresos, es importante valorar si se prefiere la mayor seguridad y menores pagos mensuales que pueden aportar una hipoteca a 30 años.
- En la ecuación también deben considerarse los objetivos financieros a largo plazo. Para los compradores que se plantean quedarse en la casa un largo periodo, puede ser útil una hipoteca a 30 años que permita reducir las mensualidades. No obstante, quienes desean invertir en otras áreas o quizás vender la casa, una hipoteca con plazo de vencimiento más corto puede resultar más adecuada.
- Mirando al contexto económico, por lo general una alta inflación y un crecimiento salarial generoso son condiciones favorables para la hipoteca a 20 años; mientras que el crecimiento salarial lento o la inflación baja favorecen el plazo de vencimiento más largo.
En última instancia, la decisión sobre el tipo de hipoteca debe ser totalmente informada sobre las condiciones del préstamo, y alinearse con las circunstancias personales del comprador.
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