Para seguir con los post a cuenta de los resultados y errores de unos informes de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger para determinar las necesidades de la banca, me gustaría llamar la atención sobre el importe de pérdidas que se esperan y el valor que necesitarán de inyección.
Repasando los acontecimientos de la historia reciente nos encontramos con algunas situaciones curiosas en lo que se refiere a las caídas y rescates de las entidades financieras. Para empezar podemos acordarnos de casos grandes y sonados de entidades sistémicas como fueron Citigroup y Bank of America- Merryl linch, a caballo entre 2008 y 2009.
La primera dio unas pérdidas en 2008 que primero ascendían a poco más de 18.000 millones de dólares, que se ampliaron a 27.000 de doláres finalmente. Esta situación generó la necesidad de inyectar 45.000 millones de dólares en la entidad y una garantía por valor de 306.000 millones. En el caso de Bank of America, nos encontramos con que en 2009 tuvo que aprobarse una inyección de 138.000 millones de dólares, (entre capital y compras de activos), que se suman a los 25.000 millones de dólares que había recibido anteriormente. También recibía la garantía de que se cubriría el 90% de las pérdidas. En estos momentos, la entidad mantenía beneficios (en torno a 4.000 millones) pero estaba integrando Merryl Linch que tenía unas pérdidas de 15.000 millones.
Recordemos que la situación al final se solucionó (sí a lo de una patada para adelante lo llamamos solución), mediante la activación del QE, que se basaba en comprar los activos de las entidades financieras en el mercado secundario, siempre contando con el argumento de que esta forma se recuperaban estos mercados, pero que en realidad lo que hacían era precisamente comprar estos activos a la banca.
Pero vengamos para España, donde llevamos unas cuantas intervenciones y situaciones en las que hubo que inyectar dinero derivado de pérdidas en las entidades. Más allá de las inyecciones genéricas que se hicieron en 2008 y 2009 mediante el FAAF, la compra de cedulas hipotecarias del Banco de España, avales y demás, tenemos varios casos en los que finalmente entidades entraron en pérdidas. Recordemos algunos datos muy básicos:
En primer lugar tenemos a CCM que obtuvo unas pérdidas de 750 millones de euros en 2008; esto provocó una inyección máxima de 9.000 millones, que se tradujo al final en que el fondo de garantía de depósitos acabase asumiendo una inyección de 4.100 millones (estimando un coste de unos 4.500 millones), de los que 1.000 millones eran directamente compras de activos de difícil realización, (su nombre en las cuentas anuales del estado financiero del fondo de garantía de las cajas).
Cajasur, entró en 2010 en pérdidas que inicialmente eran de 191, lo que motivo una inyección inicial de 800 millones de euros. Con el tiempo las cosas cambiaron significativamente ya que las pérdidas se ampliaron a 850 millones, (después de la revisión) pero al ser adjudicada a BBK, devolvió los 800 millones y requirió unas ayudas de 392 millones.
Tras esto llegó la intervención de CAM, ya en 2011, en el curioso caso de una entidad que supuestamente estaba en beneficios antes de la intervención. Posteriormente las pérdidas se incrementarían hasta los 1.100 millones, (en lo que es un clamoroso caso de discrepancias entre los valores contables disponibles normalmente y lo que hay cuando se interviene). ¿A cuánto asciende la factura?; pues a 5.200 millones, a los que habrá que sumar las posibles pérdidas en el futuro que han sido estimadas hace poco en 8.000-9000 millones.
Unimm ha sido el siguiente, estando también en beneficios, y oficialmente nunca entró en pérdidas. A pesar de esto ha supuesto una inyección de 570 millones y un coste final cercano a los 1.000 millones para el erario publico.
El caso de Bankia, ha consistido en pasar de un beneficio de 40 millones a unas pérdidas de 3.300 millones; lo que supondrá un coste para el estado de 23.000 millones de euros. Y actualmente tenemos pendiente la subasta de Novacaixagalicia, (que lo último que ha declarado son beneficios pero que se estima que nos costarán unos 4.500 millones); Catalunya Caixa, (que perdió 1.300 millones y que ya ha consumido 3.000 millones y necesita provisionar unos 6.000 adicionales) y Banco de Valencia, (perdió 901 millones, y necesitó una inyección de 1.000, estando sin cuantificar aún el coste final).
¿Por qué es importante toda esta historia?. Porque en todos y cada uno de los casos nos hemos encontrado con reformulaciones de las cuentas en el sentido de que se descubren pérdidas o agujeros no declarados, (por esta razón para tratar de dar cierta credibilidad a los informes). Pero la principal razón por la que creo interesante hacer este repaso es por una incoherencia de los dos informes presentados por las consultoras.
No es demasiado difícil ver que en todos y cada uno de los casos, (tanto grandes como pequeños y tanto Españoles como USA), las necesidades financieras (lo que hubo que inyectar), y el coste han sido muy superior a las pérdidas de las entidades. Esto es normal por la mera existencia del apalancamiento. Si yo tengo un patrimonio de 10, lo invierto y pierdo el 50% de la inversión, me quedan 5; sin embargo si tengo un patrimonio de 10, con esto pido 90 y pierdo un 10% de lo invertido, es sencillo entender que lo he perdido todo.
Sin embargo en los informes de las consultoras, se estiman unas pérdidas brutales, tan sólo con la cartera de préstamos y en cambio se cuantifican unas necesidades muy inferiores.
El volumen de pérdidas esperado tan sólo en la cartera de créditos por las dos consultoras se mueve entre 150.000 y 270.000 millones, (no es que esté demasiado centrado), por lo que si atendemos a todos los casos del pasado es materialmente imposible que las necesidades de capital sean inferiores a los 60.000 millones. Esto no es coherente con los rescates e intervenciones del pasado, ni con el sentido común.