Tras los datos del balance comercial, el otro argumento al que se está agarrando el Partido Popular para vender los éxitos de sus políticas económicas es la reducción del déficit. Hoy se anuncia, con todo el orgullo del mundo que el déficit ha cerrado el 2013 en el 6,7% del PIB, lo que supondría en principio una bajada importante del déficit en un contexto de recesión.
El partido popular emite un tweet en el que afirma:
“la cifra de déficit se ha reducido en 3,5 puntos. Esto no lo había conseguido ningún país en la OCDE #Españapuede”.
Sin embargo, lo que no nos cuenta el Partido Popular es que esto es mentira, y por varias razones. La primera razón es que el déficit del estado no ha sido del 6,7%; sino que famoso 6,7% ha sido el déficit anunciado por Rajoy en el que no se tienen en cuenta en primer lugar las ayudas a la banca. El argumento que dan para facilitar el déficit incluyendo las ayudas a la banca es que no suponen el inicio de un procedimiento excesivo de déficit desde Europa. Pero una cosa es que no se tenga en cuenta el déficit ocasionado por las entidades financieras para iniciar un procedimiento determinado, no significa ni mucho menos que este no exista. Las ayudas a la banca, (en este caso las pérdidas), son gastos, costarán dinero y tendremos que pagarlas, por lo que directamente se han de tener en cuenta para determinar la situación de las cuentas públicas. Ya puestos que quiten la partida de desempleo de la contabilidad y nos dará un mejor resultado.
Pero si nos fijamos mejor en el argumento, comprobamos una segunda falsedad de órdago. Nos están diciendo, que la bajada del déficit fue de 3,5%, de tal forma que ahora supone un 6,7%. En consecuencia, de una simple aritmética nos encontramos que el déficit del año 2011 ascendió al 10,2 %. Este 10,2% parece que sale de las previsiones de Bruselas para el 2012, (no sería una bajada porque son datos del mismo año y una previsión), pero en todo caso, tenemos que tener en cuenta que el último dato publicado (en octubre de 2012) de déficit del ejercicio 2012, corresponde a un déficit del 9,4%. Este déficit corresponde a incluir un 0,5% a mayores por las ayudas a determinados bancos que no habían sido computados antes.
Por tanto, es sencillo entender que estamos hablando de otra trampa cuando introducimos las ayudas en la banca en el dato del año anterior y no en este año. Evidentemente la reducción del déficit será mayor porque dejamos de contar con un dato. Sobre todo por un pequeño detalle; si en 2011 las ayudas a la banca se llevaron un 0,5% del PIB y para el 2012 se espera que supongan un 3,2%, tendremos la desagradable sorpresa de que finalmente el déficit ¡ha subido!.
Y lo peor es que el incremento no viene derivado de las ayudas a la banca, sino que podemos encontrarnos con el mismo proceso que hemos comprobado en 2012. Hace exactamente un año nos encontrábamos con el cierre del déficit en el 8,2%, en un entorno en el que absolutamente nadie había cumplido los objetivos salvo la comunidad de Madrid. Por tanto, el número que se ha facilitado el 27 de febrero de 2013, frente al del 27 de febrero de 2012 supone una diferencia de 1,5% puntos del PIB. Evidentemente una bajada del 1,5% en el déficit sin tener en cuenta los bancos, cuando el coste de los bancos sube 2,7% supone en realidad subida del déficit por mucho que Europa decida no iniciar procedimiento alguno cuando la subida del déficit, (que tendremos que pagar sí o sí), sea por las ayudas de los bancos.
Sin embargo, debemos recordar que en Mayo de 2012, se cifró este déficit en el 8,9%, entre otras cosas porque la comunidad de Madrid, (la que había cumplido el objetivo), modificó sus cuentas, (al igual que la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Andalucía), de tal forma que el déficit real fue superior al anunciado. Supongo que alguien prometerá que en el 2013 no tendremos esta desviación.
Supongo que también nos contarán que no se va a repetir tampoco lo de octubre de 2012, donde se anunció otra revisión del déficit de 2011, esta vez desde Bruselas, que volvió a sumar un 0,9% del PIB hasta dejarlo en el 9,4%.
Pero por mucho que juren y perjuren, parece más que evidente que el déficit no va a ser el que nos han anunciado como definitivo, y por supuesto que el que nos importa a nosotros es mucho mayor y mayor que el del año pasado. Y si el problema es que no podemos gastar más dinero del que tenemos, el problema es mayor, (por mucho que a Bruselas le importe menos dependiendo de en qué se gasta).