En fin, toca acabar el tema de ayer, y entonces debemos encontrar los matices a la foto para entender las distorsiones de la realidad. Para eso trato de ir a la fuente (el INE) y buscar los datos del PIB a lo largo de los últimos años. Habíamos quedado que la proporción de la renta en manos de los trabajadores, apenas se había modificado en los últimos años, y en todo caso, la variación había sido menor que en el resto de los países de la UEM, y evidentemente me preguntaba si eso era compatible con la evolución pasada de precios, (y beneficios) y sueldos, (y situación de la clase media).
Como avisé que había truco, pues ahí va:
Un primer punto en el que debemos fijarnos en la expresión “contribución al PIB del trabajo o de las rentas empresariales”. Debemos ser muy sutiles y entender que realmente esta frase no tiene absolutamente nada de correcto y desde luego lleva a un engaño claro. Me explico; Lo que se produce en una economía, no es más que lo que produce una combinación formada por trabajadores y capital, de tal forma que uniendo esto, tenemos los bienes y servicios producidos. Está claro que ambos factores son necesarios y ambos factores contribuyen a la creación de los bienes y la riqueza. ¿En qué proporción?. Pues lo cierto es que es una discusión ciertamente teórica y que jamás podrá ser contestada a menos que hagamos un supuesto clave, y ese supuesto es que los mercados valoran adecuadamente todos los bienes y servicios.
Si nos damos cuenta, el importe de la remuneración a los asalariados y los excedentes empresariales, nos da el reparto de esta riqueza, no la contribución de los factores. Asumiendo que los mercados son eficientes, nos encontraremos con que el reparto de la riqueza puede ser equivalente a la contribución, pero en el sentido de que estos mercados presenten ineficiencias, (tanto los de bienes como los de servicios), la realidad es que el reparto no tiene porque reflejar en absoluto una contribución que en todo caso sería teórica.
Entonces tenemos que entender que cuando hablamos de rentas de trabajo y capital, estamos hablando del reparto de estas, que se basa, como cualquier otro mercado, en el poder, en la información de cada uno de los grupos, y evidentemente en toda una serie de negociaciones. Es fácil entender que si mañana los sindicatos, (haciendo fuerza), consiguiesen una subida del 10% de los sueldos del país, el PIB en manos de los asalariados crecería a costa de los beneficios empresariales, de forma que pasado mañana podríamos salir a decir con orgullo que los trabajadores aportan más al PIB, cuando la realidad es que aportarían exactamente lo mismo pero se llevarían más.
Por descontado, lo mismo ocurre cuando las empresas logran incrementar los precios un 10% y los sueldos un 3%. ¡Fácil verlo!. ¿Contribuyen más o consiguen más en el reparto?.
Esta pequeña tontería es lo que llamaríamos manipulación, ya que si nos damos cuenta, llegando a una conclusión que nos dice que las empresas son lo importante y en consecuencia, se justifican todas las políticas de oferta.
Pero con todo, esta distorsión no es el “olvido” más grave. Sorprende que un estudio que llegue al punto de dedicar una buena discusión a la consideración de los autónomos, se olvide completamente de olvidar un aspecto que es fundamental cada vez que nos acercamos al PIB. Y es el concepto per capìta.
Dicho de otra forma, el hecho de que la tarta para los trabajadores se haya reducido un 9% en Alemania y un 2% en España, no puede ser entendido sin tener en cuenta la variación en el número de trabajadores en cada país.
Por tanto, podemos usar otro punto de vista y tratar de entender cómo han evolucionado las rentas del PIB desde el 95, (por la disponibilidad de datos). En este sentido la primera aproximación es tratar de analizar las rentas nominales en grupos. He decidido colocar precios nominales, porque al final representa lo que cobra cada uno de los grupos en cada momento determinado. Evidentemente para analizar la evolución de los ingresos a cada momento, debemos tener en cuenta la inflación, ya que afecta a nuestros ingresos. Pero para analizar en cada momento la situación de asalariado y empresa, tenemos lo que se cobra en cada momento por cada uno de ellos, siendo los precios los mismos para ambos.
Los datos sobre la renta nacional y la división entre remuneración de asalariados y excedentes empresariales está en la página del ine. La primera sorpresa es que desde 1995 a 2009, la proporción entre sueldos y beneficios, apenas ha variado. De hecho, se partía de una situación en la que los sueldos representaban el 53,43% en 1995, llegando al 52,99% en 2008.
Por tanto, en principio, el peso de los sueldos en las rentas del país se ha mantenido constante, (o con muy ligeras variaciones). Sin embargo es en el número de perceptores de esta renta donde nos encontramos la diferencia fundamental.
Es muy sencillo encontrar el número de perceptores de rentas del trabajo y pensionistas, que son los que confirman el campo de remuneración de los asalariados. En la misma página del ine tenemos los datos de las personas que viven de actividades empresariales. Los datos son los siguientes:
Como podemos observar, la población activa se incrementó sustancialmente desde 1995 hasta la actualidad, y se han incrementado tanto las personas que obtienen sus rentas del trabajo, como de empresas. Por supuesto, la diferencia está en el grado, y mientras los perceptores de rentas empresariales se han incrementado en un poco menos de 430.000, (de 3.137.000 a 3.564.000 personas), el número de personas que viven de rentas del trabajo, se han incrementado en cerca de 9 millones, (de 16.341.000 a 25.084.000 millones).
Dicho de otra forma, a pesar de que los dos pedazos de tarta crecen, en uno de ellos tenemos un incremento pequeño de comensales, y en el otro tenemos un incremento salvaje, por dos grandes efectos: inmigración e incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Por favor, no me llamen ni xenófobo, ni machista, porque sólo pretendo explicar el porque de unos datos, que han quedado fuera de la foto que nos han dado.
Por supuesto, el último dato que me gustaría dar es el PIB per capita que le corresponde a cada empresario, y el PIB per capita que le corresponde a cada trabajador, (que coincidirá con el sueldo medio, como es lógico). Para ello, no tenemos más que dividir, el pib correspondiente al grupo, entre las personas que lo componen y tenemos (a titulo de ejemplo), que cada trabajador recibe de media 21.017 euros, (correspondientes a la simple división entre los 527.207 millones que se reparten entre 25.084.000 personas).
Calculando la renta media de trabajadores y empresarios a lo largo de estos años, nos da los siguientes datos:
O dicho de otra forma, es cierto tal y como afirma el Banco de España que el grupo de rentas de trabajo, ha reducido sólo un poco el peso respecto al grupo de rentas de empresas. Pero esto, oculta el hecho de que la diferencia entre empleados y empresarios se ha incrementado notablemente, en la foto se compensa “olvidando” el detalle de que se han incrementado muchísimo más los empleados.
Por supuesto, estamos hablando de medias, y tanto en el grupo de los empleados como de los empresarios, existen notables diferencias entre unos y otros, pero los datos son los suficientemente abrumadores para contestar la pregunta: ¿Cómo han evolucionado los trabajadores y los empresarios en estos años?. Piense que no es lo mismo, que preguntarse ¿Cómo ha evolucionado el total de los trabajadores y el total de los empresarios?.
En fin, pero el Banco de España concluía que los trabajadores habían perdido más renta respecto a los empresarios en Alemania. A estas alturas supongo que ya es fácil adivinar que también se refería a grupos, y que la principal diferencia la encontramos en la evolución de la población activa. Los datos de la evolución de personas activas desde 1991 a 2009, son según el instituto de estadística alemán los siguientes:
Me queda analizar la diferencia entre la situación de los trabajadores y de los empresarios, para lo cual tenemos que saber, el pib generado por cada uno de ellos y el número de trabajadores y empresarios. Lamentablemente, sólo he encontrado los datos desde el 2006, (el resto está en su base de genesis que no tiene versión en inglés).
De forma que comprobamos que la proporción de empresarios es mucho menor, que en España. (¿Curioso?). Y sacando los datos del pib, podemos encontrar que respecto a las diferencias, los resultados son los siguientes:
De esta forma, me gustaría resumir que si cogemos las medias, en Alemania la media de los empresarios, (el 11% de las rentas), gana 3,9 veces la media de los trabajadores, mientras que en España, la media de los empresarios, (el 14,20 % de las rentas), gana 6,2 veces la media de cada empleado.
Quizás estas dos imágenes sean coherentes con la evolución de los precios, (ingresos de las empresas) y sueldos, (ingresos de los trabajadores), así como con los beneficios y situación de las familias en los dos países.