Soy consciente de la complejidad para el inversor no familiarizado con los sistemas de inversión, que conlleva la decisión de elegir el sistema o combinación de sistemas más adecuado, es por ello que me propongo guiarle en su elección, ofreciéndole una serie de pautas a tener en cuenta para valorar un sistema:
1) La cantidad de dinero que debemos destinar. Esto es sencillo, debemos destinar la cantidad de dinero que estaríamos dispuestos a perder, lo digo bien, la cantidad de dinero que estaríamos dispuestos a perder. Si destinamos esta cantidad no abandonaremos el sistema a la primera de cambio, seremos disciplinados y no saldremos del sistema con pérdidas.
2) La serie de pérdidas del sistema elegido, lo que se denomina Draw Down. Por supuesto cuanto menor sea la serie de pérdidas mejor será el sistema, siempre sin dejar de lado la rentabilidad del mismo. No hay que olvidar que todo sistema soportará rachas malas tarde o temprano y es en estos malos momentos cuando el inversor se pone a prueba, comienza a desconfiar del sistema elegido y en muchas ocasiones lo abandona, perdiendo así las posibilidades de beneficios que le brinda el sistema elegido.
3) Los beneficios generados por el sistema hasta el momento, evidentemente que esos beneficios sean altos en relación con la serie máxima de pérdidas o Draw Down. De poco nos sirve un sistema que ha producido unas ganancias de 100 si para poder conseguirlas hemos de arriesgar otras 100 ó incluso 50. Esta proporción hay que observarla en el tiempo transcurrido para hacernos una idea mas precisa, con esto llegamos a lo que se denomina ROI (también denominado Rendimiento de las Operaciones)
ROI = (Beneficio en Euros / Draw Down máximo del periodo analizado (peor racha de perdidas)) * (12 / Nº Meses del periodo analizado)
Así por ejemplo,
Periodo Analizado: 1-1-2004 hasta 31-03-2004
Sistema: Pegaso 3001
Resultado en euros del periodo analizado: 658 euros
Draw Down: 246 euros
Nº meses: 3
ROI = ( 658 / 246 ) * (12 / 3 ) = 10.69
Cuanto mayor es el ROI mejor será el sistema.
4) Calcular la rentabilidad respecto al capital mínimo recomendado: Lo normal y aceptable está en arriesgar una cantidad que se estima multiplique por 2.5 ó 3 la serie máxima de pérdidas del sistema elegido. Si un sistema ha perdido 1.000 euros en dos años deberíamos arriesgar con él entre 2.500 y 3.000 euros. Una fórmula que considero apropiada teniendo en cuenta lo anterior es multiplicar el Draw Down por 2.7 y a esta cantidad restarle el Draw Down actual.
Otra cuestión es tener muy claro el capital máximo que estamos dispuestos a perder en el caso de que la inversión no responda como habíamos esperado. Si habíamos invertido X capital y a la menor pérdida abandonamos habremos abandonado con precipitación perdiendo así las posibilidades de ganancia que nos brinda el sistema, de ahí la importancia de utilizar sistemas cuya serie de pérdidas sea pequeña, así podremos aguantar bien las malas rachas sin abandonar.
5) También es muy importante evaluar adecuadamente el capital mínimo garantizado, para que ante esas malas rachas que inevitablemente vendrá no nos saque el sistema a al primera de cambio.
6) Otra forma de elegir un sistema es calculando la rentabilidad que éste ha ofrecido hasta la fecha. Cogeremos el Beneficio del sistema, lo dividiremos por el capital mínimo recomendado y a esta cantidad la multiplicamos por 100, así obtendremos la rentabilidad media anual ofrecida por el sistema hasta el momento de forma porcentual.
Por ejemplo:
Sistema Pegaso 2002
Beneficio medio anual: 7.750 euros
Capital mínimo recomendado: 2.106
Rentabilidad media anual del sistema: 7.750/2.106 = 3,68 * 100 = 368%
Como es lógico a mayor rentabilidad mejor será el sistema.
7) Otra cosa importante es que un sistema para que sea fiable ha de haber realizado mas de 100 operaciones aproximadamente, ya que un sistema que nos da una sola operación es un sistema con una fiabilidad estadística del 100%, pero eso no nos da mucha tranquilidad de que la siguiente operación también sea ganadora, si no lo es la fiabilidad estará bajando al 50% y si la tercera operación también resulta ser perdedora la fiabilidad habrá descendido al 33% y así sucesivamente, con lo cual cuantas mas operaciones haya realizado el sistema mas tranquilidad de que su funcionamiento en el futuro será semejante al ofrecido en el pasado.