Las cinco fuerzas Porter determinan el nivel esperado de rentabilidad a largo plazo de un sector, a través de su efecto sobre el retorno del capital invertido y sus componentes: precios, costes y requerimientos de inversión. Estas cinco fuerzas configuran la competitividad de un sector. Así como en el corto plazo la rentabilidad está determinada por factores de oferta y demanda, a largo plazo la rentabilidad depende de la estructura competitiva del sector. Por todo ello, es fundamental que como inversores podamos analizar nuestras empresas y sus sectores con esta pequeña guía.