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Cooperativa de crédito

Una cooperativa de crédito es una entidad financiera que opera bajo un modelo cooperativo, enfocado en satisfacer las necesidades económicas de sus miembros. A diferencia de los bancos tradicionales, las cooperativas de crédito no persiguen la maximización de beneficios, sino que están orientadas a ofrecer servicios financieros justos y accesibles a sus socios.

En esencia, una cooperativa de crédito es propiedad de sus miembros, que son a la vez clientes y propietarios de la entidad. Esto significa que quienes tienen cuentas en la cooperativa de crédito también participan en la toma de decisiones.

Es decir, los socios forman parte de la gestión de la cooperativa a través del derecho a voto en asambleas y de la elección de representantes en la dirección de la institución.

Las cooperativas de crédito en España ofrecen una amplia gama de servicios financieros, incluyendo cuentas de ahorro, préstamos personales y para la vivienda, tarjetas de crédito y débito, y otros productos financieros similares a los de los bancos tradicionales. Sin embargo, su enfoque en la membresía y el beneficio mutuo a menudo se traduce en tasas de interés más favorables en préstamos y rendimientos más competitivos en cuentas de ahorro.

Estas cooperativas suelen tener un enfoque local o regional, lo que les permite mantener un vínculo cercano con sus miembros y adaptar sus servicios a las necesidades de la comunidad. Además, su estructura cooperativa promueve la transparencia y la responsabilidad en la gestión financiera, ya que los intereses de los miembros están en el centro de todas las decisiones. 
 

Historia de las cooperativas de crédito


En medio de la Revolución Industrial, a finales del siglo XIX, muchas personas en comunidades locales luchaban por acceder a servicios financieros justos. Fue en este contexto que las primeras semillas de las cooperativas de crédito fueron sembradas. 

Alrededor del año 1844, en Rochdale, Inglaterra, un grupo de tejedores creó la Sociedad de Equidad de los Pioneros de Rochdale. Esta sociedad se convirtió en un modelo para las futuras cooperativas al enfocarse en principios como la igualdad, la participación democrática y el beneficio mutuo. 

La historia de las cooperativas de crédito en España tiene sus raíces en el movimiento cooperativo europeo del siglo XIX, pero su desarrollo y consolidación en el país tuvieron lugar a lo largo del siglo XX.  La primera cooperativa de crédito española fue la Cooperativa de los Papeleros de Buñol, creada en 1858, y la primera caja laboral fue Manantial de Créditos, constituida en Madrid en 1865.

Sin embargo, el desarrollo de las cooperativas de crédito se vio frenado por las circunstancias políticas y económicas del país, como la Guerra Civil y la posterior dictadura.

Fue en la década de 1960 cuando el movimiento cooperativo de crédito comenzó a ganar impulso en España. En 1962, se promulgó una ley que reglamentaba la actividad de las cooperativas de crédito, lo que brindó un marco legal más sólido para su operación y crecimiento. A partir de este momento, las cooperativas comenzaron a expandirse y a establecerse como una alternativa financiera viable.

Durante la década de 1980 y 1990, el movimiento cooperativo de crédito en España experimentó un crecimiento significativo. Se establecieron federaciones y confederaciones de cooperativas de crédito para fortalecer la colaboración y la representación del sector ante las autoridades y los mercados financieros. Además, se promovieron reformas legales que mejoraron el entorno regulatorio y permitieron un mayor desarrollo de estas instituciones.

En el siglo XXI, las cooperativas de crédito en España han continuado su evolución, adaptándose a los cambios tecnológicos y las necesidades financieras de la sociedad. Así, han diversificado sus servicios para incluir banca electrónica, productos de inversión y soluciones financieras más avanzadas. Además, su enfoque en la comunidad y la responsabilidad social les ha permitido mantener un papel importante en la promoción de la inclusión financiera y el desarrollo local. 

Características de las cooperativas de crédito


Las cooperativas de crédito en España se distinguen de los bancos y las cajas de ahorro por sus características específicas que reflejan su enfoque cooperativo y su compromiso con la comunidad. Aquí están algunas de las principales diferencias:

  1. Propiedad y gestión democrática: A diferencia de los bancos y cajas de ahorro, las cooperativas de crédito son propiedad de sus miembros, que son al mismo tiempo clientes y dueños de la institución. Cada miembro tiene derecho a voto y participa en la toma de decisiones importantes, independientemente de la cantidad de dinero que tengan invertida.
  2. Enfoque en la membresía: Las cooperativas de crédito tienen un enfoque local o comunitario más marcado que los bancos y cajas de ahorro. Suelen surgir para atender necesidades financieras específicas de una comunidad o grupo de empleados, lo que crea un sentido de pertenencia y colaboración más fuerte.
  3. Beneficio mutuo: A diferencia de los bancos, que buscan maximizar beneficios para sus accionistas, las cooperativas de crédito priorizan el beneficio mutuo de sus miembros. Esto se traduce en tasas de interés más bajas en préstamos y rendimientos más competitivos en cuentas de ahorro.
  4. Finalidad social: Las cooperativas de crédito suelen tener un fuerte compromiso social y comunitario. Muchas veces participan en proyectos locales de desarrollo, patrocinan eventos comunitarios y apoyan causas sociales en la región.
  5. Transparencia: Debido a su estructura democrática, las decisiones y operaciones de las cooperativas de crédito tienden a ser más transparentes. Los miembros tienen acceso a información sobre las operaciones y las finanzas de la institución.
  6. Acceso financiero equitativo: Las cooperativas de crédito nacen con el propósito de ofrecer servicios financieros a comunidades que pueden haber sido excluidas o desatendidas por instituciones financieras convencionales. Esto las convierte en una opción para aquellos que buscan acceso a servicios financieros justos.
  7. Menos especulación: Dado su enfoque en el beneficio mutuo y la comunidad, las cooperativas de crédito tienden a evitar prácticas especulativas y arriesgadas en comparación con algunos bancos.

En contraste, los bancos y las cajas de ahorro operan bajo un modelo más tradicional, con estructuras jerárquicas y enfoques comerciales orientados a la maximización de ganancias para accionistas. Si bien todos desempeñan un papel en el sistema financiero, las cooperativas de crédito destacan por su enfoque en la participación activa de los miembros y su compromiso con la equidad financiera y el desarrollo local.

Tipología de las cooperativas de crédito


En España, las cooperativas de crédito pueden estar orientadas a diferentes sectores y comunidades. Aquí tienes ejemplos de cooperativas de crédito en diferentes ámbitos, incluyendo algunas relacionadas con el mundo agrario:

1. Cooperativas de crédito agrario:

  • Caja Rural del Sur: Esta cooperativa de crédito opera en Andalucía y tiene una fuerte relación con el sector agrícola y rural.
  • Caja Rural de Navarra: También conocida como Rural Kutxa, esta cooperativa de crédito tiene una presencia significativa en el norte de España y está relacionada con el ámbito agrario.

2. Cooperativas de crédito comunitarias:

  • Cooperativa de Crédito Sagrada Familia: Esta cooperativa opera en Cataluña y se enfoca en brindar servicios financieros a la comunidad local.

3. Cooperativas de crédito regionales:

  • Caja Rural de Extremadura: Como su nombre indica, esta cooperativa de crédito opera en la región de Extremadura y puede tener conexiones con el sector agrario.

4. Cooperativas de crédito generalistas:

  • Cajamar: Es una de las cooperativas de crédito más grandes de España. Su enfoque no es exclusivamente agrario, pero puede tener conexiones con este sector debido a su presencia en áreas rurales.
 

Ventajas y desventajas de las cooperativas de crédito


Entre las ventajas de las cooperativas de crédito, en comparación con los bancos y las cajas, podemos resaltar:

  • Suelen ofrecer un servicio más personalizado, siendo instituciones más vinculadas con las dinámicas de las localidades donde operan.
  • Pueden ofrecer tipos de interés más altos en sus productos de ahorro, como cuentas corrientes o cuentas de ahorro.
  • En la misma línea del punto anterior, las cooperativas también ofrecen normalmente menores tipos de interés en los préstamos que otorgan. Esto se debe a que la cooperativa no responde a los intereses de terceros accionistas, sino de sus propios clientes, que son a su vez dueños de la entidad.
  • Suelen realizar menos cobros, y los cargos impuestos suelen ser menores.
  • Cada miembro (cliente) tiene derecho a voto, es decir, a participar en la toma de decisiones.

Sin embargo, debemos señalar las siguientes desventajas:

  • Las cooperativas son instituciones más pequeñas que los bancos y, por ende, no cuentan con el presupuesto para ofrecer la misma variedad y calidad de servicios. Por ejemplo, en el caso de las aplicaciones para móviles, un banco puede contar con los fondos para mantener actualizado y modernizado su sistema, pero la cooperativa quizás no puede darse el lujo de realizar dicha inversión.
  • Un banco comercial tiene presencia en distintos puntos del país, pero las cooperativas cuentan con ubicaciones más limitadas. Fuera de la localidad donde opera la cooperativa, puede ser complicado, por ejemplo, retirar dinero de la cuenta de ahorros que el usuario posee en dicha entidad.
  • Para afiliarse a una cooperativa de crédito, se deben cumplir con determinados requisitos, pues la idea es que los clientes tengan vínculos en común. En ese sentido, se requiere, por ejemplo, que se acredite la pertenencia a una zona geográfica específica.

Diferencias entre cooperativas de crédito, cajas de ahorro y bancos


Para reforzar las diferencias entre las cooperativas, las cajas y los bancos, debemos comenzar por observar sus órganos de gestión. En España, las cooperativas cuentan con una Asamblea General, un Consejo Rector, la Dirección General y los Interventores de Cuentas.

En cambio, las cajas tienen una Asamblea General, un Consejo de Administración y una Comisión de Control. A su vez, los bancos son sociedades anónimas dirigidas por un Consejo de Administración que es elegido por la Junta de Accionistas. *

La mayor diferencia es entre cooperativas y bancos. Estos últimos, como ya hemos mencionado anteriormente, responden a sus accionistas y es a ellos a quienes deben rendir principalmente cuentas. En cambio, las cooperativas se deben a sus clientes, que son a la vez sus propietarios.

Además, recordemos que en las cooperativas cada propietario tiene derecho a un voto. En contraste, el accionista del banco ostenta un mayor poder de decisión si posee un mayor porcentaje de participación.

Otro punto a discutir es el de la repartición de beneficios. Por un lado, las cooperativas tienen en común con las cajas en que una parte (50%) de los recursos debe destinarse al fondo de reserva obligatorio. En cambio, el banco distribuye los beneficios entre sus accionistas, pudiendo pagar dividendos.

Los bancos son esencialmente entidades con fines de lucro. Esto, a diferencia de las cajas y las cooperativas, que no solo pretenden generar ganancias, sino fomentar desarrollo en las comunidades donde operan.

*Los datos sobre los nombres de los órganos de gestión de las cajas y las cooperativas tienen como fuente la página web del Banco de España.

Artículo escrito en colaboración con @miguel-arias

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Cooperativa de crédito, GuillermoWestreicher, 02 de marzo del '24, Rankia.com
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