La comisión de custodia se refiere a un cargo que imponen las entidades financieras por mantener y administrar los valores o activos de un inversor en su plataforma. Este coste puede incluir operaciones como la actualización de posiciones, cobro de dividendos o intereses y gestión fiscal. Es una tarifa periódica que se mide usualmente en términos anuales y puede variar según la entidad y el tipo de inversión. La comisión de custodia es como una tarifa que pagas por la
custodia de activos, que es, en esencia, un servicio de almacenamiento y mantenimiento de tus inversiones. Cuando
inviertes en
acciones,
bonos u otros tipos de
valores, alguien tiene que guardar o custodiar esos
activos, esos documentos de manera segura, llevar un registro actualizado de tus inversiones y realizar todas las gestiones necesarias relacionadas con ellos. La comisión de custodia es lo que pagas por este servicio.
Esta comisión la cobran las entidades financieras o los
corredores de bolsa. Piensa en ellos como los guardianes de un almacén donde se guardan tus cosas de valor. Al igual que pagarías por un servicio de almacenamiento en el mundo físico, en el mundo financiero pagas una comisión de custodia para que tus valores se mantengan seguros y bien gestionados.
Una de las razones por las que esta comisión es importante es porque mantener y gestionar valores requiere un sistema sofisticado de seguimiento y seguridad. Hay que asegurarse de que tus acciones o bonos estén bien registrados y de que cualquier
dividendo o
interés que generen se acredite correctamente en tu
cuenta.
La comisión de custodia puede variar dependiendo de la entidad que la cobre y del tipo y cantidad de tus inversiones. Algunas entidades cobran una tarifa fija, mientras que otras pueden cobrar un porcentaje basado en el
valor de tus inversiones.
Es interesante saber que, en algunos casos, las entidades pueden ofrecer servicios adicionales incluidos en la comisión de custodia, como
informes detallados sobre el
rendimiento de tus inversiones o
recomendaciones de inversión personalizadas.
Sin embargo, también es importante ser consciente de que la comisión de custodia puede afectar la
rentabilidad de tus inversiones, especialmente si es alta en comparación con los retornos que estás obteniendo. Por eso, es una buena idea comparar diferentes opciones y entender claramente cuánto te costará este servicio antes de decidir dónde invertir tu
dinero.
Importe de comisión de custodia
El importe de la comisión de custodia es un coste, una cantidad que un inversor debe considerar al invertir en bolsa. Este cargo habitualmente viene determinado por un porcentaje del valor total de los títulos que se poseen, aunque puede también aplicarse como una suma fija. Muchas instituciones financieras y plataformas de inversión online cobran esta tarifa a sus clientes para cubrir los costes asociados con el manejo y administración de valores en su nombre.
Lo interesante del importe cobrado es que no es fijo y puede variar significativamente entre diferentes corredores o bancos. Algunos factores que pueden afectar el importe son:
- El tipo del valor (acciones, bonos, fondos mutuos, etc.)
- La cantidad total invertida.
- La frecuencia con la que se realizan operaciones.
- El país donde esté domiciliada la entidad financiera.
- El tipo de cliente (p.ej., si eres un trader asiduo o inviertes ocasionalmente).
Algunas entidades pueden ofrecer una estructura de precios más compleja que incluya diferentes niveles basados en las circunstancias individuales del inversor. Es común encontrar plataformas ofreciendo programas promocionales o incentivos para atraer a nuevos inversores, librando al cliente de comisiones de custodia durante un periodo inicial, o si mantiene una cantidad mínima en la cuenta. Aún así, siempre es crucial leer la letra pequeña, ya que pueden aplicar otros cargos o condiciones.
El impacto de las comisiones de custodia en tu inversión puede parecer pequeño al principio. Aún así, teniendo en cuanta el efecto compuesto a largo plazo, estas comisiones podrían socavar de manera significativa tus rendimientos finales. Por ello antes de seleccionar tu plataforma o banco para invertir es crucial investigar y comparar tasas. No siempre lo más económico es lo mejor. Hay que tener en cuenta también elementos tales como: la calidad del servicio al cliente, fiabilidad del operador, servicios ofrecidos y facilidad para realizar operaciones.
Dicho en otras palabras: comunícate con diferentes entidades financieras, compara las tarifas de comisión de custodia y asegúrate de tomar la mejor decisión acorde con tus necesidades específicas como inversionista.
Periodicidad de la comisión de custodia
En el mundo del trading y la inversión, podemos decir que toparse con diversas comisiones es prácticamente inevitable. Una de estas comisiones es la conocida como «comisión de custodia».
Pero, ¿cómo se determina exactamente cuándo y cuánto vamos a pagar? Esto depende de lo que llamamos «periodicidad de la comisión de custodia».
La periodicidad se refiere a la frecuencia con la que se nos cobra esta comisión. No existe una norma única y universal para esto, ya que cada broker tiene sus propias condiciones establecidas. Algunos podrían requerir un pago mensual. En contraste, otros podrían hacerlo trimestralmente, semestralmente o incluso anualmente.
Para explicar mejor los diferentes casos potenciales, consideremos algunos escenarios:
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Comisión mensual: Lo que indica que se te cobrará una pequeña cantidad cada mes por tener tus activos guardados con el intermediario.
-
Comisión trimestral: En este caso, el broker tomará una tasa cada tres meses.
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Comisión semestral: Aquí haz un pago cada seis meses en lugar de mensual o trimestral.
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Comisión anual: Este es tal vez el intervalo más largo que encontrarás para esta comisión, y se paga una vez al año.
Es importante recordar que aunque el pago sea menos frecuente (cuanto mayor sea su periodicidad), generalmente la suma será más alta, ya que estarán acumulando las tarifas durante ese periodo antes de cobrarlas.
Adicionalmente, cabe resaltar un aspecto relevante: La periodicidad no sólo afecta a la frecuencia del cargo, sino también la forma en que ese monto es calculado. Algunos brokers podrían determinar la cantidad basada en una porción fija o proporción de los activos bajo su custodia mientras que otros podrían evaluar el valor de los activos al final de cada periodo.
Por tanto, es crucial leer detenidamente las políticas establecidas por tu broker e investigar varias opciones antes de decidir dónde colocar tus inversiones. Entiendo las implicaciones financieras y estar bien informado te permitirá gestionar mejor tus costes y maximizar tus beneficios.
¿Qué bancos o brokers cobran comisión de custodia?
Para invertir en bolsa es esencial elegir un banco o broker adecuado, y un factor clave a considerar son las comisiones que estos cobran. Una de las más relevantes es la comisión de custodia. Pero ¿qué bancos o brokers cobran esta comisión?
Vamos a verlo a continuación.
La comisión de custodia se cobra por el mantenimiento y administración de tus valores en cartera. Es como una especie de alquiler que pagas al broker por tener tus activos guardados con él. No todos los bancos o brokers la cobran, pero muchos sí lo hacen.
En España, entre los principales bancos que aplican esta comisión podemos mencionar: BBVA, Santander, Bankia y Banco Sabadell. Estos suelen tener precios bastante similares, oscilando usualmente entre el 0,20% y el 0,40% anual sobre el valor total de los activos en tu cuenta. Es importante remarcar que estos precios varían según la entidad y pueden ir acompañados de ciertas condiciones dependiendo del volumen negociado o del número de operaciones realizadas.
Otros bancos como ING Direct no cobran directamente una tasa de custodia sino que aplican una «comisión por inactividad». Lo anterior quiere decir que si no realizas una cantidad mínima establecida de operaciones durante un periodo determinado (por ejemplo trimestralmente), te podrían cobrar dicha comisión.
Además existen brokers online independientes que también cobran estas tarifas aunque generalmente sus costes son más competitivos. Entre ellos se encuentra
DeGiro conocido por sus bajas tasas pero con algunos costes adicionales poco evidentes a simple vista,Interactive Brokers con tarifas que variarán según el mercado en el que inviertas,o Clicktrade que ofrece custodia gratuita si se realizan al menos dos operaciones al mes.
Es relevante aclarar que este panorama es muy cambiante y las condiciones pueden variar. Por tanto, es siempre fundamental leer la letra pequeña y estar bien informado antes de tomar una decisión.
Para cerrar, es crucial entender que aunque la comisión de custodia pueda parecer un gasto menor, puede significar una considerable fuga de dinero a largo plazo e impactar negativamente en tu rentabilidad. Por eso, merece la pena dedicar tiempo para elegir sabiamente dónde alojar nuestras inversiones comparando no solo estas comisiones sino también el resto de costes asociados y los servicios ofrecidos por cada banco o broker.
¿En qué casos podemos evitar la comisión de custodia?
Las comisiones de custodia pueden consumir una parte significativa de tus ganancias al invertir en bolsa, especialmente si eres un inversor de largo plazo. Aún así, hay ciertos escenarios o estrategias que puede emplear para evitarlas o reducirlas.
A continuación, explicaremos detalladamente estas posibilidades:
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Elige una entidad sin comisión de custodia: Algunos brokers y entidades bancarias no cobran comisión de custodia. Es fundamental prestar atención a este punto cuando se está eligiendo a quién confiar las inversiones. Asegúrate siempre de leer la letra pequeña y no asumir únicamente lo que el banco o broker anuncia en grandes titulares.
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Efectúa operaciones regularmente: Algunas entidades exonerarán la comisión de custodia si el inversor realiza un número mínimo mensual o trimestral de operaciones. Claro está, esta opción solo es recomendable si tu estrategia coincide con esta situación.
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Inventir en determinados productos financieros: Otro modo para evadir la tarifa es invirtiendo en ciertos productos financieros como los fondos propios del banco, los ETFs (Exchange Traded Funds) u otros productos que eximen dicha tarifa.
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Compra directa a la empresa emisora: En algunas ocasiones puede comprar acciones directamente a la empresa que las emite, evitando así cualquier tipo de intermediario y sus correspondientes comisiones.
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Contratos con condiciones especiales: Tienen su origen frecuentemente en herencias, donaciones o situaciones similares y suelen estar libres de este tipo de gastos.
Cada uno de estos métodos viene con sus propias ventajas y desventajas que deben ser consideradas y sopesadas acorde a tu escenario financiero personal y planes de inversión a largo plazo. Evitar la comisión de custodia puede resultar beneficioso para maximizar las ganancias, pero no debe ser la única variable a tener en cuenta al seleccionar un broker o estrategia de inversión.
Es importante recordar que, aunque sea tentador evitar o reducir las comisiones tanto como sea posible, estas comisiones deben equilibrarse con otros factores como el servicio al cliente, la facilidad de uso de la plataforma y los recursos educativos disponibles.
Ejemplo de comisión de custodia
Para terminar, veamos un ejemplo de comisión de custodia que nos permita entender mejor qué es este concepto.
Imagina que eres un inversor interesado en adquirir acciones de la empresa X, que cotiza en el mercado bursátil.
Primero, necesitas acudir a un intermediario financiero como, por ejemplo, un banco o una sociedad de bolsa. Este intermediario financiero te facilitará la compra y venta de estas acciones en el mercado y almacenará estos valores en tu nombre. Debido a este mantenimiento y custodia, el intermediario financiero necesita cobrar una tarifa conocida como «comisión de custodia».
Supón que decides invertir 10.000 euros y tu banco cobra un 0,25% anualmente como comisión de custodia. En este escenario pagarías 25 euros al año por mantener esas acciones con tu banco.
Es importante notar que esta tasa generalmente se aplica sobre el valor total del portafolio para cada período determinado (por lo general anual o semestral), y no por transacción individual.
Con todo, antes de acabar me gustaría hacerte algunos apuntes importantes:
1) La comisión no siempre está establecida como una cantidad fija: Puede ser un porcentaje del valor total del portafolio.
2) Diferentes bancos pueden tener diferentes estructuras de tarifas: Algunos podrían cobrar una tarifa fija sin importar cuánto dinero inviertas, mientras que otros pueden utilizar escalas móviles basadas en el tamaño de tu inversión.
3) Las comisiones pueden variar ampliamente entre los diferentes brokers: Es vital comparar las comisiones de varios intermediarios financieros antes de tomar una decisión para asegurarte que estás obteniendo las mejores condiciones.