Los criterios de inversión son aquellos parámetros que se toman en consideración al momento de desarrollar una estrategia de inversión. Esto, con el objetivo de que los resultados se ajusten a las metas y al perfil del agente.
Es decir, los criterios de inversión son las variables que el individuo o gestor analizan antes de colocar el capital en cualquier
activo o negocio.
Son muchos los factores que influyen en una decisión de inversión. Principalmente, se relacionan con la
rentabilidad esperada, el riesgo y el horizonte de inversión. A lo largo del artículo, entraremos en detalle sobre cada uno de estos elementos.
Primer criterio de inversión: la rentabilidad esperada
Quizás uno de los primeros criterios de inversión que se nos puede venir a la mente es la rentabilidad esperada, es decir, cuánto se prevé recibir por la inversión.
Normalmente, un agente desea el mayor retorno. Sin embargo, esto viene atado con los siguientes dos criterios que explicaremos a continuación.
La aversión al riesgo
Existe una regla básica en finanzas: a mayor riesgo, mayor rentabilidad. Esto significa que, cuanto mayor retorno ofrezca un activo, mayor también será el riesgo de pérdida. O, visto de otro modo, aquellos activos más rentables son también los más volátiles.
Lo anterior presenta un conflicto determinante para cualquier inversor: ¿Cuánto está dispuesto a arriesgar? O, dicho de otra manera, ¿cuál es su nivel de aversión al riesgo?
Horizonte de inversión
El inversor puede tener algún horizonte, es decir, algún plazo en el cual espera recuperar lo invertido. Puede ser, por ejemplo, que planee destinar el retorno obtenido a los estudios universitarios de su hijo en aproximadamente diez años.
Un escenario diferente sería el de una persona jubilada de más de 80 años cuyo objetivo es principalmente preservar su capital.
Tomando como referencia los criterios hasta ahora señalados, activos como las acciones, o la renta variable, son aquellos característicamente con mayor rentabilidad en el largo plazo y a su vez presentan el mayor riesgo. En cambio, la renta fija, tradicionalmente deuda pública o de Gobiernos, es de más corto plazo, el retorno es menor y es de bajo riesgo.
Otros criterios a tomar en cuenta
Otros criterios a tomar en cuenta en una inversión son:
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Liquidez: Es la facilidad con la que el inversor podrá disponer o recuperar el dinero invertido en caso lo necesite. Por ejemplo, un fondo mutuo suele ser bastante líquido. En cambio, un bien inmueble es un tipo de propiedad que demora bastante tiempo en venderse y convertirse en efectivo.
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Necesidad de flujos regulares: El inversor podría preferir, por ejemplo, invertir en acciones de aquellas empresas que ofrecen un pago regular de dividendos. Esto, si se requiere de un flujo regular de ingresos.
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Acceso ha mercado: Puede ser que el inversor esté buscando acceso a un tipo de mercado (o mercados) en específico. Por ejemplo, quizás quiera apostar por economías emergentes para, de ese modo, ampliar la variedad de activos en su portafolio.
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Objetivos de la inversión: No podemos descartar que el agente invierta en un negocio o activo con un objetivo más allá del financiero. Por ejemplo, si el fin del inversor es impulsar el desarrollo de energías renovables, entonces apostará por una empresa que esté emprendiendo en dicho sector.