La rentabilidad económica es un indicador que mide el retorno generado a partir de la inversión realizada por una empresa. Para ello, se establece una relación entre los resultados de la actividad y el capital destinado al negocio, independientemente de si proviene de recursos propios o de terceros.
La rentabilidad económica, visto de otro modo, refleja el rendimiento ofrecido por cada unidad monetaria de los activos de la compañía.
A este indicador también se le conoce como ROI, por las siglas de su nombre en inglés (Return on investment que en español se traduce como retorno sobre la inversión).
El ROI es uno de los principales ratios financieros de rentabilidad, como la rentabilidad financiera (ROE). Sin embargo, este último indicador solo considera los recursos invertidos por los socios de la compañía, mientras que la rentabilidad económica incluye además el financiamiento de terceros (deuda).
Otro dato importante también es que, como veremos en el siguiente apartado, el ROI tiene en su numerador el beneficio antes de intereses e impuestos. En cambio, el ROE toma para su cálculo el beneficio neto.
Fórmula de la rentabilidad económica
La fórmula de la rentabilidad económica es un ratio que tiene en el numerador al beneficio antes de intereses e impuestos o EBIT por las siglas de su nombre en inglés (Earnings Before Interest and Taxes). Este es un indicador financiero que refleja el resultado de explotación de la compañía. De ese modo, no considera ni los gastos ni los ingresos financieros.
De otro lado, en el denominador tenemos el total de los activos, que son, en simple, los bienes y derechos que posee la empresa.
Veamos un ejemplo de cálculo de rentabilidad económica. Una empresa presenta los siguientes resultados en sus estados financieros (todo denominado en euros):
Pasivo: 26.000 Patrimonio: 11.000 Beneficio bruto: 12.400 Gastos operativos: 4.600 Gastos de depreciación y amortización: 2.300
¿Cuál es la rentabilidad económica de la firma? Primero, calculamos el numerador, el EBIT. Para esto, debemos recordar que el EBIT puede hallarse tomando el beneficio bruto y restando los gastos operativos y los gastos de depreciación y amortización:
EBIT: 12.400-4.600-2.300=5.500
Luego, para calcular el denominador, debemos recordar que siempre se cumple, en el balance de situación, que el activo es igual al pasivo más el patrimonio. Por lo tanto, tenemos:
Activo: 26.000+11.000=37.000
Entonces, podemos calcular la rentabilidad económica:
ROI=5.500/37.000=0,1486=14,86%
El resultado podría interpretarse de la siguiente manera: Por cada euro invertido por la compañía, se generó un beneficio de 14,86 centavos de euro. O, visto de otro modo, por cada 100 euros invertidos, se ganaron 14,86 euros.