El coste de oportunidad es el valor que tiene todo aquello a lo que estamos renunciando cuando tomamos una determinada decisión. En otras palabras, el coste que tiene la opción alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una decisión, debiendo incluir el beneficio futuro que habría supuesto haber tomado otra decisión.
Los economistas, constantemente, hablan del coste de oportunidad. En numerosos contextos, estos expertos hacen referencia a que "todo en esta vida tiene un coste de oportunidad". Y podemos decir que esto es así por el hecho de que hablamos de uno de los conceptos más importantes en el mundo de la economía y las finanzas.
Como señalan los economistas, en la vida todo tiene un coste de oportunidad. Si vamos con un amigo a ver el fútbol, no podemos utilizar ese tiempo para trabajar, o para ir al cine con otro amigo; cuando decidimos comprarnos una camiseta de una reconocida marca, no podemos gastar ese dinero, por ejemplo, en invertir en acciones que nos aporten rendimientos futuros; cuando decidimos estudiar una carrera, no podemos emplearnos a tiempo completo en una compañía que nos aporte un buen salario...
Todo en la vida tiene un coste de oportunidad, como podemos apreciar, y este coste, aunque en muchas ocasiones no lo veamos, debe ser tenido en cuenta.
Por ejemplo, si decidimos estudiar una carrera, estamos renunciando a trabajar en una compañía que nos aportaría experiencia, un salario, así como un ahorro para nuestro futuro. En el caso del partido de fútbol, estamos renunciando a ir al cine, a ver una película, así como al rato que hubiéramos pasado con ese otro amigo. En el caso de la camiseta, estamos renunciando a una compra de acciones que, en el futuro, podría habernos aportado los rendimientos suficientes como para comprar dos camisetas.
Como podemos observar en los ejemplos, todo en la vida tiene un coste de oportunidad, y este debemos tenerlo en cuenta a la hora de tomar una decisión.
Por tanto, cuando hablamos del coste de oportunidad, hablamos delvalor que tiene todo aquello a lo que estamos renunciando cuando tomamos una determinada decisión. Dicho de otra manera, el coste que tiene la opción alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una decisión, debiendo incluir el beneficio futuro que habría supuesto haber tomado otra decisión.
El ejemplo de la camiseta nos permite entender muy bien este concepto.
En este sentido, imaginemos que la camiseta nos cuesta 500 dólares. Estos 500 dólares, dado que los hemos invertido en la compra de la camiseta, no pueden ser invertidos en acciones, en opciones, en futuros, así como otros activos que, en caso de haberlos adquirido, podrían habernos aportado los rendimientos suficientes, como decía, para comprar dos camisetas, o tres.
Al tomar la decisión de comprar la camiseta, hemos renunciado a comprar otra cosa, así como a la experiencia y los beneficios de los que hubiéramos disfrutado en caso de haber tomado la otra decisión. Y a eso que renunciamos, es decir, a la experiencia y a los beneficios que hubiéramos obtenido en el caso de haber escogido la otra alternativa, es a lo que los economistas llaman "coste de oportunidad".
El coste de oportunidad en las empresas
En el mundo económico, teniendo en cuenta que la economía es una ciencia que estudia la forma en la que los agentes administran unos recursos limitados para satisfacer necesidades ilimitadas, el coste de oportunidad es un concepto muy relevante. Pues este nos permite entender, en muchas ocasiones, las decisiones que toman los agentes económicos.
No obstante, el coste de oportunidad se vuelve aún más relevante, y preciso, cuando lo utilizamos en el mundo de la empresa y las finanzas. Pues hablamos de una de las mejores maneras de evaluar y cuantificar las inversiones cuando tenemos varias alternativas posibles y, como decíamos en el párrafo anterior, unos recursos limitados para emplear.
En este sentido, imaginemos que una compañía cuenta con una tesorería de 200.000 dólares.
Si utiliza ese capital y lo invierte en acciones de una compañía, o en opciones financieras, o en warrants, la compañía podría multiplicar su tesorería en cuestión de meses, obteniendo un importante flujo de ingresos financieros provenientes de los rendimientos que hubieran aportado estos activos en el mercado. Sin embargo, si lo invierte en reducir su pasivo, por ejemplo, esta podría reducir sus gastos financieros y, con el paso del tiempo, evitar el pago de unos intereses que, en conjunto, representan una cuantía mayor que lo obtenido al tomar la otra decisión.
Como podemos apreciar, el coste de oportunidad es un concepto muy relevante, también, en el mundo de la empresa y las finanzas. Pues su estudio nos permite estudiar de manera más objetiva las decisiones que toman las empresas, así como todo aquello a lo que estamos renunciando cuando no optamos por otra decisión alternativa.
Asimismo, como podemos apreciar en los ejemplos, hemos de señalar que no existe un único coste de oportunidad, ya que tampoco existe una única alternativa. En este sentido, lo que tratamos de decir es que existen tantos costes de oportunidad como alternativas posibles.
En el ejemplo anterior, si cogemos todo el capital y lo invertimos en un fondo de inversión estaríamos renunciando a los rendimientos que hubieran ofrecido otro tipo de activo, así como a la reducción de los intereses del pasivo, entre otros beneficios a los que debe renunciar la compañía por no haber tomado otra decisión.
Fórmula para calcular el coste de oportunidad
Para calcular el coste de oportunidad, hemos de señalar que existen diversas maneras de hacerlo; tantas como situaciones que se producen en nuestro día a día.
En otras palabras, no existe una fórmula única para calcular el coste de oportunidad, y si tuviéramos que describir una fórmula para calcular el coste de oportunidad, esta sería la siguiente:
Coste de oportunidad = valor de la decisión escogida - valor de la alternativa no escogida
Gráficamente, podríamos representarlo de la siguiente manera:
Coste de oportunidad
Como podemos apreciar en la imagen, el cálculo del coste de oportunidad depende de mucho de la situación a la que nos enfrentemos.
En el caso de la empresa, por ejemplo, podemos calcularlo, calculando el valor del ahorro y el beneficio que nos reporta tomar una decisión u otra. En el caso del partido de fútbol, por ejemplo, su cálculo se vuelve más complicado, pues no hay un beneficio explícito que pueda medirse y cuantificarse.
Por tanto, calcular el coste de oportunidad es posible, pero ello dependerá, en última instancia, de la situación, el contexto y las alternativas posibles.
Ejemplo de coste de oportunidad
Para terminar, veamos un ejemplo de cómo se calcularía el coste de oportunidad en el caso de que seamos directivos en una compañía y debamos tomar una determinada decisión.
Imaginemos que somos el director financiero de una importante compañía cotizada en el IBEX, y que contamos con 2 millones de euros para invertirlos.
En este sentido, se nos presentan dos opciones en las que podemos invertir: invertir en una nueva línea de negocio que estimamos que nos reportará 600.000 euros al cabo de dos años e invertir en un fondo de inversión que nos aporta un 10% anual.
Para calcular el coste de oportunidad, lo primero que tenemos que hacer es calcular el valor de las dos opciones:
Nueva línea de negocio = 600.000€ + nueva infraestructura.
Fondo de inversión (2 años x 10% anual garantizado) = 400.000€.
Habiendo realizado el cálculo, vemos que la opción de abrir una nueva línea de negocio nos reporta más que la opción de coger el dinero e invertirlo en un fondo de inversión.
Si somos un buen directivo financiero, escogeremos la primera opción, pues el coste de oportunidad de no escogerla es superior al que conllevaría no escoger la segunda opción.
¿Buscas un broker para hacer trading? Mira nuestras recomendaciones: