La deuda financiera neta es una medida de la liquidez que se calcula restando la deuda financiera (de corto y largo plazo) menos el efectivo y sus activos equivalentes (incluyendo aquellas inversiones que pueden ser fácilmente convertidas en efectivo).
Es decir, la deuda financiera neta es la deuda financiera después de restarle los activos más líquidos.
Deuda financiera neta = Deuda Financiera - (efectivo y sus equivalentes + inversiones financieras corrientes o de corto plazo)
Debemos recordar que la deuda financiera representa toda deuda con coste que tiene una empresa. Dicho de otra manera, es la cuantía que debemos a terceros que nos han prestado dinero.
Normalmente, la deuda financiera de las empresas está compuesta por préstamos recibidos de entidades financieras y por emisiones de deuda (bonos emitidos por la compañía, por ejemplo). Ambos tipos de deuda conllevan un coste, los intereses.
Deuda financiera =
Pasivos financieros no corrientes + pasivos financieros corrientes
Vale precisar que los pasivos financieros son no corrientes o de largo plazo cuando su vencimiento es a más de un año. En cambio, son corrientes cuando vencen en menos de doce meses.
Entendiendo la deuda financiera neta
El tamaño de la deuda financiera y de la deuda financiera neta es un dato que siempre tiene que estar controlado. Dependiendo de la naturaleza del negocio de las empresas y de la recurrencia de sus ingresos, estas pueden soportar un menor o mayor grado de deuda con relación al tamaño de su activo.
Empresas con ingresos o beneficios estables, como es el caso de Enagás o REE, pueden permitirse tener niveles de deuda mayores que otras empresas, ya que, además, tendrán que pagar un tipo de interés menor por lo comentado anteriormente: predictibilidad y estabilidad de beneficios de la firma (Recordemos que, a menor riesgo, menor tipo de interés se le cobrará al deudor).
En empresas que aumenten su nivel de deuda, deberemos observar si ese aumento ha ido acompañado de un incremento del tamaño de los activos y/o de generación de beneficios. De lo contrario, probablemente esa empresa tenga problemas.
Por otro lado, cuando la deuda financiera neta es negativa, significa que los activos financieros más líquidos, junto con el efectivo, superan a los pasivos financieros. En ese caso, existe, más que una deuda financiera neta, un exceso de caja.
Ventajas y desventajas de usar la deuda financiera neta
Podemos destacar las siguientes ventajas de observar la deuda financiera neta:
- Es relativamente fácil de calcular.
- Permite conocer si una empresa puede cumplir con sus obligaciones empleando sus activos más líquidos.
- Permite comparar el nivel de solvencia entre empresas (en este caso, las compañías deberían tener características similares como tamaño y sector al que pertenecen).
Sin embargo, también observamos algunas desventajas:
- Se asume que la deuda financiera es la única que posee la firma, o que es la más importante, dejando de lado aquella deuda que se puede tener, por ejemplo, con los proveedores o con los empleados de la compañía
- Estamos asumiendo que todos los activos más líquidos podrían ser utilizados para cubrir las deudas, pero esto no es realista. Siempre se debe contar con algún nivel de efectivo en caja para cubrir requerimientos del día a día.
- No permite comparar empresas de distintos rubros, puesto que el nivel de endeudamiento y el costo financiero promedio es diferente en cada segmento. Aquellos sectores de mayor riesgo, por ejemplo, estarán sujetos a tasas de interés más altas.
Ratio Deuda financiera neta/EBITDA
Un ratio que suele calcularse a partir de la deuda financiera neta es la deuda financiera neta entre el
EBITDA.
Debemos recordar que el EBITDA son las ganancias de la compañía sin considerar intereses, impuestos, depreciación y amortización. De ese modo, se interpreta como el beneficio generado por el negocio en sí mismo,
El ratio deuda financiera neta/EBITDA, entonces, es un indicador cuyo resultado se interpreta como el periodo (medido en años) en el que una empresa puede cubrir su deuda financiera.
En términos generales, si el resultado es mayor a 4, se advierte que pueden presentarse problemas para cubrir la deuda. En cambio, si el ratio es menor a 2, se considera que la compañía tiene una “buena” capacidad para pagar sus obligaciones.
Ejemplo de cálculo de deuda financiera neta
Supongamos que tenemos los siguientes datos de una empresa (las cifras están en euros):
- Pasivos corrientes: 60.000
- Pasivos no corrientes: 80.000
- Efectivo y equivalentes: 40.0000
- Inversiones financieras corrientes: 30.000
- EBITDA: 25.000
Deuda financiera neta: 60.000+80.000-(40.000+30.000)= 140.000-70.000= 70.000
Ratio deuda financiera neta/EBITDA= 70.000/25.000 = 2.8
Se puede interpretar que la empresa podría cubrir en 2.8 años su deuda financiera con los beneficios generados por el negocio. Dicho resultado no indica amplia solvencia, pero tampoco es de preocupación.