El fordismo es un sistema de organización de la producción y gestión industrial desarrollado por Henry Ford, fundador de la compañía automotriz Ford Motor Company, a principios del siglo XX. Se basó principalmente en la división del trabajo, la estandarización y la producción en masa.
Es decir, el fordismo es un sistema fundamentado en la producción en cadena. Uno de sus pilares es que cada trabajador desarrolle una única tarea de forma especializada. Ello permitiría una mayor eficiencia, reduciendo costos y fabricando en más cantidad.
Este enfoque revolucionó la forma en que se fabricaban los productos y tuvo un profundo impacto en la industria y la economía en general.
El fordismo fue un modelo imperante desde 1930 y hasta 1970, luego de lo cual ha venido siendo reemplazado por otras corrientes como el posfordismo y el toyotismo.
Fordismo y taylorismo
El fordismo es como una evolución del taylorismo, otro modelo de inicios del siglo XX que también se basaba en la división del trabajo. Sin embargo, el fordismo aportó como novedad la propuesta de incrementar el salario de los trabajadores para fomentar el consumo interno.
Es decir, el fordismo, además de la especialización de las tareas, buscaba que los trabajadores pudieran comprar los productos que fabricaban.
Más allá de ser un simple modelo de producción, el fordismo tenía toda una filosofía detrás. Así, consideraba al trabajador no solo como mano de obra, sino también como
consumidor.
Características del fordismo
El fordismo se caracteriza por los siguientes aspectos clave:
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Producción en serie y línea de montaje: Una de las principales innovaciones del fordismo fue la implementación de la línea de montaje. En lugar de que los trabajadores se desplazaran hacia los componentes y ensamblaran los productos en diferentes etapas, los productos se movían a lo largo de una línea fija, y los trabajadores realizaban tareas específicas en cada etapa del proceso. Esto permitía una producción mucho más rápida y eficiente.
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Estandarización: El fordismo introdujo la estandarización en la producción, lo que significa que se utilizaron piezas y componentes idénticos en la fabricación de cada producto. Esto simplificaba la producción y reducía los costos.
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División del trabajo: Cada trabajador se especializaba en una tarea específica y repetitiva en la línea de montaje. Esto aumentaba la eficiencia y permitía una mayor producción en menos tiempo.
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Eficiencia y bajos costos: Gracias a la producción en serie y la estandarización, los costos de producción disminuyeron significativamente. Esto permitió que los productos fueran más accesibles para un público más amplio.
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Salarios racionales: Ford implementó el concepto de "salarios racionales", aumentando los salarios de sus trabajadores para que pudieran comprar los automóviles que fabricaban. Esto también aumentó la demanda de sus propios productos y ayudó a crear una clase media en crecimiento.
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Impacto en la sociedad: El fordismo no solo revolucionó la industria, sino que también tuvo un impacto en la sociedad en general al cambiar la forma en que las personas trabajaban, consumían y vivían.
Fordismo versus toyotismo
Tras el fordismo, aparecieron dos enfoques distintos sobre los sistemas de producción. Por un lado, el posfordismo, que planteaba, entre otras cosas, la implementación de tecnologías de la información y una producción que no sea en masa, sino dirigida a cierto público objetivo segmentado.
Por otro lado, el toyotismo se aleja del fordismo, proponiendo una producción “justo a tiempo”. Es decir, la idea era producir en el instante de confirmarse el pedido, con el objetivo de evitar la sobreproducción. En cambio, el fordismo sugería fabricar en cantidad.
Otra diferencia clave es que el toyotismo tiene como característica el trabajo multifuncional en lugar de uno especializado. En otras palabras, el trabajador no desarrolla una única tarea, sino que es capaz de realizar una mayor diversidad de funciones.
Podemos diferenciar al fordismo del toyotismo también por el contexto histórico en el que surge cada uno. El fordismo tomó fuerza luego de la crisis del 29 y de la Segunda Guerra Mundial, logrando consolidarse como un sistema de producción en masa.
En cambio, el toyotismo se apuntaló como modelo luego de la crisis del petróleo de 1973, que generó un incremento de los precios del crudo en los países occidentales. En ese momento, Japón se encontraba en una situación de posguerra en la que buscaba reflotar su economía, buscando así nuevos sistemas de producción, y fue desde ese país que el ingeniero Taiichi Ohno inició la corriente del toyotismo.
Desgaste del fordismo
El fordismo enfrentó un desgaste, por un lado, por la mecanización de las tareas, que implicaba una monotonía que podía desmotivar a los trabajadores.
Otro punto importante es que la producción en masa puede significar una sobreproducción que demanda mayor gasto de almacenamiento. En cambio, al producir solo lo necesario, como propone el toyotismo, este costo se reduce al mínimo.
Los mercados y los consumidores fueron evolucionando hacia finales del siglo XX, siendo cada vez más relevante la flexibilidad en los procesos y la eficiencia en los costes. Por ello, el modelo del fordismo alcanzó un desgaste.
*Artículo escrito en colaboración con
@miguel-arias.