Un jubilado es una persona que ha alcanzado la edad en la que se retira de la vida laboral y deja de trabajar de manera regular para recibir un ingreso. La jubilación generalmente implica que una persona ha llegado a la edad de retiro establecida por la legislación de su país o por su empleador y puede comenzar a recibir beneficios de jubilación, como una pensión o un plan de jubilación, que le proporcionarán ingresos durante su jubilación.
Un jubilado es alguien que ha decidido retirarse de la vida laboral activa, generalmente después de alcanzar una cierta edad o cumplir con ciertos requisitos legales. Pero no pensemos que la jubilación es simplemente un "fin de trayecto" en el ámbito laboral. Es más bien una nueva etapa de la vida en la que la persona tiene más tiempo para dedicar a actividades que le interesan, a cuidarse a sí misma ya disfrutar de la vida de una manera diferente.
Hay algo realmente curioso sobre la jubilación, y es cómo cambia la percepción de esta etapa a lo largo de la vida. Cuando somos jóvenes, la jubilación parece algo muy lejano, casi como un país al que nunca pensamos que viajaremos. Pero con el tiempo, empezamos a verla de otra manera, como un destino hacia el que vamos avanzando paso a paso. Algunas personas planean este "viaje" durante años,
ahorrando mucho
dinero y pensando en cómo quieren pasar estos años de libertad. Otros se encuentran con la jubilación de manera un poco más repentina, y deben adaptarse rápidamente a una nueva forma de vida.
En España, la jubilación suele venir acompañada de una
pensión que se recibe del Estado, de la
Seguridad Social, o de otros sistemas de previsión social, y la importación de esa pensión depende de varios factores, como los años trabajados y las contribuciones (
cotizaciones sociales) realizadas al sistema de Seguridad Social. Pero la jubilación no es solo cuestión de dinero; También se trata de cómo queremos vivir esta nueva etapa.
Uno de los aspectos más interesantes de la jubilación es la gran cantidad de tiempo libre que, de repente, tenemos a nuestra disposición. Algunos lo ven como una oportunidad para viajar, aprender nuevas habilidades o dedicarse a pasatiempos que habían dejado de lado. Otros lo aprovechan para pasar más tiempo con su familia o para participar en actividades comunitarias. Incluso hay quienes deciden emprender nuevos proyectos laborales, esta vez por puro placer y sin la presión de tener que ganarse la vida con ello.
Lo cierto es que la jubilación no tiene por qué ser un período de "inactividad". Al contrario, puede ser una de las etapas más ricas y gratificantes de la vida. Y aunque la jubilación llega con su propio conjunto de desafíos, como ajustes económicos o cuestiones de salud, también ofrece la posibilidad de redescubrirnos y disfrutar de la vida con una perspectiva renovada.
¿A qué edad se jubila una persona?: Edad mínima y máxima de jubilación
En España, la edad de jubilación está sujeta a ciertas normativas y va evolucionando con el tiempo. Según la legislación vigente hasta mi último conocimiento en septiembre de 2021, la edad legal de jubilación está en proceso de subir gradualmente hasta los 67 años. Sin embargo, aún es posible jubilarse a los 65 años si se han cotizado un mínimo de 37 años y 3 meses. Este período de cotización va incrementándose progresivamente también, por lo que es importante consultar las cifras actuales si consideras que estás jubilarte.
En cuanto a la edad mínima, existen casos excepcionales en los que se permite la jubilación anticipada. Por ejemplo, bajo ciertas circunstancias y con penalizaciones en la pensión, algunas personas podrían jubilarse a los 63 años. Estas penalizaciones son como un "peaje" que se paga por el lujo de jubilarse antes de tiempo.
En el extremo opuesto, no hay una "edad máxima" de jubilación en el sentido estricto. Si te encuentras bien y quieres seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación, puedes hacerlo. De hecho, hacerlo puede aumentar la cantidad que recibirás cuando finalmente decidas jubilarte, ya que las cotizaciones adicionales y los años extra trabajados se tienen en cuenta en el cálculo de tu pensión.
Por lo tanto, aunque hay una "edad legal" para jubilarse, hay cierta flexibilidad dependiendo de tu situación laboral, tus años de cotización y tus preferencias personales.
¿Es lo mismo un jubilado y un pensionista?
En el lenguaje cotidiano, muchas veces escuchamos los términos "jubilado" y "pensionista" como si fueran sinónimos, pero en realidad, no lo son. Ambos conceptos están relacionados con recibir una pensión, pero la razón por la que se recibe esa pensión es lo que marca la diferencia entre ambos términos.
Un jubilado es alguien que ha llegado a la edad legal para retirarse del mundo laboral y comienza a recibir una pensión de jubilación. Esta pensión se calcula en función de los años cotizados y las bases de cotización durante su vida laboral. Es decir, la jubilación es un tipo específico de pensión que se recibe cuando uno decide dejar de trabajar debido a la edad oa circunstancias especiales que permiten una jubilación anticipada.
Por otro lado, un pensionista es una persona que recibe una pensión, pero no necesariamente una pensión de jubilación. Existen distintos tipos de pensiones: por viudedad, orfandad, incapacidad permanente, entre otras. Así, un pensionista puede ser alguien que recibe una pensión porque ha perdido a su cónyuge (pensión de viudedad) o porque ha sufrido un accidente que le impide trabajar (pensión por incapacidad).
En resumen, todo jubilado es un pensionista porque recibe una pensión, pero no todo pensionista es un jubilado.
La pensión por jubilación
La pensión por jubilación es un derecho que tienes después de haber trabajado y cotizado durante años al sistema de la Seguridad Social. Es una cantidad de dinero que recibes de forma regular (generalmente, cada mes) una vez que ha llegado a la edad legal de jubilación y ha dejado de trabajar.
Para solicitar la pensión por jubilación, debes hacerlo ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). La solicitud generalmente se presenta en los últimos tres meses antes de llegar a la edad de jubilación. Necesitarás presentar varios documentos, como tu DNI, el informe de vida laboral, y documentos que acreditan tus cotizaciones.
Los requisitos básicos para acceder a la pensión de jubilación en España suelen ser los siguientes:
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Edad: Tienes que haber llegado a la edad legal de jubilación, que está sujeta a cambios pero ronda los 65-67 años, dependiendo de tu año de nacimiento y tus años cotizados.
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Años cotizados: Necesitas un mínimo de años cotizados para poder jubilarte. Este número también puede cambiar, pero actualmente suele ser de 15 años como mínimo.
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Dejar de trabajar: Para recibir la pensión de jubilación, generalmente debes haber cesado en tu actividad laboral. Sin embargo, existen algunas excepciones como la jubilación activa, que te permite trabajar de forma parcial.
La cantidad de tu pensión se calcula en base a tus años cotizados y las bases de cotización en los últimos años anteriores a la jubilación. Cuanto más hayas cotizado y más alta haya sido tu base de cotización, mayor será tu pensión.
Es muy recomendable que, antes de tomar la decisión de jubilarte, consulte con un asesor o con el propio INSS para conocer cuál sería la cantidad exacta que recibiría como pensión, y si hay alguna forma de optimizarla (por ejemplo, trabajando algunos años más) .
Es importante tener en cuenta que, aunque estés jubilado, deberás seguir cumpliendo con algunas obligaciones fiscales, como la declaración de la renta, ya que la pensión es un ingreso sujeto a impuestos.
Fecha de cobro de los jubilados
En España, la fecha de cobro habitual de las pensiones por jubilación es el primer día hábil de cada mes. Es decir, si el primer día del mes cae en fin de semana o festivo, el pago se realizará el primer día laborable siguiente. Sin embargo, esto puede variar ligeramente dependiendo de la entidad bancaria con la que trabajas.
Normalmente, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) transfiere los fondos a las entidades bancarias unos días antes del primer día hábil del mes. Entonces, es la entidad bancaria la que se encarga de hacer efectivo el pago en las cuentas de los pensionistas. Algunos bancos pueden adelantar el pago unos días, aunque esto no es una norma fija y depende de la política de cada entidad.
Es decir, aunque el Estado realiza la transferencia para que esté disponible el primer día laborable del mes, podrías recibir el dinero un poco antes si tu banco así lo decide. No obstante, no es algo de lo que puedas depender completamente, ya que no es un servicio garantizado por todas las entidades.
Si eres nuevo pensionista, es probable que recibas una notificación indicándote cuándo y cómo se realizará el primer pago. A partir de ahí, se estabilizará en el ciclo mensual habitual.
Por lo tanto, si estás esperando una pensión, lo más seguro es contar con tener los fondos disponibles en tu cuenta el primer día laborable de cada mes, aunque siempre es bueno consultar con tu banco por si tienen una política de adelanto.
¿Un jubilado puede trabajar y cobrar pensión?
En España un jubilado puede trabajar y cobrar la pensión al mismo tiempo, pero hay ciertas condiciones que hay que tener en cuenta. Esta situación se conoce como "jubilación activa" y tiene ciertas restricciones y requisitos.
En primer lugar, la persona debe haber alcanzado la edad legal de jubilación y cumplir todos los requisitos para acceder a la pensión de jubilación completa, es decir, al 100%. Además, la actividad laboral que realiza el jubilado puede ser por cuenta propia o ajena, pero debe ser a tiempo parcial o completo.
Si decides trabajar, tu pensión se verá reducida en un 50%. Es decir, solo cobrarás la mitad de la pensión de jubilación que te correspondería si no estuvieras trabajando. Sin embargo, seguirás cotizando a la Seguridad Social durante este período, lo cual podría mejorar la cantidad de tu pensión cuando decidas jubilarte completamente.
Es muy importante comunicar tu situación laboral al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para no incurrir en irregularidades que puedan llevarte a sanciones o problemas legales.
En resumen, sí es posible trabajar estando jubilado, pero hay que cumplir ciertas condiciones y aceptar una reducción de la pensión mientras se esté en la modalidad de jubilación activa.
¿Qué trabajos puede desempeñar un jubilado?
En España, un jubilado que esté en situación de "jubilación activa" puede desempeñar prácticamente cualquier tipo de trabajo, ya sea por cuenta propia o ajena, siempre que cumpla con las condiciones y requisitos establecidos para esta modalidad. No hay limitaciones específicas en cuanto al sector o la naturaleza del trabajo, pero sí hay restricciones relacionadas con la jornada laboral y la cantidad de la pensión.
La jornada laboral puede ser a tiempo completo o a tiempo parcial, pero es importante tener en cuenta que la pensión se reducirá al 50% mientras se está trabajando. Además, la persona debe haber alcanzado la edad legal de jubilación y tener derecho a la pensión completa para poder acogerse a esta modalidad.
Cabe destacar que durante el periodo en el que el jubilado esté trabajando, seguirá cotizando a la Seguridad Social. Esto significa que contribuirá al sistema y podría aumentar la cantidad de su pensión en el futuro si cumple con los requisitos para ello.
Es fundamental que el jubilado comunique su intención de trabajar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para evitar cualquier tipo de irregularidad o sanción. De lo contrario, podría enfrentar problemas legales y la posible pérdida de su pensión.
En conclusión, un jubilado en España puede trabajar en lo que quiera o sepa hacer, siempre que cumpla con los requisitos de la jubilación activa y haga los trámites necesarios para regularizar su situación.
¿Qué pasa con la pensión cuando muere un jubilado?
Cuando un jubilado fallece en España, su pensión de jubilación deja de pagarse. Sin embargo, los familiares más cercanos, como cónyuges o hijos, podrían tener derecho a una pensión de viudedad u orfandad, siempre que cumplan ciertos requisitos establecidos por la Seguridad Social.
En el caso de la pensión de viudedad, el cónyuge superviviente debe haber estado casado con el fallecido durante al menos un año antes del fallecimiento o tener hijos en común para poder acceder a este derecho. Además, se evaluará el nivel de ingresos del cónyuge para determinar la cantidad de pensión.
Para la pensión de orfandad, los hijos del jubilado fallecido menores de 21 años (o menores de 25 si están estudiando y no trabajan) podrían tener derecho a recibir una pensión. También pueden ser beneficiarios hijos mayores de 21 años que estén incapacitados para trabajar. La cantidad de esta pensión varía según diversos factores, incluida la situación económica de los hijos.
Es muy importante que los familiares realicen todos los trámites necesarios para solicitar estas pensiones en los plazos establecidos, presentando la documentación correspondiente en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Además, hay que tener en cuenta que si el jubilado fallecido había estado recibiendo la pensión en una cuenta bancaria compartida, es posible que la entidad financiera bloquee la cuenta temporalmente hasta que se aclaren los asuntos legales y se determinen los beneficiarios de la pensión.
Ejemplo de jubilado
Para cerrar este artículo y entender plenamente qué significa ser jubilado, pongámonos en la piel de Antonio. Tras más de 40 años trabajando como mecánico en un pequeño taller de su pueblo, Antonio alcanzó la edad de jubilación a los 66 años y decidió retirarse. Con todos los papeles realizados y aprobados por la Seguridad Social, empezó a recibir su pensión de jubilación.
Antonio, como jubilado, ahora disfruta de un nuevo capítulo en su vida. Aunque ya no trabaja en el taller, sigue siendo un mecánico en el corazón y aprovecha su tiempo libre para arreglar cosas en casa o ayudar a algún vecino. Pero también ha encontrado tiempo para lo que siempre quiso hacer: pescar y viajar con su esposa María. Como jubilado, sigue contribuyendo a la sociedad de una manera más informal y disfrutando de la libertad que le brindará años de duro trabajo y cotizaciones.
Un día, Antonio se enteró del fallecimiento de un viejo amigo y colega. Aunque es un tema delicado, le recordamos que, en caso de su propio fallecimiento, su esposa María tendría derecho a una pensión de viudedad. Antonio también se enteró de que podría hacer pequeños trabajos para la comunidad y seguir recibiendo su pensión, siempre que no supere un límite de ingresos establecido por la ley.