El QE europeo es el programa de flexibilización cuantitativa impulsado por Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), con el objetivo de hacer frente a los riesgo económico en la Eurozona debido al prolongado período de baja inflación que vive el continente.
En primer lugar, debemos definir que una
QE (Quantitative easing) o
flexibilización cuantitativa es un mecanismo no convencional de
política monetaria utilizado por los bancos centrales de las naciones con el objetivo de
aumentar la oferta dineraria, incrementando el exceso de reservas del sistema bancario, y reducir los
riesgos económicos de una baja inflación. Una QE por lo general es empleada cuando los mecanismos ordinarios del control de la oferta monetaria no han surtido efecto en la economía real o cuando los tipos de interés se encuentran cercanos a cero.
El presidente Mario Draghi ha planteado la opción enfocar el QE europeo hacia la compra de deuda privada en el mercado, concretamente hacia titulizaciones o ABS (Asset Backed Securities), valores respaldados por activos. Obviamente, la posibilidad de QE en Europa tiene sus ventajas e inconvenientes sobre la economía.
Ventajas del QE europeo
Depreciación del Euro
Ciertos analistas coinciden en que un QE europeo depreciaría a la moneda común frente al dólar norteamericano, situación que corregiría la sobrevaloración actual del euro.
Se conseguiría aliviar el riesgo de deflación de la UME y serviría para impulsar, aunque modestamente, el crecimiento económico en Europa.
La depreciación del euro, según los mismos analistas, se ajustaría al endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos.
Beneficio sobre las deudas periféricas
Si el QE europeo se aplicara sobre activos de deuda pública, el mayor impacto repercutirá en la deuda periférica que se encuentra más demanda (y con rentabilidades más altas) que la deuda central. Por otro lado, si el QE europeo se aplica sobre deuda privada, el efecto se sentirá primero en las primas de riesgo empresariales y más tarde en las primas de riesgo europeas, y por tanto periférica.
En tal caso, de forma más directa o indirecta, las deudas periféricas saldrán beneficiadas con el QE europeo.
Impulso de la renta variable europea
El efecto del hipotético QE europeo sobre la renta variable sería alcista, debido a la compra de titulizaciones que encaminaría a la reactivación del crédito bancario en Europa.
Los mercados reaccionaría al alza con una QE y los principales beneficiarios serían los precios de los activos.
Inconvenientes del QE europeo
Efectos difícilmente calculables
Muchas son las voces que reclaman medidas no convencionales al BCE con el fin de reactivar la economía en la Eurozona, con el problema que los efectos de un QE europeo son difícilmente calculables y sólo se dirigen hacia un mismo punto: la inflación a medio plazo.
Además, un giro tan radical en la política monetaria supondría un problema en el balance del BCE, que estaría aumentando su tamaño por la compra de activos sin suponer un efecto directo sobre la creación de empleo o el crecimiento económico.
Complejidad del QE europeo
Empezar una QE en Europa es más complejo de lo que se cree. Las expectativas respecto a este hecho han crecido con el paso de los días, pero un QE al estilo de la Reserva Federal (FED) pero a la europea supone una herramienta compleja y de difícil implantación en el seno de la Unión Monetaria Europeo (UME), especialmente a corto plazo.
Largo plazo en su aplicación
Ligado al hecho anterior, el QE europeo dista mucho de una aplicación inmediata. Además, el propio BCE ha expresado sus dudas acerca de si en la Eurozona existe un mercado de deuda privada lo suficientemente grande como para que el QE europeo tenga el efecto esperado en la economía.
Mario Draghi ha planteado la necesidad de reformar la legislación actual sobre titulizaciones para establecer un mercado representativo a nivel europeo, acción que pone de manifiesta un programa a largo plazo.
Aparte de todas las cuestiones que rodean la puesta en escena de un QE europeo, no podemos olvidar que con el programa de flexibilización cuantitativa el BCE se desmarca de la política impulsada desde la Reserva Federal de Estados Unidos.