NIT

El NIT o Número de Identificación Tributaria es un código numérico (o alfanumérico) que se emplea para identificar al contribuyente. Esto, para efectos impositivos ante la autoridad estatal correspondiente.

Este código puede tener otro nombre, dependiendo del país. Se llama NIT en el caso de Panamá, por ejemplo, pero recibe otras denominaciones como las siguientes:

España: Número de Identificación Fiscal (NIF).

Chile: Rol Único Tributario (RUT).

Perú: Registro Único de Contribuyente (RUC).

México: Registro Federal de Contribuyentes (RFC).

Argentina: CUIT (Clave Única de Identificación Tributaria).

Estados Unidos: Social Security Number

El NIT es asignado por la autoridad fiscal y es intransferible. Puede pertenecer a una persona natural o jurídica (empresa).

Cualquier persona o empresa que desarrolla una actividad económica debe tramitar el NIT (o su equivalente) ante la autoridad fiscal o tributaria. Es decir, debe darse de alta, presentando la documentación correspondiente (documento de identidad, declaración jurada, etc).

El NIT lo debe solicitar cualquier persona que vaya a trabajar como autónomo (o independiente) o que tenga su propio negocio.

La idea es que dicho número se emplee al momento que el contribuyente emita las facturas correspondientes a sus servicios (o ventas). Así, al finalizar cada periodo fiscal, se hará un cálculo de los impuestos que deberá pagar el agente.

Cabe precisar que en algunos casos los contribuyentes deben ir haciendo abonos periódicos (mensuales) a manera de adelantos por el pago de impuestos.

Luego, al finalizar el año fiscal, el contribuyente puede contar con un saldo más bien positivo. Esto, en la medida que pueden existir deducciones o beneficios fiscales otorgados por la autoridad (Para entender mejor este asunto ver el artículo: declaración de la renta).

Cuando hablamos de impuestos, vale aclarar, hacemos referencia principalmente al impuesto a la renta. En España, por ejemplo, se le llama IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) y grava los beneficios generados por el desarrollo de actividades económicas, así como otras ganancias como las patrimoniales.

De igual modo, en el caso de las empresas, estas se encuentran sujetas al Impuesto de Sociedades.

El NIT en España, como habíamos adelantado, es el NIF y, en el caso de las personas físicas, se debe solicitar cuando no se cuenta con DNI (Documento Nacional de Identidad) o NIE (Número de Identidad de Extranjero).

Para el trámite, se solicitarán datos como nombres y apellidos, residencia o domicilio fiscal, y otros documentos.

En el caso de personas físicas con DNI, no es necesario tramitar el NIF porque este coincide con el DNI, al que se le agrega únicamente una letra.

Sin embargo, aunque no deba solicitar el NIF, el individuo que vaya a desarrollar alguna actividad económica o profesional sujeta a impuestos, debe darse de alta ante la Administración. Esto, presentando una declaración censal.

En el caso de las empresas, estas también deben darse de alta mediante una declaración censal para tramitar el NIF. Además, se deberá detallar el tipo de entidad constituida (sociedad anónima, sociedad de responsabilidad limitada, u otra modalidad), domicilio fiscal, representantes, entre otros datos.

Lo indicado anteriormente es solo un vistazo al tipo de trámite que implica la solicitud del NIF, pero el procedimiento consta de más detalles que no son motivo de este artículo.

Debemos reiterar que cada país tiene sus propias normativas, pudiendo variar los documentos requeridos para solicitar el NIF, así como la facilidad (o trabas burocráticas) para los trámites. 

Asimismo, vale resaltar que en la actualidad los sistemas informáticos facilitan muchos procedimientos, pudiendo incluso hacerse uso de aplicaciones móviles.