La cédula hipotecaria es un título emitido por una entidad financiera por el cual se ofrece un pago periódico. Dicho instrumento, a su vez, es respaldado por una parte o por todos los préstamos hipotecarios otorgados por el emisor.
Es decir, la cédula hipotecaria es un título de
renta fija, por el cual se efectúa un abono regular al inversor. Así, pueden variar en las distintas condiciones en cuanto al
tipo de interés y otras características.
Las cédulas hipotecarias tienen como característica principal que están garantizadas por una hipoteca. Esto significa que si los deudores hipotecarios dejan de pagar, quienes invirtieron en las cédulas podrían no recuperar su capital en caso de quiebra de la entidad emisora. Todo dependerá del orden de jerarquía entre los
acreedores.
Características de la cédula hipotecaria
Entre las características de las cédulas hipotecarias podemos destacar:
- Solo pueden ser emitidas por instituciones financieras, como bancos, cajas de ahorro y otras entidades de crédito.
- El emisor recibe el capital del inversor y, a cambio, efectúa un pago periódico en función a un tipo de interés.
- Se emiten mediante escritura pública.
- Son instrumentos de renta fija, es decir, tienen una rentabilidad conocida de antemano.
- Pueden ser nominativos (específica quiénes son los partícipes), a la orden (establece una fecha para el abono y puede ser transferido a terceros) o al portador (quien sea el tenedor de la cédula es acreedor de los abonos pagados por el emisor).
- La entidad emisora puede utilizar estos títulos con el fin de financiar proyectos inmobiliarios.
- El emisor puede amortizar de forma anticipada todo o parte del título.
- El periodo por el cual se emiten estos títulos suele ser entre 1 y 3 años.
- Están sujetas a la regulación de cada país, pudiendo establecer, por ejemplo, que las cédulas no puedan superar el 80% de la cartera elegible.
Tipos de cédula hipotecaria
Existen dos tipos de cédula hipotecaria
- Con garantía global: Está constituida con el respaldo de todos los créditos hipotecarios de la institución, excluyendo aquellos que están cubriendo cédulas con garantía especial.
- Con garantía especial: Está respaldada por una parte de los préstamos hipotecarios de la institución. Puede incluir créditos de alto, medio o bajo nivel de riesgo, por lo que deben ser analizados con detenimiento. El punto es que las hipotecas que respaldan el título son identificables, a diferencia de las cédulas con garantía global. Si los préstamos que garantizan la cédula tienen una alta probabilidad de impago, el inversor está incurriendo en un alto riesgo.