El arbitraje es un tipo de operación financiera que consiste en tomar ventaja de la brecha existente entre las distintas cotizaciones que puede mostrar un mismo activo, usualmente al comparar dos o más plazas. Se trata de una actividad que se caracteriza por no demandar mayores riesgos, a diferencia de la especulación.
Para entender por qué el arbitraje no implica altos riesgos, debemos aclarar que deben efectuarse transacciones de forma simultánea (o casi al mismo tiempo). De ese modo, se elimina el riesgo de variación en la cotización del
activo.
Lo anterior también significa que el agente o inversor debe estar en la capacidad de activar estas operaciones simultáneas, fundamentalmente con herramientas electrónicas y virtuales. Por ese motivo, el arbitraje es llevado a cabo principalmente por bancos o firmas de inversión.
Otro punto a tener en cuenta es que el arbitraje no se limita a diferencias respecto al precio del mismo activo en distintos mercados. También tenemos otras dos situaciones en las que se puede hacer arbitraje:
- Dos activos que generan el mismo flujo de efectivo no se transan al mismo precio.
- Un activo que tiene un precio conocido en el futuro no se vende hoy a ese precio, descontando el tipo de interés libre de riesgo. Es decir, aún considerando el valor del dinero en el tiempo, existe una diferencia entre la cotización actual de un título financiero y el valor presente de su precio futuro.
Entendiendo el arbitraje
Se puede entender el arbitraje como operaciones realizadas para sacar ventaja de situaciones de ineficiencia en los mercados. Dichas anomalías, vale decir, son las que impiden la plena competencia perfecta.
El arbitraje puede extenderse al mercado de acciones, renta fija (bonos), derivados financieros, divisas, entre otros.
Arbitraje y convergencia
El arbitrajista venderá al precio más caro y comprará al precio más bajo. Esto, en teoría, hace que la ineficiencia se reduzca o desaparezca. Para comprenderlo, imaginemos que nos referimos a la
acción de la empresa x. Su cotización es más alta en el mercado estadounidense, por lo que el inversor venderá en dicha plaza, empujando el precio a la baja (a mayor oferta, menor precio).
Al mismo tiempo, las acciones de la empresa x cotizan más alto en el mercado español. Entonces, el agente aumentará la demanda por dichos títulos en la bolsa española, empujando el precio al alza (a mayor demanda, mayor precio). De ese modo, observamos una convergencia de la cotización de la empresa x entre la bolsa estadounidense y española.
Tipos de arbitraje
Podemos destacar los siguientes tipos de arbitraje:
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Arbitraje de fusión: Normalmente, el precio de la empresa comprada es menor al precio ofrecido por la firma que la va a adquirir. Dado esto, para hacer el arbitraje, se compran acciones de la empresa que va a ser adquirida, esperando un alza en su cotización. Al mismo tiempo, se espera que caiga el precio de las acciones de la empresa compradora, por lo que se tomará una posición corta sobre las participaciones en esta sociedad para aprovechar una baja en la cotización.
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Arbitraje de bonos convertibles: Un bono convertible es aquel que puede ser retornado a la empresa emisora a cambio de acciones. Para efectuar el arbitraje, se compra un bono convertible sobre el cual, tras una evaluación técnica, se ha determinado que su precio es menor a su valor real. El agente adquiere además coberturas para protegerse de variaciones en el tipo de interés, y una protección de crédito ante un posible deterioro de la confianza en la empresa emisora.
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American Depositary receipts (ADR): Son instrumentos que permiten a inversionistas norteamericanos comprar y negociar acciones de otros países. Un ADR puede canjearse por una acción de la firma emisora, por el mismo valor en el que cotice esta. Por lo tanto, el árbitro está en posibilidad de adquirir un ADR y venderlo de forma rápida. De ese modo, gana por la diferencia en los precios.
Ejemplo de arbitraje
Veamos un ejemplo simple de arbitraje, específicamente, de un arbitraje a tres puntos o arbitraje triangular:
Imaginemos que los tipos de cambio (considerando los costos de transacción) en España son € 1 = PEN 4 (soles peruanos) = ARS 1.450 (pesos argentinos). Sin embargo, en Buenos Aires tenemos que ARS 1.450 = 5 PEN = 1,25 €.
Entonces, un agente podría cambiar ARS 1.450.000 a PEN 5.000 en Buenos Aires. Luego, se pueden cambiar ese PEN 5.000 en España, por lo que tendría 1.250 euros (En España cada euro equivale a 4 soles, por lo que dividimos 5.000 entre 4).
Ahora, el agente ya no tiene ARS 1.450.000, sino ARS 1.812.500, que es a lo que equivale PEN 5.000 en España (donde cada PEN equivale a ARS 362,5, pues 1.450/4=362,5). Por tanto, la ganancia es de ARS 362.500 (1.812.500-1.450.000).
*Artículo escrito en colaboración con
@enrique-valls