Refleja el verdadero coste de la compra de un activo financiero mantenido durante un período prolongado de tiempo. Cuanto más tiempo una acción u otro activo se tenga, mayor será la probabilidad de que el precio de compra original tenga que ser revisado para reflejar los ajustes, tales como compras de futuros, splits/contrasplits y pago de dividendos.
Para los activos adquiridos en varias transacciones, la base del coste inicial es el coste promedio de todas las transacciones.
Usando una base de costos incorrecta puede tener consecuencias fiscales importantes, ya que afecta el cálculo de los beneficios imponibles.