Esta clase de trading es la más tradicional y menos agresiva. Consiste en seleccionar uno o varios valores según una tendencia alcista del mercado y comprar. Hay que marcarse un objetivo de rentabilidad, por ejemplo, un 5% de subida, y cuando se haya conseguido, vender. No existen plazos prefijados, es decir, si el valor elegido sube ese 5% en una sesión, se vende en esa sesión; si tarda una semana, en una semana. Eso sí, hay que colocar un stop loss (límite de pérdidas) y vender si lo rompe.