Sellos Basura : Forum Filatelico II
Al otro lado del teléfono, el argentino escuchó a un empresario británico llamado George Katz. Su objetivo –según relató Katz– era firmar con 50 países de todo el mundo y lanzar 25 millones de sellos conmemorando el nacimiento de la Unión Europea. La idea era lograr medio millón de juegos completos con un precio de catálogo cercano a los 800 millones de euros. “Él me aseguró en todo momento que la emisión no tenía nada que ver con Fórum”, explica el empresario argentino. “Siempre me dijo que los sellos eran para un comprador en Suiza”, constata. Sin embargo, no fue así. Según la documentación encontrada en la sede de Fórum Filatélico, la empresa española tenía firmados compromisos de compra de esta emisión de sellos para los próximos cuatro años. Y a un precio que casi dobla el valor de franqueo. Para poner en marcha el proyecto, Fórum desembolsó incluso 12 millones de euros a la sociedad inglesa Premium Stamp Brokers. Pero pagó por algo que ni siquiera existía, ya que ese dinero fue firmado seis meses antes de que los sellos estuvieran en el mercado. Según la tesis de los investigadores españoles, este dinero pudo servir en realidad para sufragar el coste de fabricación de los sellos, emitidos ex profeso para Fórum. De hecho, la Justicia española ha reclamado a los proveedores imputados en el caso documentación acreditativa sobre el uso que dieron a los 12 millones de euros.
En sus escritos judiciales, la defensa de Fórum argumenta que la operación era rentable para sus inversores, ya que el precio de los sellos en los catálogos se había duplicado. Pero esas publicaciones están controladas por empresarios privados y no por estamentos oficiales. El catálogo alemán Mi- chel muestra todavía el valor de los sellos de Afganistán en esta emisión, que ha sido declarada ilegal por la oficina de correos del país. Expertos consultados por interviú han valorado estos sellos de forma muy distinta. En su opinión, lo que Fórum iba a comprar durante años a un sobreprecio millonario “carece de interés real para inversión”.
Para redondear la operación en perjuicio de los inversores españoles, parte de los sellos fue comprada a los países emisores con descuentos del 70 por ciento sobre el valor oficial del sello. Y para colmo, parte de los sellos emitidos en esta serie –por un valor superior a los 80 millones de euros– son falsos, como muestran los documentos obtenidos de varias oficinas postales de medio mundo por esta revista.
Papel pintado a precio de oro
Medio centenar de países participaron en la emisión de sellos de la Operación Europa. En muchos casos, el único trabajo fue recoger el dinero entregado por George Katz y sus colaboradores a modo de comisión, a cambio de autorizar los sellos. Una decena de ex colonias inglesas –que mantienen el servicio postal dependiente del Reino Unido– se han negado a confirmar incluso a los catálogos especializados el número de sellos que autorizaron. Lo principal para valorar un objeto de colección es el número de unidades que hay en el mercado. Pero en este caso parece que no. De confirmarse la intención de los organizadores, una isla con 4.000 habitantes como Santa Helena habría fabricado medio millón de sellos, una cifra incomprensible para su uso postal –son 125 sellos por habitante– y que se legitima únicamente por un interés manifiesto de engordar sus arcas.
Según documentos que obran en poder de interviú, el servicio de correos de Gi braltar se blindó incluso para que los sellos destinados a Fórum no volvieran al país. El contrato ofrecido por la empresa de George Katz al agente oficial de los sellos gibraltareños –remitido a la fiscalía española– estipula que los sellos fabricados con autorización de Gibraltar no pueden ser reimportados a su territorio bajo ningún concepto. Y tampoco pueden ser utilizados para franqueo. Así, los sellos de Gibraltar para esta emisión no son más que papel pintado, legitimado por el Gobierno del Peñón a cambio de una suculenta rebaja y de que no vuelvan n