Los asesores de ZP
Los 600 asesores de Zapatero continúan cobrando la nómina del Estado
Por Ana Burrieza
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Durante varios años se criticó con dureza la existencia de un ejército de 600 asesores que emitían informes y análisis para el entonces presidente del Gobierno. Según ha podido saber Diario El Aguijón en rigurosa primicia, la gran mayoría siguen en activo y cobrando sus nóminas del Estado.
Ana Burrieza.08.03.12. Fueron el caballo de batalla de la oposición a Zapatero y el ejemplo más palpable y cacareado del despilfarro del ejecutivo socialista. No había día en el que algún político de la entonces oposición no criticase tal dispendio. O que las redes sociales echaran humo por el derroche de mantener nada menos que a 600 señores asesorando a Zapatero, y que vistos los resultados, no parecen haberle asesorado nada correctamente. Sin embargo, pasadas las elecciones, su existencia se diluyó como si nunca hubieran existido, y pasaron al olvido. Pero ¿dónde están ahora aquellos 600 asesores? Pues la respuesta es bastante sencilla: en el mismo sitio donde estaban en su gran mayoría. Es decir, en los mismos despachos con cargos públicos en ministerios, organismos públicos y comunidades autónomas donde estaban, y manteniendo sus mismas nóminas a cargo del Estado, puesto que nadie los ha cesado.
Sólo unas treinta bajas.
Fuentes consultadas por Diario El Aguijón bien conocedoras de aquél equipo, han informado a este diario que salvo una treintena de asesores que realizaban su tarea de forma externa y cuya relación fue extinguida junto con el mandato socialista, el resto continúan en sus puestos distribuidos entre los diferentes ministerios, organismos públicos y en algunos casos, comunidades autónomas. A esa treintena que causaron baja, se les indemnizó generosamente, como reconocen las fuentes consultadas por este diario, aunque no han querido entrar a señalar ninguna cuantía indemnizatoria concreta, lo que induce a pensar que fue elevada. El resto, que no prestaba ese servicio de asesoramiento desde el complejo de La Moncloa sino que lo hacían repartidos en despachos de ministerios y organismos públicos continúan allí, mientras no se les diga lo contrario. En no pocos casos, se trata de funcionarios de carrera o con contratos blindados con la administración, e incluso algunos datan desde la época de José María Aznar realizando esas labores, por lo que es difícil su despido. Pero en otros muchos casos no, aunque la reducción de este gasto a cargo de los contribuyentes, parece dormir en una carpeta en el fondo de un cajón, en el interior de un armario.
Así pues, el cambio de gobierno no ha supuesto un ahorro en aquella legión de asesores, sino que los seguimos pagando, como si Zapatero, continuara en La Moncloa. ¿Hasta cuándo?