Que se sepa la VERDAD
“El caso Afinsa ha sido la mayor operación de terrorismo económico cometida en España”
Casi diez años después de la intervención y dos días antes del comienzo del juicio contra los gestores de Afinsa, se ha presentado en el Ateneo de Madrid un libro que aspira a desvelar las claves que condujeron a la intervención de Afinsa, y los intereses ocultos que había en laminar a la compañía y, de paso, al sector de bienes tangibles en España. Se trata de ‘El saqueo de Afinsa: una intervención político-financiera de diseño’, escrito por Mila Hernán, afectada de Afinsa, presidenta de la Asociación Contra la Liquidación de Afinsa (ACLA) y una de las personas que ha dedicado más tiempo a recabar documentación sobre lo que ella misma califica como “la mayor operación de terrorismo económico que se ha cometido en España”.
El acto de presentación del libro contó con la participación de los periodistas Javier Algarra y Carlos Quílez; la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete; y el auditor José Luis Balbás, que acompañaron a Mila Hernán en la mesa.
En palabras de Javier Algarra, quien condujo el acto, “han pasado 10 años desde la intervención, estamos a las puertas del juicio y aún no ha habido una reparación a las víctimas. Algunas fuentes apuntan a que la intervención estaba preparada desde septiembre de 2005, y que se trataba de una maniobra estudiada para eliminar a un serio competidor de la banca”.
Durante su intervención, tras agradecer su presencia a los numerosos afectados que abarrotaban la sala y recordar a los ausentes, Mila Hernán precisó que “en el saqueo de Afinsa hay dos historias: por un lado, la que tuvo lugar en España y que la prensa de este país se ha encargado de falsear y desvirtuar, disfrazándola de estafa piramidal; y por otro, lo que sucedió desde unos meses antes en EE UU, con las acciones de una serie de hedge funds y bancos de inversión”.
Una multinacional
La autora aclaró que “Afinsa no era un chiringuito, sino una multinacional presente en más de 17 países de Europa, Asia y América, con una proyección que habría puesto en un brete a más de un banco, por el poder que le daba la fidelización de más de 200.000 clientes y sus 25 años de trayectoria impecable”.
La tesis que Hernán defiende en su libro es que Afinsa se estaba volviendo demasiado poderosa a nivel internacional, lo que despertó la preocupación de hedge funds y bancos de inversión norteamericanos: “en 2005, la filial de Afinsa en Estados Unidos adquiere una empresa, que está entre las seis autorizadas por la Casa de la Moneda de EE UU para vender oro de inversión. Alguien se puso nervioso y se trató de parar la operación, atacando a Escala Group, su filial, para hundir sus acciones con operaciones a corto. No se podía consentir que una empresa española se sentase en el selecto club que es la London Bullion Market Association y les marcase el paso. Pero la estrategia falló, así que decidieron poner una denuncia en España ante la Fiscalía, que se unió con el informe de una inspectora de Hacienda que sostenía que su negocio era financiero, no mercantil”.
Mila Hernán tiene claro que “por orden directa del Gobierno de Zapatero, se insta a intervenir a la Fiscalía, y una empresa que llevaba 25 años funcionando con normalidad, se ve intervenida, clausurada y víctima de una campaña de difamación que la acusa de ser una estafa piramidal”.
Por su parte, la abogada de Manos Limpios Virginia López Negrete, recordó la existencia de sentencias dictadas por la Audiencia Nacional y refrendadas por el Tribunal Supremo, en las que se confirma que la naturaleza del negocio de Afinsa era mercantil, no financiera: “y en España, las sociedades mercantiles sólo pueden ser intervenidas si están en liquidación, lo que no sucedía con Afinsa. Así que el Estado no tenía legitimidad para intervenir la compañía”.
El saqueo de las cajas
José Luis Balbás, auditor, acudió a las comparaciones para destacar la injusticia cometida por el Gobierno de Zapatero con Afinsa: “Afinsa era el líder mundial en coleccionismo, una entidad mercantil totalmente acreditada. Y el verdadero saqueo se estaba produciendo en esos mismos momentos en las cajas de ahorros españolas, ante la pasividad del Gobierno. ¿Por qué se intervino Afinsa en 2006 y se dejó operar a Caja Castilla-La Mancha, la CAM o Caixa Catalunya? Eso sí que era una estafa, que ha obligado al Estado a gastar miles de millones y nos ha dejado de herencia millones de parados”.
El debate posterior a las intervenciones dio pie a curiosas revelaciones. Mila Hernán relató cómo, cuando se abrieron las cámaras acorazadas de Afinsa, que contenían más de 150 millones de sellos, en presencia del propio fiscal, éste no pudo contenerse: “joder, pero… ¿había sellos?”. “Uno sellos –según Hernán– reflejados en los mejores catálogos internacionales. En ese momento, alguien tenía que haberse planteado para lo que se estaba haciendo”.
La imagen de la Justicia
Otro de los puntos de debate se centró en lo perjudicada que ha salido la Justicia en este caso. Para Mila Hernán, “los jueces de lo penal dijeron que, a pesar de la endeblez de algunos indicios, había que ir a juicio. ¿En qué país vivimos? España está muy enferma”.
En opinión de Carlos Quílez, “el Código Penal viene a decir que quien la hace, la paga. En este país, quien la puede pagar, la puede hacer. Pero lo peor es que quien puede pagar y además tiene poder, lo puede hacer con una asquerosa impunidad”.
Una opinión corroborada por Virginia López Negrete, quien se confesó “muy crítica con la Justicia de este país. En España no existe independencia judicial. No puede ser que el Ministerio Público funcione al dictado de un fiscal general del Estado que es nombrado por el Gobierno. Muchos jueces son independientes y están colocados políticamente”.
José Luis Balbás corroboró esta opinión: “sin Justicia ni Policía independientes, no se puede funcionar”.
El juicio de Afinsa
A apenas unas horas para que dé comienzo el juicio contra los antiguos gestores de Afinsa, Mila Hernán quiso hacer un último llamamiento: “pido a los jueces que se aíslen del ruido y de la manipulación periodística, y se zambullan en las pruebas. Que hagan Justicia”.
El acto culminó con una cita de Malcolm X, por parte de Mila Hernán: “estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga; y a favor de la Justicia, a favor o en contra de quien sea”.