Se piden respuestas.-
Qué? ¿por qué? ¿y ahora qué?
Miguel Angel Patiño
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Publicado: 07:00
Además de su dinero, los 350.000 afectados del caso Afinsa y Fórum Filatélico piden respuestas, aunque sólo sea por dignidad y para no pasar a la historia económica española como las nuevas víctimas del timo de la estampita en versión siglo XXI.
¿Por qué ahora?
Cómo es posible que después de tres décadas de funcionamiento, de forma legal, Fórum Filatélico y Afinsa hayan sido acusadas ahora de varios delitos, que en teoría no se fraguan de la noche a la mañana, sino que necesitan años de maduración. Fórum se constituyó el día 1 de junio de 1979. Desde entonces, ha funcionado con aparente normalidad, hasta el punto de haber construido una fuerte imagen corporativa –entre otras cosas, patrocina el club de baloncesto de Valladolid, el contrato de este tipo más antiguo de la liga de este deporte en España–. Afinsa se constituyó el 17 de octubre de 1980, y también ha conseguido florecer sin trabas.
¿Por qué tan tarde?
Si las investigaciones sobre Afinsa y Fórum –al menos en asuntos fiscales–, se remontan a 1998 –tal como se refleja en sus auditorías y como explicó el martes Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicación–, por qué se ha esperado tanto para actuar, dejando que el problema se hinchara como una burbuja. Fórum Filatélico, por ejemplo, ha duplicado su cifra de negocio sólamente entre 2000 y 2004. ¿Cuántos clientes han podido pasarse por sus oficinas entre esos años?
¿Por qué así?
Los 300 agentes de seguridad desembarcando y precintando –simultáneamente y en cinco ciudades– varios locales de Afinsa y Fórum –zulos con millones de euros en metálico incluidos–, dieron un indudable toque hollywoodiense al episodio. ¿Pero alguien pensó en la sensibilidad de los afectados, incluidos los empleados de las dos empresas?
Si esta intervención –con gran impacto mediático– era inevitable, por qué no se cuidaron las formas y se facilitó más información desde el primer minuto, al menos para tranquilizar a los ciudadanos, que en muchos casos tienen los ahorros de toda una vida confiados a dos empresas cuyo destino, dos días después de la intervención, sigue siendo incierto. El Gobierno ofreció una rueda de prensa pasadas las 6.30 de la tarde, diez horas después de la intervención policial. Ayer, dos días después, se mantenía el secreto del sumario, y las cuentas bancarias de ambas compañías seguían operativas.
¿Por qué nadie es competente?
Posiblemente los afectados no tengan prejuicios contra el Ministerio de Sanidad y Consumo, o con las consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas, pero es poco probable que les agrade la idea de saber que el organismo competente de vigilar inversiones tan sofisticadas como la filatelia es el mismo que prohibe fumar en los bares. Los órganos de supervisión y regulación financiera (Banco de España y CNMV), se han apresurado a decir que no son competentes en la materia. Igual que lo dejó claro el martes el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda con respecto al Estado central.
Aunque no sea su ámbito competencial, por ejemplo la CNMV podía haber mandado mensajes de alerta –como los que manda cuando considera que las indemnizaciones de presidentes de bancos son excesivas y poco pregonadas por la prensa–. De hecho, en su día actuó con diligencia con empresas similares. Tuvo encima de la mesa el caso de la salida a bolsa de Bosques Naturales, que bloqueó por considerarlo un negocio de alto riesgo. Los bufetes de abogados consultados señalan que este asunto debería haberlo resuelto el ministro de Economía de turno de las últimas seis legislaturas.
¿Por qué todo el mundo es tan competente?
Esta es la pregunta contraria a la anterior, pero también encaja. Hace dos días, nadie, o casi nadie, sabía lo que era una estafa piramidal –un esquema en el que con el dinero de nuevos inversores se remunera a los antiguo