Re: La actitud de la asociacion de empleados
En este mensaje quiero expresarme únicamente como empleado de AFINSA que fui, no como cliente, que evidentemente también lo soy.
Durante veinte años perteneci a la plantilla de AFINSA, y me manifeste con orgullo de ello en cualquier ámbito o foro empresarial, reunión, tertulia o cena con amigos. Empleados y clientes nos sentíamos seguros, autoridades políticas y económicas y empresarios de postín hicieron muchas veces acto de presencia y compartieron con nosotros mantel en multitud de ocasiones. Honestamente creo que a los empleados de nivel medio / alto con acceso a información nada nos hacia prever algo semejante, mas bien al contrario, vendíamos mas que nunca y nuestros clientes y amigos no podían estar mas satisfechos... Eso si recuerdo algunos comentarios sobre supuestos informes en la mesa de un ministro días antes de la intervención... algo que nos parecía a la vez surrealista y descabellado.
Al no estar mi cometido vinculado directamente a la gestión filatélica tan solo coincidí una vez con Sr. Sempere, una cordial y breve conversación. No alcanzo a comprender sus esfuerzos y los de otros por humillar y denigrar globalmente aun colectivo tan numeroso y capacitado profesionalmente. Efectivamente, algunos empleados han decidido apoyar sin reservas de ningún tipo a los anteriores administradores, y me parece lógico dentro de una organización donde la militancia era una cualidad reconocida y valorada, sin la cual la promoción profesional se solía ver comprometida. En mi modesta opinión esa postura se apoya básicamente en aspectos de carácter emocional o emotivo, temiendo valorar el fondo de lo sucedido y la incuestionable responsabilidad de los anteriores administradores. Y esa resistencia es lógica, a todos nos causa espanto pensar que hayamos podido ser elementos inconscientes en la presunta estafa de la que se acusa a AFINSA. Es necesario mencionar también a otros empleados que por el contrario han decidido mirar solo hacia delante, ocupados en salvarse emocional y profesionalmente, también lógico y humano. Yo creo que es difícil ser equidistante de ambos extremos, personalmente considero a los anteriores administradores responsables de lo ocurrido por mantener a la compañía sobre el filo de la navaja, pues intuyendo el evidente peligro no evitaron el desastre, tal vez ni en sus peores pesadillas imaginaron un escenario semejante.
Hay muchos proyectos empresariales en marcha por parte de los exempleados, y que duda cabe algunos directamente emparentados con los antiguos administradores, pero la mayoría sin vinculación con estos. Las presiones desde el entorno de los antiguos administradores para evitar la evidente dispersión de lo que ellos consideran sus recursos humanos, esto es nosotros, son muy fuertes, pues evidentemente comenzar de nuevo con una organización de fieles y abnegados admiradores es un buen comienzo. Al analizar con detalle la relación de despedidos en la primera salida del ERE llama poderosamente la atención, al cruzar los datos de quienes se van y quienes quedan y en que puestos, el resultado. Es cuanto menos sorprendente comprobar como, fundamentalmente en el área comercial, permanecen en sus puestos directores regionales y delegados comerciales cuya significación con los anteriores administradores es mas que evidente, como así lo manifiestan ellos mismos sin reparo alguno, reconociendo confidencialmente que se les pregunto si querían continuar en AFINSA cobrando, siempre y cuando se integraran con sus retribuciones en el proyecto de los antiguos administradores. Tambien hay empleados que por cuestiones tecnicas relacionadas con la filatelia o la gestion del personal han sido requieridos por los administradores concursales a continuar en sus puestos. Voviendo a los tan significados no es coincidencia lógicamente que estos empleados estén integrados mayoritariamente en el nuevo proyecto empresarial de los anteriores administradores. Es evidente que los administradores concúrsales permitieron que la