FCC pone los muebles en las calles de Nueva York
Nueva York es una ciudad moderna, pero envejecida y necesitada de más de un lavado de cara. Uno de ellos podría empezar en junio, fecha en la que el ayuntamiento espera formalizar el contrato de concesión por 20 años del nuevo mobiliario urbano de la ciudad que el pasado septiembre ganó Cemusa, filial de FCC. Es uno de los mayores contratos del mundo de este tipo y aún quedan flecos para cerrarlo, pero tanto la empresa como el Departamento de Transportes quisieron presentar ayer los prototipos de las nuevas y modernas marquesinas, los quioscos de prensa y los aseos públicos para la ciudad.
Y de momento, las marquesinas pasaron una de las pruebas: la de ser un verdadero refugio contra las inclemencias del tiempo. En una mañana gélida, con más de cinco grados bajo cero y fuerte viento, en un área algo inhóspita del barrio de Brooklyn, los asistentes a la presentación optaron por refugiarse en el interior de estas estructuras de cristal y acero inoxidable diseñadas por la firma de arquitectos internacional Grimshaw.
Parapetada en una de las esquinas interiores de uno de los prototipos, la comisaria del departamento de Transportes del Ayuntamiento, Iris Weinshall, recordaba, no obstante, que aquél no era el diseño final de las 3.500 marquesinas que se colocarán en la ciudad porque aún están pendientes de permisos. 'Pero se parecerá mucho y va a cambiar las calles de Nueva York', aseguraba. A su lado, Toulla Constaninou, responsable de Cemusa, especificaba que las transparencias del diseño minimalista permitirá que haya un mínimo impacto en el paisaje urbano 'y se vea mucho más la ciudad'. Es una filosofía similar a la que adoptó el arquitecto japonés Yoshio Taniguchi cuando presentó el proyecto ganador para ampliar el museo de arte moderno MOMA. 'Dadme dinero y haré un museo, dadme más y lo haré desaparecer', dijo este arquitecto que finalmente dio más protagonismo al arte que albergaba su diseño.
En el caso del mobiliario urbano, el contrato que ganó Cemusa, en competencia con el líder francés JC Decaux y la estadounidense Van Wagner, contempla que se abone a la ciudad unos 1.000 millones de dólares (820 millones de euros) a cambio del derecho de explotación publicitaria de este mobiliario en los próximos 20 años. La filial de FCC ha contado con la experiencia de Grimshaw, autor de la terminal internacional de la estación de Waterloo en Londres, para dar la forma a las paradas de autobús, a los 330 nuevos quioscos de prensa y a los 20 servicios públicos, un concepto que está por probar en una ciudad en la que en algunos restaurantes hay carteles avisando que se prohíbe el uso del baño a los que no son clientes y hay muchas restricciones en caso de emergencia. No obstante, pese a ello y al alto nivel de vida de buena parte de la ciudad, ayer en la prensa local se dudaba que alguien estuviera dispuesto a pagar 25 centavos por su uso.
Cemusa llega al escaparate mundial que es Nueva York con amplia experiencia internacional. La filial de FCC está presente ya en EE UU, en ciudades como Boston, San Antonio y Miami, además de una centena de localidades de Europa y América.
Un saludo Rankiano