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Abanca: Servicio de atención de pacotilla y respuestas automatizadas
He sido cliente y he presentado múltiples reclamaciones por operaciones no autorizadas. La respuesta de Abanca es un copy‐paste predecible, sin ningún análisis real de mi caso. Sus “soluciones” son meras fórmulas estándar, que ignoran flagrantemente los hechos: cargos realizados en condiciones ilegítimas, donde el titular de la cuenta de juego no coincide con el de la tarjeta.
Abanca actúa con total opacidad y desprecio hacia el cliente. No responden por banca electrónica, correo postal ni electrónico, y se limitan a devoluciones parciales de importes irrisorios, mientras ignoran el resto de mis reclamaciones. Parecen confiar en que el cliente se cansará antes de exigir una solución.
Es inaceptable que una entidad financiera que presume de solidez y modernidad trate así a sus usuarios. La mala praxis, la falta de control y el evidente desinterés por solucionar problemas son, en mi opinión, prácticas de una auténtica mafia bancaria. No recomiendo Abanca a nadie que valore la transparencia y la eficacia en el servicio.