Doña Branca, la banquera del pueblo. Madoff, el ladrón de los ricos. Algunas diferencias
9 DE JULIO DE 1984: Uno de los temas de actualidad en Portugal es doña Branca, la banquera del pueblo. La buena señora, que paga el 10% de interés por mes a miles de personas que le prestan sus ahorros, consigue superar en popularidad a los jugadores de la selección nacional de fútbol. Todos los periódicos portugueses han dedicado largos artículos al tema e incluso editoriales. El semanario Tal y Cual, que fue el primero en hablar del asunto, dedicó hace poco tiempo una edición especial a doña Branca: el periódico se agotó en pocas horas y en Lisboa hubo colas para comprar los ejemplares de la segunda edición. El ministro de Finanzas, interpelado, ordenó a la Inspección de Finanzas que investigue las verdaderas actividades de doña Branca, y el interés oficial hizo que la fama de la banquera del pueblo supere las fronteras de Portugal: del Figaro Magazine al Guardian, del Newsweek al Frankfurter Runsdchau, la prensa internacional se interesa por el fenómeno que provoca el desasosiego del Gobierno luso. Las informaciones son todas idénticas y no muy reveladoras del secreto, que permite a la única banca privada portuguesa pagar intereses cinco veces superiores a los de la banca estatal, que todos los sectores económicos consideran, sin embargo, “insoportablemente elevados”.
DOÑA BRANCA, LA BANQUERA DEL PUEBLO. MADOFF, EL LADRÓN DE LOS RICOS. ALGUNAS DIFERENCIAS