Lo entretenido de este juego es que se presta a numerosas disquisiciones anímicas.... una vez cerrada la operación, cómo debe sentirse el bueno de Zorba?
a) Alegre, pues ha ganado 200 puntos al índice
b) Triste, pues ha dejado de ganar 100 puntos desde máximos
c) Eufórico, pues la previsión del movimiento y la paciencia han sido impecables
d) Deprimido, pues tenía que haber visto que cuando va cayendo un 3% la probabilidad de más caída es muy reducida, simplemente porque al año no hay más que dos o tres días de esos.
Solución al dorso (jejeje.), seguro que alguno le da la vuelta a la pantalla.
Pienso actuar con cautela, en efecto. He escrito en letras bien grandes: no quiero perder (que es diferente de quiero ganar), de cara a la próxima operación. Escrito a brochazos rojos en el techo de la cueva en la que habito, para que no se me olvide al alzar la vista hacia los cielos. Después he pintado debajo cuatro o cinco bisontes de apariencia pre-histórica, por si me va mal la bolsa poder al menos cobrar entrada...
Me he propuesto tradear lo que veo, no lo que creo. Es más fácil observar que adivinar, de manera que creo que con esta metodología me puede ir bien. Observo que debe bajar un poco más, pues se aprecia algo de miedo a las alturas y subir consistentemente así es muy complicado. Pero en el cortísimo plazo puede recuperar, o como poco está en un impass. No me importará subirme al corto más arriba si a cambio lo veo más seguro.
Nunca entraría largo hoy, no en un día de descensos (regla número 4764 de Zorba). Por tanto solo estaré atento hacia el lado Sur. Mi escenario ideal: que suba más -todo lo que quiera! hasta el infinito y más allá, como rezaba el último subcapítulo de 2001 Odisea Espacial- para montarme en un cortito suculento. Pero si no hace eso y hace otra cosa.. pues que la haga! No seré yo quien le diga que no!