Esperar lo inesperado
La bolsa siempre nos sorprenderá para bien o para mal.
Los más viejos del lugar saben que de la bolsa uno puede esperar de todo y, sobre todo, lo inesperado. La bolsa tiene por costumbre sorprender a la mayoría de sus participantes. Siempre ha sido así y seguirá siendo así. No hay que esperar a corto plazo un comportamiento racional de los mercados, y menos una relación de causa a efecto entre la situación macroeconómica y microeconómica y la evolución de las cotizaciones. Hoy en día, la mayoría de analistas, economistas, gestores de patrimonio (bueno, siempre existen ovejas negras como el señor Roubini que prevé una fuerte corrección) coinciden en indicar que sería “saludable” un recorte en los mercados, pero se apresuran a precisar que ese recorte en ningún caso será profundo ya que existe mucho dinero esperando para entrar en el mercado. Tampoco prevén que vayamos a seguir subiendo a la velocidad a la que lo hemos hecho en estos últimos meses. En definitiva, lo normal sería esperar una pequeña consolidación de los precios para volver a retomar el camino alcista, aunque con un ritmo algo menor.
Pero si este escenario es el esperado, entonces ¿cuál podría ser el inesperado? Básicamente dos:
1) No se produce el tan esperado recorte y las bolsas siguen subiendo de forma alocada, dejando boquiabiertos a todos aquellos que esperaban ese momento para subirse al carro (más bien al tren de alta velocidad) de la bolsa.
2) Se produce un recorte, pero mucho más profundo y duradero de lo que todos imaginan, llegando las cotizaciones a probar de nuevo los mínimos del pasado mes de marzo y dejando enganchados a muchos aquellos que pensaban aprovechar un pequeño recorte para entrar en el mercado.
Hagan sus apuestas, pero sepa que la banca (perdón, el mercado) siempre gana.
Fernando Luque,analista de Morningstar